La Piedad, Mich.- Paramédicos voluntarios de las distintas corporaciones de emergencia de La Piedad solicitaron de las autoridades de los tres niveles de gobierno apoyo seguir prestando auxilio a la ciudadanía, pues se corre el riesgo de que se suspendan también este tipo de servicios.
Y es que, de más de 200 elementos que conformaban el voluntariado de La Piedad, solamente quedan 37 en activos para atender las emergencias de una región de más de 250 mil habitantes, comprendidos en los municipios del norte de Michoacán y el vecino municipio de Pénjamo, Guanajuato.
En conferencia de prensa explicaron que desde que inició la pandemia se han contagiado 17 elementos, algunos de los cuales ya se recuperaron, reintegrándose a sus guardias, pero la gran mayoría de los elementos decidieron retirarse temporalmente de las actividades para protegerse de algún contagio.
Los voluntarios de Protección Civil, Radio Auxilio, Rescate y el Cuerpo de Bomberos solicitaron de las autoridades de los tres niveles de gobierno el apoyo para el monitoreo constante, mediante pruebas rápidas, de todo el personal operativo; la aplicación de la vacuna contra el Covid-19 y la dotación de equipo de autoprotección personal y material para botiquines, sanitizantes y demás recursos propios para la prestación de servicios de emergencia.
De la ciudadanía solicitaron el apoyo para reportar de manera verídica las situaciones que se presentan cuando ocurren las emergencias, por que se han presentado muchos casos donde los paramédicos acuden a atender una supuesta persona lesionada por caída y resulta que es un caso Covid-19.
También pidieron al C5 hacerse cargo de una recopilación más eficiente de los datos que se recogen de los reportes de emergencias, con la finalidad de que se canalicen los apoyos que sean necesarios cuando así se requiera.
Se estableció que el personal voluntario no estará realizando traslados de pacientes Covid-19, pues esa es una tarea que le corresponde al personal del Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM) y a cada uno de los hospitales públicos y privados.
En caso de que no exista respuesta, tanto de la ciudadanía, como de las autoridades los voluntarios dejarán de prestar el servicio de atención a urgencias prehospitalarias.