La Piedad, Mich.- Una de las graves problemáticas sociales que existe en La Piedad se encuentra relacionada con la gran cantidad de perros callejeros que deambulan por las calles de la ciudad.
Y aunque pareciera que no hacen daño a nadie, lo cierto es que a medida que crece la población de canes, aumentan también los riesgos a la salud pública ya que nadie se encarga de recoger el excremento que dejan en la calle, además de que suelen buscar alimento en los contenedores de basura, esparciendo también la inmundicia.
A decir del doctor Luis Alberto Arriaga Belman, coordinador de vectores en la Jurisdicción Sanitaria 6 de La Piedad, es urgente la creación de un centro de atención canino que se encargue de curar a los perros lastimados o heridos, de inmunizarlos y vacunarlos.
También es necesario que se generen estrategias para recoger a tantos canes que deambulan por las calles, con el propósito de que puedan ser entregados en adopción a quien quiera hacerse responsable de su cuidado y manutención.
En el ultimo de los casos, consideró la posibilidad de que algunos de estos animales tengan que ser sacrificados, cuando así se considere necesario.
Las opciones para «dormir» o sacrificar un perrito serían en casos como enfermedades crónicas o incurables, que presenten lesiones incapacitantes o de algo riesgo, así como en el supuesto de que se trate de un animal violento que represente un riesgo para los seres humanos.
Dio a conocer que en los municipios que comprenden la Jurisdicción Sanitaria 6, con sede en La Piedad, se estima que hay más de 97 mil perros de diferentes razas y tamaños, de los cuales más del 40 por ciento viven en situación de calle.
Esto significa que son 38 mil 800 perros que deambulan en la vía pública, comiendo basura, desperdicios, alimentándose de mamíferos o roedores y que pueden ser transmisores de enfermedades como la rabia y portadores de pulgas y garrapatas.
Estos parásitos, a su vez transmiten al ser humano enfermedades como la rickettsia que produce dolor de cabeza intenso, fiebre de 39°C, erupciones cutáneas, dolor muscular, malestar general, náuseas, vómito, anorexia y dolor abdominal.
Las garrapatas transmiten la enfermedad de Lyme puede causar síntomas que afectan la piel, el sistema nervioso, el corazón o las articulaciones de la persona.