La Piedad, Mich.- Los cambios en el entorno citadino, derivados del confinamiento obligatorio, pueden ocasionar ataques de ansiedad o estrés en los seres humanos, pero también en las mascotas, como los perros y gatos.
Los cambios en la rutina domestica provocan ruidos fuertes en horarios no habituales, luces encendidas hasta altas horas de la noche, así como el bullicio de las pláticas, risas, discusiones y gritos de los demás miembros de la familia suelen alterar el estado de ánimo de los animales del hogar.
“Esto se puede detectar fácilmente cuando ves que tu perro tiembla constantemente, ladra o aúlla de manera frecuente. Los gatos recurren a lamerse constantemente, y esto puede ser una señal de que se encuentran estresados”, aseguró el médico veterinario Andrés Santillán.
Dijo que el miedo, la ansiedad y el estrés que sufren los seres humanos puede ser detectado fácilmente por las mascotas y ellas sufren de una manera diferente y a veces llegan a enfermarse o incluso a morir.
Estas situaciones tienen un gran impacto sobre las mascotas, ya que derivar en una decaída de su sistema inmune lo que los hace más susceptibles a contraer enfermedades respiratorias o gastrointestinales, así como una elevación en los niveles de glucosa.
Es necesario que los dueños de mascotas puedan identificar algunas de las señales de alerta que se hacen presentes en estos animalitos, como pueden ser cambios en su comportamiento (agresividad o aislamiento), temblores y hasta la falta de apetito.
De acuerdo con portales electrónicos especializados en el cuidado de las mascotas, es necesario estar atento ante cualquier duda y procurar las mejores condiciones para nuestras mascotas, y ante cualquier duda, la mejor opción siempre es consultar a nuestro Médico Veterinario.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN
Existen perros y gatos que, sin llegar a tener una alteración grave del comportamiento, son muy sensibles y se estresan con facilidad.
Muchas de estas mascotas, se alteran más de lo normal ante cualquier pequeño cambio en su entorno, lo que les genera un comportamiento anómalo y, lo que es peor, un profundo malestar del que no siempre somos conscientes.
No es solo que nuestra mascota actúe de forma “rara”, también tenemos que tener en cuenta la angustia con la que algunos animales viven ciertas situaciones de la vida cotidiana.
Situaciones como viajes, mudanzas, fiestas, visitas, la llegada de nuevos integrantes de la familia, o los cambios bruscos en la rutina familiar (confinamiento obligatorio) pueden desencadenar estrés y ansiedad en las mascotas, con alteraciones en su desarrollo fisiológico.
SEÑALES DE ALERTA EN PERROS:
- Babea más de lo habitual
- Jadea más de lo habitual
- Enseña los dientes
- Tiembla, baja o esconde la cola
- Muestra comportamientos repetitivos (destrucción)
- Se mordisquea
- Emite más sonidos de lo habitual
¿QUÉ HACER?
- Procurar que sean satisfechas las necesidades básicas de la mascota: alimento, agua para beber, higiene, condiciones que garanticen su salud.
- Refuerzos positivos como palabras amables, caricias y alguna golosina saludable.
- Evitar la agresividad de cualquier forma.
- Pasar tiempo con ella y pasear al menos de 30 minutos al día cuando las condiciones de sana distancia lo permitan.
- Durante el paseo debemos propiciar que olisquee, camine con la correa larga y que pueda disfrutar del paseo sin tensión alguna.