CUADERNO PÚBLICO
Por: Rafael Ayala Villalobos
Te platico: el pasado sábado 2 de julio en la Ciudad de México hubo una reunión política de gran importancia a la que asistimos un grupo de piedadenses y de municipios cercanos así como michoacanos de las diez regiones: felicísimamente se fundó el Frente Cívico Nacional (FCN), con la participación de casi 3 mil representantes de todos los estados del país a título de ciudadanos. Un acto como este hace mucho que no se verificaba: ciudadano y apartidista pero respetuoso de los partidos, con ruta clara y sin protagonismos ni liderazgos narcisistas, pluriclasista y de oposición franca al gobierno andrésmanuelista y a Morena, con un proyecto alternativo para el país en la mano.
Y es que como dijo hace poco en una entrevista el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas: “la solución al problema que representa seguir teniendo un gobierno sin proyecto vendrá de la ciudadanía”. “Si, ingeniero –le respondería yo-, vendrá de la ciudadanía igualito que la apertura democrática que en los años ochentas vino del Frente Democrático Nacional apoyado por varios partidos y muchas organizaciones sociales en el que tuve la fortuna de participar directamente y que usted encabezó”.
El asunto ya venía cocinándose. Antes de la fundación formal del Frente Cívico Nacional, se crearon comisiones organizadoras del FCN en todos los estados del país alentados entre muchos otros por Cecilia Soto, Fernando Belaunzarán, Gustavo Madero, Emilio Álvarez Icaza y Guadalupe Acosta Naranjo con todo y su entusiasmo, en un proceso de organización que inició en el 2020 sin más financiamiento que lo que aporta el bolsillo de cada quien.
El evento despertó mucho entusiasmo y renovó la esperanza para poder detener al destructivo autoritarismo presidencial y a Morena desde la ciudadanía, pero con la participación formal de los partidos de oposición, sindicatos y asociaciones diversas.
Tan resultó exitoso que los medios de comunicación más grandes minimizaron el acto, temerosos de los abusos y ataques presidenciales.
Algunos porristas se llenan la boca al decir que el actual presidente ganó con 30 millones de votos, y es verdad. Pero hacía falta un pivote, un imán, un aglutinador de los 24 millones 900 mil mexicanos que no votaron en 2018 por el hoy inquilino del palacio virreinal sino por otros partidos y que ahora son mucho más.
Esos mismos, tal vez con buena intención, gozan diciendo que Morena ganó 4 de 6 gubernaturas en juego hace poco, olvidando que las circunstancias estatales son muy diferentes a las de una elección presidencial, por ejemplo, el desastre educativo, el de salud, el de la economía y el de la seguridad pública, son competencia del gobierno federal y no de los estados aun cuando éstos y los municipios sean concurrentes, y éste, el desastre que vive la población que acude por atención médica, por ejemplo, o que tiene que pagar mordida a los coyotes de la Secretaría de Relaciones Exteriores y de la de Hacienda para poder conseguir citas, ya no motiva a muchos a votar por Morena otra vez, dado que están decepcionados, a excepción tal vez de quienes reciben algún beneficio de los programas clientelares, solo que son muchos millones de personas menos que los que recibían apoyos antes de éste trágico gobierno que cacarea demasiado los pocos huevos que pone. Así que las condiciones son diferentes y positivas para reconstruir al país.
Lector, lectora, yo escribo aquí para aportar algo a la reflexión común y al diálogo colectivo, sin partidarismos aunque sin imparcialidad ya que esta no existe. Pero si me dan permiso hoy haré una excepción para platicarles del Frente Cívico Nacional.
Lo del FCN no es una alianza electoral más, es una propuesta coherente y sólida para competir todos juntos en la próxima elección presidencial, recordando: 1.- Que toda la oposición al juntar sus votos, está a 3 millones de votos de diferencia de los de Morena, según resultados de la última elección federal; 2.- Que Amlo no va a ser candidato pero será el jefe de campaña; 3.- Que se tratará de una elección de Estado donde hasta las fuerzas armadas y la delincuencia organizada trabajarán para Morena como lo han hecho en los estados, incluido Michoacán; 4.- Que por encima de diferencias entre los partidos, hay la necesidad de unirse todos los que quieran no retornar al pasado sino avanzar en la institucionalización y la democratización de la República porque no se trata de regresar a lo que el país era antes de esa cosa amorfa que le dicen 4T, sino parar un México civil, laico, ciudadano, ampliamente democrático, económicamente próspero, más parlamentario y con justicia social.
El FCN busca la mayor unidad posible de la oposición y de los que tienen algo que proponer. Además, elegir en elecciones primarias y mediante métodos de piso parejo a un solo candidato a la presidencia de la República, organizadas por el INE, para lo cual el sábado 2 de julio el FCN decidió promover lo necesario para que el INE tenga certeza jurídica en ese cometido.
El FCN quiere un México con división de poderes y con igualdad, libertades, derechos humanos y cuidado del medio ambiente, aparte, donde las leyes no se negocien con quienes las pisotean sino que simplemente se cumplan. (Amlo quiere un nuevo pacto social en el que sean parte los delincuentes. El pacto social ya está expresado en la Constitución y debe cumplirse, no renegociarse).
El FCN quiere un país con mucha participación civil, donde no pese solo la voluntad de un solo hombre por muy presidente que sea, y por ello desea órganos autónomos para regular la vida nacional a fin de asegurar el Estado de derecho y la democracia ahora amenazada.
El FCN quiere una economía pujante que se puede lograr desde el humanismo político, la democracia cristiana y la socialdemocracia.
Pero el FCN quiere ir más allá, está planteando que de ganar las elecciones habrá un gobierno de coalición. Los que pierden no tienen porqué irse a su casa, deben quedarse en la función de gobierno de manera ponderada para que puedan poner en práctica sus propuestas, acompañada de una coalición legislativa en el Congreso. Se trata de que gane México.
El FCN tiene estrategia y ruta, tiene ya un inicio de estructura de organización, equipos con tareas específicas y cada día son más los mexicanos republicanos, municipalistas y demócratas los que se le suman.
Serán los capítulos estatales los que organicen las consultas para su programa a promover en las próximas elecciones. Esto apenas va empezando y participarán todos los distritos electorales.
Por lo pronto el FCN se está constituyendo como asociación civil para poder recibir donativos económicos porque como no tiene subsidio alguno, serán los ciudadanos los que voluntariamente lo apoyen como ha venido sucediendo.
Los partidos PRI, PAN y PRD ya se sientan a la mesa a conversar y trazar ruta con el FCN que los respeta porque tienen mucho de positivo que aportar, han demostrado que juntos pueden avanzar electoralmente y contener la ola destructiva del país que ha resultado ser Morena y su presidente, y porque los partidos tienen el encargo constitucional de ser correas de transmisión en el sistema democrático. Si, vas a decir gallísticamente de los partidos que son tan malos el pinto como el colorado, pero en primer lugar eso no es verdad absoluta, los tres partidos citados tienen luces y sombras como corresponde a todo el quehacer humano, lo que sí es verdad es que la Morena siempre ha estado descolorida, por lo que aplica el dicho de santa Teresa la grande: “Cuando Cristo, Cristo, cuando perdices, perdices”, o lo que es lo mismo: “se gasta de lo que hay”.
Lo anterior sin dejar de lado lo siguiente: ahorita no se trata de salvar partidos sino al país, no se trata de sumar debilidades sino de agregar fortalezas para salvar la democracia porque sin democracia los partidos ya no podrán competir en el futuro por lo menos durante mucho tiempo.
Queda claro que el FCN propone una triple alianza: electoral, parlamentaria y de gobierno. No se trata solo de que algunos partidos vayan juntos a una campaña y ya, mucho menos de oponerse sino antes bien, de proponer.
No se trata tampoco de poner al caballo detrás de la carreta, no, primero es fraguar democráticamente un pacto y un proyecto nacional y ya luego elegir quién sería el mejor -mujer u hombre- para jalar la carreta, esto es, el mejor candidato, el que más unifique y concite entusiasmo, de nombre limpio y equipado no solo para la publicidad política sino también para dar buenos resultados en el gobierno y la reconstrucción del país, los estados y los municipios. No se trata de apoyar “al que sea” con tal de que se vaya Morena, no, se trata de respaldar a quien tenga la capacidad probada de dar buenos resultados, aunque no sea guapo y tenga el apellido que tenga. Y otro detalle: se trata de que el electorado conozca desde la campaña a quienes colaborarían en el nuevo gobierno de reconstrucción ya que juntos harían campaña por todo el país.
Vale una aclaración: el Frente Cívico Nacional, es diferente a lo que ya conocemos como “Sí por México” y “Va por México” que venían trabajando alianzas electorales, de coyuntura. Las tres organizaciones ciudadanas coinciden en lograr una candidatura única para tener posibilidades de ganar, pero el FCN está yendo más allá ya que está abierto a ciudadanos, mujeres y hombres, que no representan a los partidos políticos, o que incluso no quieren pertenecer a ninguno de ellos, pero que están dispuestos a participar de alguna manera, incluso como posibles candidatos.
El FCN no busca tener un candidato de unidad salido de encuestas, no, sino de una elección primaria y esto es democracia de a de veras, muy diferente de como Morena impone a sus candidatos con sorteos, encuestas mentirosas y designaciones por dedazo. El candidato de una amplia alianza como lo propone el FCN tendrá la legitimidad popular y el máximo consenso a diferencia de la tapa-rosca o corcholata de Morena que impondrá el inquilino del palacio virreinal mediante una encuesta mañosa.
Entonces surge briosa la pregunta: ¿y porqué habríamos de oponernos a que vuelva a ganar la presidencia alguien de Morena?
Porque Morena y sobre todo Amlo han sido catastróficos para el país. Ejemplos abundan: el último año en que la Comisión Federal de Electricidad tuvo ganancias fue en 2018. La CFE acaba de reportar pérdidas netas por 95 mil millones y pico de pesos en 2021 y tuvo que recibir subsidios de Hacienda por 70 mil millones de pesos que se rebajaron de los presupuestos de salud y del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, entre otros, por lo que muchos adultos mayores y jóvenes ya no reciben apoyos, así como tampoco los desayunos escolares y las escuelas de tiempo completo.
El de Amlo es un mal gobierno, un afloramiento incontenible, vulgar y mañanero de –si se me permiten palabras bruscas- mentiras, odios, división, rencores, complejos y venganzas, (bruscas pero ciertas), tanto así que cínicamente se atreve a presentar como un logro suyo el que estén saliendo más mexicanos a trabajar al extranjero porque aquí la economía ha fracasado y que estos mexicanos hayan incrementado el envío de dinero al país, cuando lo anterior debería darle vergüenza (si es que la conoce), o que mejoró la calificación de la deuda mexicana gracias a que los diputados no aprobaron la contra-reforma eléctrica, y no por él, o sea que mejoró pese a él. Pero es cínico y lo presume como logro suyo.
Tan solo en 2020 las personas en situación de pobreza aumentaron en 3 millones 800 mil mexicanos.
Los pobres extremos pasaron de 8 millones 700 mil en 2018 a 10 millones 800 mil en 2020 (Datos del Coneval).
Y no es cierto que Amlo esté beneficiando a muchas más personas como nunca antes mediante los programas asistencialistas, para él clientelares-electorales. Es cosa de ver que en 2016, el 61% de los hogares más pobres eran beneficiarios de programas sociales y que en cambio en 2020 solo lo fueron el 35%.
Y por el contrario, Amlo apoya más a los más ricos con el subsidio a las gasolinas pero no a las tortillas y dándoles grandes contratos de obras a un grupo muy selecto de oligarcas que engordaron sus carteras en la época de Salinas y lo están haciendo con Amlo.
Así son las dictaduras populistas, se apoyan en tres pilares: sus clientelas electorales manipuladas por el hambre, las élites militares que todo lo manejan con opacidad y los grandes ricos oligarcas sin principios pero cuya diosa es la ganancia.
Aparte, entre 2016 y 2020 se duplicó el porcentaje de beneficiarios entre los hogares más ricos (INDESIG-ENIGH).
En cuanto a la educación y la salud, que son factores claros para medir el efecto positivo de una política social, no han más que empeorado las cosas en manos de Amlo-Morena: en lo que va del sexenio, 15 millones 600 mil personas perdieron el acceso a la salud.
En educación las cosas van peor. El presupuesto educativo es menor: en 2022 el gobierno destinó 780 mil millones de pesos a la educación, la menor cantidad desde 2010 y la tasa de escolarización básica de 3 a 14 años está en los niveles más bajos de los últimos 15 años: 91% contra el 95% que tuvimos en 2015.
En el mismo sentido, la caída de la matrícula de la educación media y media superior fue de casi 367 mil estudiantes entre los ciclos escolares 2018-2019 y 2021-2022 (Tec Monterrey y México Evalúa).
En lo tocante a la honestidad y la transparencia en el manejo de los dineros del pueblo hay que decir lo ya sabido: está todo más opaco y corrupto que en sexenios anteriores.
La economía no funciona, cayeron los salarios de los empleos, la inseguridad atemoriza, la delincuencia organizada gobierna amplios territorios, el manejo de la crisis sanitaria sigue siendo un desastre, las vacunas anticovid para niños apenas las están poniendo y no está completo el esquema básico de las demás vacunas, no hay inversión pública ni privada en infraestructura como no sea el tren maya o la refinería Dos Bocas, a los municipios les recortaron y cancelaron programas para la infraestructura y la seguridad, la inflación de los precios ya anda en el 8%, ¡la máxima en los últimos 24 años! (Revise los precios del aceite, leche, huevos, limones, aguacate, carne, gas, gasolina, medicinas, pollo…)
Y ya ni nos metamos a los datos duros de la violencia y la inseguridad, pero para notar mejor la gran tragedia nacional por culpa del ocurrente y peleonero de cantina que auparon muchos para enviarlo seis años al palacio virreinal, basta decir que en la guerra de Vietnam que duró más de 20 años murieron 53 mil soldados norteamericanos y que en el México de Amlo-Morena en 3 años y medio de desgobierno ya van más de 130 mil mexicanos muertos por homicidio doloso.
Ya ni le sigamos.
Hay que trabajar por la unidad y la organización ciudadana para lograr tener un gobierno serio, de unidad nacional, democrático, que sí crea en el Estado social de derecho.
A tí médico, ingeniero, contador y abarrotero, transportista, papá, mamá y estudiante, agricultor, colaborador de un taller o una fábrica, a ti que trabajas en los servicios o en el comercio, a ti docente o constructor, te digo: no es con memes ingeniosos, ni peleando groseramente en Facebook, ni a tuitazos, ni quejándose en la sobremesa como vamos a revertir el mal estado de cosas, sino dando un poco de nuestro tiempo al esfuerzo de tejer un Frente opositor porque ya es momento de corregir el rumbo del país en el que hay 8 millones más de pobres y mucha, mucha más inseguridad.
Lo que está en juego es la regresión democrática y la destrucción de las capacidades institucionales del Estado, lo que dificultará solucionar el grave deterioro de las condiciones de vida de las familias, en especial de las más vulnerables y pobres.
No es este el México que pensaste dejarle a tus hijos.
Tú quieres un México en el que se vivan los valores éticos y democráticos, con concordia y paz social.
En tu mente está el que soñaste: seguro y con oportunidades.
Pero recuerda que los sueños se realizan solo si los construimos.
¡Hagámoslo ahora que todavía hay tiempo!
¡Por tu familia, por ti, por México!