Por: Rafael Ayala Villalobos
Hoy sábado 13 de agosto en la tarde rendirá su primer informe de gobierno municipal de La Piedad el presidente Samuel Hidalgo Gallardo. ¿Qué informará? Lo desconozco. Pero yo quiero rendir el mío como ciudadano en mi relación con el gobierno. Pienso que los ciudadanos deberíamos también informar cómo nos ha ido con el gobierno y cómo vemos la cosa pública, además de proponer para mejorar.
Pero, lector, lectora queridos, permítanme primero decir que no solo vi con buenos ojos la alianza que hicieron aquí el PAN y el PRD en la última elección, sino que participé a favor de ella. ¿Porqué? Porque según yo había que seguir la construcción de la institucionalidad municipal, fortalecer la infraestructura y el equipamiento urbano y rural pero con mayor contenido social, y había que defender la democracia y las libertades en éste pedazo de tierra del país; también para darle utilidad al voto en favor del PRD que aunque menguado, representa la izquierda humanista, social, partidaria y democrática.
No solo por eso: también había que tratar de convertir en fuerza social y de gobierno la propuesta del PRD. Hoy creo sinceramente que no nos equivocamos y que la vía seguida hasta hace poco por los anteriores dirigentes del PRD de posicionar la marca-persona y no la marca-partido-propuesta, era fallida como lo probaron las encuestas previas a los comicios y los resultados electorales. Los partidos son entidades de interés público; por eso deben actuar en todo momento en función del mejor interés de la ciudadanía.
He de informar que el PRD recogió de la sociedad el anhelo de impulsar un crecimiento armónico en el municipio, sus colonias y comunidades rurales, mejorando sus condiciones de bienestar social y desarrollo de todas y todos los piedadenses. Tan sentido deseo el PRD lo propuso como espíritu general en todo el plan de gobierno municipal y el actual alcalde lo asumió con entusiasmo en su actuación político-administrativa, así que en este punto el informe es positivo.
Diversas organizaciones sociales tenían el propósito siguiente: que en el marco de la política social del ayuntamiento se dirigieran acciones y recursos para que muchas metas no quedaran en el discurso sino que se transversalizaran las políticas públicas con criterios que redundaran en mejorar el nivel de vida de la población en general, sobre todo de los más necesitados o que habían venido siendo marginados del crecimiento y del desarrollo. En este punto hay avances sustanciales en la conducción de gobierno, la obra pública y los servicios públicos.
Uno de los más grandes problemas del municipio es la desigualdad y el criterio de transversalizar el contenido social en los tres renglones mencionados, ayuda a superarlo, aunque se necesitan otras acciones y mayor contundencia. He visto al presidente Samuel Hidalgo atento y preocupado en este aspecto no solo atendiendo sus compromisos contraídos, sino también abierto a nuevos retos y a propuestas tanto de la ciudanía y sus organizaciones como del PRD que se han venido traduciendo en acciones para reducir las desigualdades, en disminuir la pobreza, en mayor asistencia social, igualdad, inclusión social, atención a jóvenes y mujeres y personas grandes, educación, salud, vivienda y certeza patrimonial, cultura, activación física y deporte y medio ambiente y desarrollo sustentable. Este aspecto de la administración pública tiene enormes pendientes y retos, pero creemos que se va andando en la dirección correcta siempre y cuando se logre alentar una mayor participación ciudadana.
Entre las tareas pendientes que el gobierno municipal de Samuel Hidalgo está atendiendo pero debe imprimirle más contundencia, están el garantizar los derechos humanos, el diseñar estrategias para detectar el maltrato infantil y la violencia en general a nivel municipal, para dar especial atención a los casos que involucran a nuestros niños y niñas y adultos mayores habida cuenta de que el maltrato a nuestros viejecitos va en aumento.
Asimismo, si bien es cierto que se viene impulsando la inclusión social de las personas con discapacidad, el presidente cree en su independencia como individuos y en el acceso efectivo a sus derechos humanos. Para esto, ha venido dando atención integral a ellos y sus familias, otorgando apoyos diversos. Solo pensamos que se debe establecer que no se trata de dádivas sino de derechos reales por el solo hecho de ser personas humanas y que los beneficiarios sepan que los integrantes del ayuntamiento, con su alcalde a la cabeza, deben tomar medidas para que estas acciones y objetivos queden institucionalizados y no sean pasto del clientelismo político en el futuro.
Como ciudadano he estado atento al devenir de la administración pública municipal y he de decir con verdad que un análisis serio no debe caer en la propaganda. Ni todo está bien ni todo está mal. Hay claroscuros. Hay que reconocer los aciertos y en este año el gobierno se ha regido por los principios de orden, eficiencia, transparencia y rendición de cuentas; las acciones que realiza están encaminadas a alcanzar los objetivos y estrategias definidos en su plan de gobierno vigente. Así que esta faceta del gobierno arroja saldo positivo.
La capacidad de gestión es evidente. Cuando la federación ha reducido apoyos a los municipios, a la salud y a la educación, el gobierno municipal liderado por Samuel Hidalgo, ha intensificado su acercamiento a los órdenes de gobierno estatal y federal en beneficio de los piedadenses estableciendo un estrecho vínculo de coordinación con las otras esferas competenciales de gobierno lo que ha permitido multiplicar esfuerzos para lograr objetivos comunes para que a La Piedad le vaya bien.
Desarrollo y seguridad van de la mano, por eso se han impulsado políticas en materia de seguridad pública y de prevención del delito que generen las condiciones para que todas y todos los piedadenses puedan disfrutar de una vida más plena y feliz. Gracias a un esfuerzo coordinado, tenemos una baja sostenida en todos los índices delictivos y no estamos con el “Jesús en la boca” como en Zamora, por ejemplo.
La tranquilidad relativa de la que ahora disfrutamos -resultado del voto responsable y ajeno al odio y a las aventuras políticas de los ciudadanos en la última elección- sumada a los esfuerzos para la atracción de más inversiones y fuentes de empleo, trajo como resultado que la economía del municipio sea una de las más dinámicas a nivel estatal, generándose empleos y facilitándose autoempleos.
Los regidores del PRD han coincidido plenamente con el presidente Samuel Hidalgo en que la infraestructura es sinónimo de desarrollo económico y social; mejorar la movilidad, la imagen urbana, la calidad y cobertura de los servicios públicos y las vías de comunicación, incide directamente en el crecimiento económico y en la calidad de vida de la población. Por ello el presidente se ha enfocado en construir aquellas obras que más bienestar generen a la población.
La realidad social de La Piedad, así como el difícil e incierto entorno nacional y los vaivenes internacionales, exigen proponer nuevas formas de hacer política y de participación ciudadana en los asuntos públicos de manera que reflejen una renovada relación entre la sociedad y su gobierno, fincada en la ampliación y protección de los derechos humanos y el ejercicio pleno de las libertades. Este es un renglón que conviene que el gobierno municipal y la sociedad atiendan con ímpetu en lo porvenir ya que junto a la construcción material también hay que edificar al nuevo piedadense y a la nueva comunidad municipal.
La Piedad no se inventó hace un año. Desde su fundación ha crecido en valores, en democracia y en libertades. Sus mujeres y hombres la han construido como una comunidad imaginada y realizada, como un programa a concretar, como una agenda de valores que todas y todos sienten suya. Por eso la Piedad no es de nadie sino que es de todos.
Los mejores gobiernos municipales son los que han entendido lo anterior, como el actual que va construyendo en la dirección correcta.
Aún queda mucho por hacer, pero si el ayuntamiento y la administración siguen con compromiso y entrega, y si la sociedad participa más, estaremos erigiendo un La Piedad más fuerte y próspero para todos, más retentivo de su gente, socialmente más justo, más productivo, más sustentable, democrático y libertario, en suma: más humanista. Ojalá.
Sean felices.
