Por: Rafael Ayala Villalobos
Para que usted pueda leer este artículo muchas cosas y muchos años tuvieron que pasar desde que todos estábamos juntitos y apretujados en un puntito que luego haría explosión y nos lanzaría a unos para un lado y a otros para otro durante millones de años. Le dicen el Big Bang, o algo así.
Ahí estábamos hechos bola las plantas y los planetas, el agua y el fuego, los minerales, el Papa Francisco, Mandela, además de Thalía, Yanet García y usted y yo. Pero también, ¡ay nanita!, Hitler y el mandamás de Rusia que es bien Putín.
Así que ya que pudimos llegar a este nivel de la evolución lea con atención lo siguiente ahora que en México medio se puede todavía opinar objetivamente, porque para la 4T la objetividad es otra cosa. Su diccionario dice: “Objetividad, dícese de la forma de presentar la realidad tal cual no es”.
Este concepto es muy acorde con su idea de libertad que según su diccionario populista-militar reza: “Libertad: Estatua en Nueva York; Libertad Lamarque, actriz y cantante argentina; pintura de Delacroix y nada más”.
La objetividad y la libertad son parte de una opinión, pero para la 4T no, en su diccionario dice: “Opinión: manera de buscarle chichis a las culebras que consiste en decir la idea o juicio que una persona tiene acerca de algo o alguien; si libras la represión del gobierno y te zafas de la guillotina de la mañanera, te agarran los fanáticos cuatroteístas”.
Como se sabe, al opinar públicamente hay que ser veraces. Vamos a ver qué diantres dice el diccionario de la 4T al respecto. Mmm, aquí está: “Veraz: Dícese de la información que se atiene peligrosamente a la verdad”. Si no pregúntenle a algunos periodistas. Pero la verdad hay que decirla, porque la verdad no lo es si no se dice y, como se olvida, hay que repetirla.
Y es que la 4T solo quiere “Bulos”. No bulas, aquéllos pronunciamientos papales sobre temas de suma importancia que se sellaban con plomo en un papel, sino bulos. En el diccionario de la 4T se lee: “Bulo: Noticia falsa y mentirosa que resulta del cruce sexual de una información yegua con un hablantín burro. Es una noticia estéril, generalmente matinal”.
Dicho lo anterior, córrale por sus palomitas y su Tecate y éntrele:
El señor ya ni la friega. El año que viene, los 32 mil 657 niños y adolescentes de La Piedad serán aún más desatendidos por el gobierno federal. Se trata de 16 mil 645 niños y 16 mil 012 niñas.
Lo mismo pasará con los de la región del Bajío. Por eso hay que decirle al señor totalmente palacio que no se meta con los niños.
El Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2023 contempla, en números redondos y para entendernos rápido, que por cada 100 pesos destinados a los programas tipo Sembrando Vida, Becas Benito Juárez, Pensiones para Adultos Mayores, entre otros, se destinará solo 1 peso para la infancia. Si, leyó usted bien: un peso.
Así que los niños y los jóvenes son los ninguneados en el Paquete Económico para el año entrante, siendo los ganones los adultos mayores. ¿Será porque los adultos tienen credencial para votar y los niños no?
Qué bueno que se atienda a los adultos mayores, pero no a costa de los niños. Para los chicos el presupuesto es pequeño, insuficiente y no propio de un país que piense acertadamente su futuro: casi no habrá apoyos para la primera infancia, para la salud, para la educación, para la cultura y el deporte…, bueno, ni medicinas suficientes o tratamientos prolongados para el cáncer u otras enfermedades.
¿Y qué dicen los diputados del partido del presidente? Nada, no se atreven a cambiarle ni una coma a los dictados del señor. Se creen esa mentira de que representan a la mayoría. Son mayoría en el Congreso, sí, pero no representan a la mayoría. ¿Cómo? Me explico: si se suman los votos que llevaron a los diputados oficialistas de Morena, PVEM y PT a la Cámara, resultan ser el 42.78% del total de votos emitidos. Ahora, si sumamos los de los diputados de MC, PRD, PAN y PRI, son el 46.62% de los votos. Como ve, no son el 100% debido a que hubo partidos que perdieron el registro y a los votos nulos. ¡Así que no representan a la mayoría de los mexicanos sufragantes!
La actual forma de entregar subsidios no rompe el círculo vicioso de la pobreza y en cambio agudiza la dependencia de muchos con el gobierno. ¡Ah, pero hace clientelas electorales!
No obstante a la infancia se le deja una deuda grande. ¿Cuál? Con López Obrador las deudas pública interna y la externa han aumentado en relación con la capacidad de pago del país, lo cual significa, en términos reales más deuda que a futuro tendrán que pagar los ahora menores de edad.
Y es que el presidente ya le echó mano a todas las alcancías, por eso ahora quiere asaltar las cuentas bancarias sin movimiento.
Antes de que se venga encima la protesta, aquí está el dato, porque “números matan rollo”: para la atención de la primera infancia se destinará sólo el 0.25% del gasto público total del próximo año. Usted puede verlo en el PEF 2023.
Solo un demente aplaude las ocurrencias del presidente como la del aeropuerto Felípe Ángeles, que no para de perder dinero de nuestros impuestos, cuando en el sector salud no se completan los tratamientos contra el cáncer, por ejemplo.
Y no crea que el dinero perdidoso es de la bolsa del presidente, no, ése nunca ha administrado ni doce gallinas, es de usted, de sus hijos, de sus vecinos y familiares, de los que todos los días se levantan a la chamba y pagan impuestos por sus ingresos y por sus gastos.
Las pensiones a adultos aumentarán del 12.8% de este 2022 al 19.8% para el 2023 en el presupuesto federal, ¡dejando olvidados a los más pequeños de la familia, los niños y los jóvenes!.
Mire, el gasto para educación solo crecerá 4% respecto del 2022 y el de salud subirá nada más ¡el 4.2%!. ¡Ah, pero pregúntele al Ejército del señor Sandoval qué tal van a estar las carretonadas de billetes para ellos!.
En contraste, el gasto para la población sin seguro popular ni ISSSTE ni IMSS bajará en 2.1%. ¡Es un crimen!. “¡Que viva la 4T!” –grita alguien-. “¡Qué viva!” –responde un fanático con lobotomía-.
Para colmo el gobierno cree que somos mensos, que nos puede engañar. Publicita al IMSS-Bienestar como el gran remedio a todos los males del sistema de salud fracasado en sus manos, como diciéndonos “ahora sí, va la buena”. ¿Pero sabes qué, lectora, lector queridos? El IMSS-Bienestar como Organismo Público Descentralizado, ¡simple y sencillamente ni siquiera aparece en el Presupuesto!, o lo que es lo mismo, ¡no tendrá ni un peso! Estamos hablando del organismo que supuestamente atenderá a toda la población abierta o no derechohabiente. ¡Si de por sí el IMSS no alcanza a atender a sus derechohabientes…!. Y es que para burro no se estudia.
Decíamos que el gobierno dejará más deuda a las nuevas generaciones, a los niños y adolescentes de hoy. Así es. El mal gobierno pagará por deuda pública 1.2 billones de pesos de los ingresos totales proyectados en 8.3 billones de pesos, o sea 30% más con respecto a éste 2022. Aumentar el costo de la deuda significa que en lugar de pagar 114 mil 574 pesos como está en 2022, cada mexicano pagará ¡118 mil 208 pesos! ¡Es un honor estar con el endeudador!
El Presupuesto Económico de la Federación para 2023 elaborado por el señor tiene la marca de la casa: irresponsable, desequilibrado e injusto.
Por eso le digo que a los niños, niñas y adolescentes de La Piedad, les espera un 2023 duro.
Han nacido menos niños, casi un 20% menos que en 2020 y sin embargo la tasa de vacunación sigue a la baja por la sencilla razón de que ¡no había vacunas sino hasta hace algunos días! Las hexavalente, neumocócica, anti-rotavirus y anti-influeza, junto con la BCG y la de anti-hepatitis B, que forman parte del cuadro de vacunación para los menores de un año de edad, ha venido a la baja. “¿Y la del papiloma humano, apá?” –pregunta la muchacha-. “Esa tampoco, mija” –responde el apá-.
No vacunar a tiempo pone a las y los menores en riesgo al quedar expuestos ante cualquier enfermedad, incluso aquellas que se daban por erradicadas, como el sarampión y la poliomielitis. Las deficiencias en las políticas de vacunación infantil no pueden disculparse con el pretexto de la “pobreza franciscana” para reducir presupuestos en áreas vitales. O sea que hay que decirle al del palacio que “con los niños no”.
En cuanto a la educación, hay que afirmar que ni en esta región, ni en Michoacán, ni en el país, se ha planteado siquiera una política integral de reparación del gran daño que dejó a miles de escolares la pandemia del covid. Nadie ha empujado acciones para nivelar los conocimientos y capacidades después de haber sufrido las deficiencias de la educación a distancia.
El problema es grave porque aquí hay 11 mil 050 niños de 6 a 11 años que no están asistiendo a la escuela y 5 mil 266 entre 12 y 14 años que tampoco lo hacen, por diferentes motivos. En esto el municipio debe tomar cartas en el asunto.
Por eso no extraña que, con base en datos preliminares, porque todavía no están listos los definitivos y oficiales, la matrícula de inscritos en educación básica en los municipios de la región de La Piedad haya bajado de casi 50 mil a 46 mil y pico de estudiantes.
En La Piedad existen 29 mil 562 hogares habitando 29 mil 501 viviendas con 3.58 miembros en cada uno de ellos, en promedio. El dato es ilustrativo porque el gobierno no hace nada para fortalecer la educación y la puesta al día para salir del rezago educativo ocasionado por la pandemia, prefiriendo mandar dinero al tiradero de Dos Bocas o al Tren Maya o a programas de dudosa utilidad y no evaluados como el de Jóvenes Construyendo el Futuro.
Mire usted: en esos hogares de La Piedad hay 25 mil 822 teléfonos celulares pero con internet solo 16,792. Aunado a esto solo tienen laptop o tablet 11 mil 237, pero de ellos solo los poseen alumnos de educación básica en un 12%. ¿Así que cómo tomarían clases durante el encierro por la pandemia? Algunos lo hicieron por televisión, pero no es lo mejor.
Con datos del 2020, el 32% de los niños y adolescentes viven aquí en pobreza moderada, según clasificación de la CONEVAL, situación agravada cuando atisbamos en la salud.
La mayoría de niños piedadenses se atienden en el IMSS, en el Centro de Salud, en el Hospital Regional y en consultorios de farmacia, en ese orden. Cabe resaltar un dato: solo el 6.45% de doctores son pediatras. Déficit no menor considerando nada más a la población de La Piedad con 106 mil habitantes y una tasa de fecundidad de 2.13 hijos por mujer. El caso es que los menores de edad no tienen acceso a servicios médicos adecuados.
Un dato triste: mientras que en los niños de los países desarrollados la sobrevida al cáncer es del 90%, en México era del 52% en 2018 pasando en 2021 al 57% (Registro de Cáncer en Niños y Adolescentes RCNA) y por lo tanto en La Piedad. Vamos de mal en peor.
Otro dato que debería atenderse frontalmente: de los 12 a los 19 años de edad, el 21% padece sobrepeso o de plano obesidad, con todos los males que ello acarrea.
Según Data-México (INEGI), en La Piedad el 37% de los menores de 15 años viven en pobreza moderada y el 87% de ellos continúan en ese nivel al emanciparse de sus padres, incluso dedicándose a lo mismo que ellos, lo que confirma que la movilidad social está estancada y que la maldición “origen es destino” no ha podido ser superada ni con el neoliberalismo ni con el populismo.
Se entiende por trabajo infantil cuando se trata de menores de 15 años. Pues bien, en La Piedad solo reciben paga 1 de cada 5 infantes que laboran. El 63% lo hacen en el campo, en la agricultura, en manufacturas y talleres. La mayoría no asiste a la escuela.
Ante este panorama uno esperaría que el gobierno federal diseñara y aplicara políticas públicas para mejorar el nivel de vida y las expectativas de futuro de las niñas, los niños y los adolescentes, pero no es así.
Al contrario, son un sector poblacional ignorado.
La desatención del Estado hacia los menores afianza el círculo vicioso de la pobreza y ahonda las desigualdades sociales y económicas y por ello la injusticia social.
No son todos los aspectos a considerar cuando afirmamos que el 2023 viene triste para las niñas, los niños y los adolescentes por culpa de la irresponsabilidad y frivolidad del gobierno federal, pero el espacio aprieta.
En otra ocasión comentaremos sobre el hecho de que en el municipio faltan oportunidades de esparcimiento para los niños. Los parques están pensados para adultos y carecen de actividades lúdicas regulares.
O sobre la inseguridad y la violencia hacia los menores como forma de disciplinarlos o de venganza, su vulnerabilidad ante una sociedad que no sabe resolver sus conflictos más que con diferentes formas de violencia, o la falta de acceso a las artes y la cultura en general, su nutrición o su protección, entre otros temas relacionados con la situación de los menores en La Piedad y en los municipios circundantes.
Basta decir que tarde o temprano a un gobierno se le juzga por sus resultados.
Por lo pronto, en lo que cambiamos de gobierno por uno que sí se interese en los niños y quiera un mejor futuro para ellos, tratemos de que coman bien, de que duerman lo suficiente, de protegerlos, de platicar con ellos, de interesarse por lo que les interesa, de respetarlos y amarlos, de jugar con ellos…
Por lo menos démosles un abrazo al día, regalémosles una sonrisa y evitemos discusiones frente a ellos.
Hablémosles del Mero Patrón y acerquémoslos a Él conduciéndolos con nuestro buen ejemplo.
Sean felices.