Por: Rafael Ayala Villalobos
Andrés Manuel López Obrador todo le ha salido mal. Algunos dicen lo contrario, que todo bien. Se equivocan. No ha podido con el paquete.
La verdad es que no ha podido vender el avión, ni producir un solo barril de petróleo en el tiradero de dinero de Dos Bocas y su embestida dictatorial y perversa contra el INE se le está revirtiendo, como se demostrará en las marchas masivas que en diferentes ciudades del país, entre ellas la de La Piedad, se realizarán mañana domingo 26 de febrero en defensa del INE y de la democracia.
Este mal presidente desapareció el Seguro Popular sustituyéndolo con el INSABI que también ya fracasó y desapareció, reemplazándolo con el engendro malformado del IMSS-Bienestar.
El sistema educativo va en picada, igual que la economía en general. Vaya, ni siquiera ha podido aprovechar las oportunidades que para México hay derivadas del conflicto comercial China-Estados Unidos o las que da el hecho de que el peso, por factores ajenos a su manejo económico, está por debajo de los 19 frente al dólar. Y de la inseguridad ya mejor ni hablamos.
El presidente lo sabe: es un fracaso.
Va a perder las próximas elecciones.
Por eso quiere desbaratar al INE, para hacer trampa y si es necesario, impedir perversamente que haya elecciones.
La desigualdad social ha ido creciendo en su gobierno. Hay más pobreza en términos absolutos. Tenemos una economía que no crece, no hay generación de empleo, ni inversiones, porque no ofrece seguridad jurídica y reglas del juego confiables.
El Estado está resultando un fiasco en educación, en salud, en comunicaciones y en dar seguridad a las familias.
No se han tomado medidas suficientes, como una reforma fiscal, para que el Estado cuente con los recursos necesarios para atender esas necesidades.
Los grupos delincuenciales retan o sustituyen al Estado de derecho con su beneplácito.
El crimen organizado ha venido controlando cada vez más territorio de la República, vía sometimiento de presidentes municipales morenistas principalmente, y gobernadores ayudados por la delincuencia a ganar las elecciones.
Encima toma activos financieros como pensiones, vivienda, ahorro y otros, para rellenar el Fondo de Estabilización que malgastó irresponsablemente en caprichos para endiosarse. Lo recibió en 2018 con 341 mil millones de pesos y hora lo tiene en huesos: ¡25 mil millones!
Por eso es que cada vez más personas que lo apoyaban hoy están arrepentidas y más colaboradores suyos, capaces y honestos, se le retiran dignamente. ¿Porqué?
Porque es el responsable de cientos de miles de muertes ocasionadas por el mal manejo de la pandemia, por el desabasto de medicinas y tratamientos para niños con cáncer, por desatender esquemas de vacunación infantil y por su equivocadísima estrategia de abrazos , no balazos en materia de inseguridad.
¿Porqué le dan la espalda algunos que lo apoyaban?
Porque los decepcionó. No acabó con la pobreza, hoy hay más pobres y se limitó a dar dádivas y a practicar políticas clientelares y no a transformar la infraestructura económica para hacer una mejor distribución de la riqueza. Todo, para obtener beneficios políticos.
¿Porqué más? Porque maneja con las patas el presupuesto. Por ejemplo, el año pasado cambió el destino de 436 mil millones de pesos del presupuesto, el equivalente a 23 veces el presupuesto del INE, que fueron a parar a subsidiar a Dos Bocas, el Tres Maya y una parte la quiebra de Pemex.
¿Porqué más se le retiran al autócrata? Porque tampoco acabó con la corrupción y se opone tercamente a que su gobierno rinda cuentas.
Cuando se descubre una corruptela, la defiende o minimiza.
El dinero público lo maneja desde su bolsillo como si fuera su caja chica.
En la verdadera izquierda, la democrática –si no es democrática no puede ser izquierda- hay mucho descontento con que Morena y el presidente conduzcan al país hacia un gobierno autocrático, que rompa la división de poderes, que militarice al país, que promueva el odio y la división que causan profundas heridas en el tejido social y hasta en las familias.
Muchos de la izquierda verdadera se equivocaron. Pensaron que el gobierno del presidente era de izquierda. Hoy es claro que su inspiración es el viejo PRI, de ahí sus políticas clientelistas, sus ideas trasnochadas sobre el nacionalismo y el caudillismo para controlar.
De ahí también su proteccionismo económico, su tendencia a estatizarlo todo, su pragmatismo deshonesto y egoísta.
Se vinculó a la izquierda perredista mediante el Ingeniero Cárdenas por oportunista y engañador, apurado por intereses políticos concretos y afán de dinero.
Pero nunca compartió los valores éticos que inspiran a la izquierda social y democrática. Por eso extraña que algunos que lo apoyan hayan estado en el PRD. Eran como él: farsantes.
El presidente no tiene el valor altísimo de la dignidad del ser humano: todos los días ofende, demoniza, acusa sin pruebas, miente, engaña, ultraja a otros mexicanos que no piensan como él.
No es honesto ni respeta la moral, dice una cosa y hace otra, es violento y frustrado, odiador sin fín, amargado sin remedio, y resentido, no le importa dañar al país.
Por eso les digo que nada le sale bien. Ya lo dice el dicho: “Al que obra mal, se le pudre el tamal”.
Por eso es necesario consolidar en México una opción real y viable, creíble y democrática de la izquierda social-demócrata, como alternativa atractiva para la ciudadanía a nivel nacional, estatal y municipal.
Se necesita empujar una nueva opción democrática con un nuevo proyecto nacional y una nueva ética política para construir un México democrático, humanista, unido y progresista donde haya un diálogo tolerante e inteligente y acuerdos, abierto al mundo, no estatista, con respeto total a los derechos humanos, con un Estado de derecho, donde también el poder no radique en la demagogia, sino en la reciedumbre, los valores y la fuerza de carácter de los mexicanos.
Mucho de esta aspiración tiene que ver con la educación, con que las familias y la escuelas formen al nuevo ciudadano con alta autoestima, no atenido, independiente y solidario, con identidad nacional y una gran empatía por los demás, con valores morales como la franqueza, la honestidad, la autonomía, la solidaridad y el sentido de la justicia.
La gente sabe que ni con Morena, ni con la 4T, ni con el actual presidente, esto se alcanzará.
Por eso los van a sacar a punta de votos en el 2024.
El del palacio lo sabe y por eso quiere destazar al INE.
Pero mañana la ciudadanía libre y pensante, le mandará contundente y valiente mensaje al que todo le ha salido mal.
Mañana domingo nos vemos en el parque Morelos de La Piedad a las 10:30 de la mañana,
Sean felices.