Una película de bajo presupuesto, sin estrellas reconocidas en su elenco, pero asociada a la derecha religiosa y a una prominente teoría de conspiración, consigue superar en taquilla al famoso Indiana Jones.
Se trata de Sound of Freedom (o Sonido de Libertad), un thriller de bajo costo que, a pesar de todo, logró acumular 14,2 millones de dólares en la taquilla estadounidense durante su primer fin de semana, superando los 11,7 millones recaudados por Indiana Jones y el Dial del Destino.
Las cifras de Sound of Freedom son aún más sorprendentes cuando se sabe que su presupuesto fue de 14,5 millones de dólares, y que su recaudación total en su primera semana en taquilla se acercó a los 40 millones. Estos números son muy destacables en estos tiempos difíciles para Hollywood, y preocupantes si consideramos que la audiencia objetivo de la película está formada en parte por seguidores de teorías de conspiración de extrema derecha.
El éxito ‘milagroso’ de Sound of Freedom se debe en gran medida a una campaña de ‘paga adelantada’, mediante la cual los espectadores más generosos compraron entradas para que otros pudieran ver la película de forma gratuita. Angel Studios, una compañía con sede en Utah y orientada al público religioso y conservador, centró su promoción en atraer (a través de redes como TikTok) a segmentos de la audiencia potencialmente interesados en su mensaje, y residentes en las regiones más conservadoras de Estados Unidos, conocido como el ‘Cinturón de la Biblia’.
Sin embargo, las cosas se complican cuando se reconoce que el guión y la campaña de la película están asociados a teorías de conspiración como la llamada ‘QAnon’. Esta teoría sostiene que una red de pedófilos izquierdistas y adoradores de Satanás controla el poder en Washington.
Varios medios anglosajones han etiquetado a Sound of Freedom como propaganda conspirativa de extrema derecha. A su vez, medios como Fox News y The Daily Wire han defendido la película y atacado a sus críticos.
A pesar del entusiasmo de sus seguidores, es importante recordar que la mayoría de los abusos sexuales contra niños no provienen de redes mafiosas internacionales, sino de personas cercanas a las víctimas, y que las teorías propagadas por QAnon parecen ser meras fantasías cuyas profecías no se han cumplido.
Si algo confirma el éxito de Sound of Freedom, es el poder del sesgo de confirmación para difundir ideas extremistas que ya han incitado actos violentos. Aquellos que ven en la película la Verdad probablemente atribuirán las críticas negativas a las fuerzas del mal y no escucharán ninguna objeción. Parece ser un mal momento para aquellos que prefieren buscar los males del mundo en la injusticia social en lugar de en conspiraciones ocultas.