Por: Rafael Ayala Villalobos
Cara Rafael Ayala Villalobos, carus amicus.
Opto primum ómnium, Deus, bene valere cum populo pio (mejor dejo el latín y le sigo en español porque no me vas a entender y porque no vaya a ser que las autoridades de México supongan que se trata de un “compló” de esos que alguien dice que un tal Salinas de Gortari organiza de vez en cuando, ya ves que allá toda idea diferente es conspiración; toda oposición legal, conservadurismo fascista; y toda protesta legítima así sea por tener tratamientos y medicinas completas, ganas terroristas de dar un golpe de Estado). Así que sigo en español.
Ahí te voy.
Recibí tu atenta epístola del otro día en la que te quejas de todo y me das chisme y medio sobre cómo los grandes males de México están afectando negativamente a los piedadenses, destacadamente la desaparición forzada de personas, paisanos tuyos.
¿Qué quieres? ¿Qué me meta en asuntos internos de otro Estado siendo yo un respetuosísimo Jefe de Estado de otros estados? ¿Qué soliviante los ánimos de los mexicanos católicos y dé línea a los obispos y sacerdotes para que desestabilicen a la nueva Veneméx? No señor, lejos de mí tareas tan mundanas. Yo a lo mío, porque como dicen tus coterráneos: “Zapatero a tus zapatos”, o sea que “Catequista a tu catequesis”.
Sin embargo, te quiero exponer algunas reflexiones.
¿Ahora se quejan? ¿No es cierto que como ciudadanos se desentendieron por años de la política y de los asuntos públicos? ¿O no es verdad que veían mal a los políticos de todo signo y de todo partido y les dieron la espalda?
¿No es cierto que tanto el sector público como el privado se enfangaron en la corrupción? Luego fingieron que se hartaron y apoyaron a quien se les puso enfrente con una varita dizque mágica para arreglar todos los males nacionales y ahora esos males están peor, según me reporta el Nuncio Apostólico.
¿No es cierto que ustedes practicantes asiduos de “el que no transa no avanza”, de burlar al fisco, de robarse la señal de internet del vecino, y de poner “diablitos” en los cables de electricidad, de dar “mordidas” a diestra y siniestra, se dieron baños de pureza y le creyeron al primer merolico profesional que los embaucó? ¿Y ahora se quejan y están a punto de volver a cometer el mismo error?
Los del gobierno mexicano no llegaron de Marte, surgieron de la sociedad mexicana. El gobierno es lo que es la sociedad. ¿Lo entiendes? Si una comunidad desprecia la cultura de la legalidad, su gobierno la despreciará también. ¿Bene intellegis?
Mira Rafael: el sistema político que tiene México brotó viviendo las fallas y los déficits de la democracia mexicana que tanto esfuerzo, sangre y muertes les costó medio construir.
Pero para que haya democracia se necesitan demócratas; ustedes se han portado como clientela política y no como demócratas ejercientes. Así es que descuidaron su democracia. La prostituyeron, pues.
Llegó un gobierno nuevo por la avenida democrática, pacífica y constitucional y luego éste mismo gobierno ahora intenta desempedrar esa avenida para que ya nadie pueda transitar por ella a fin de llegar al poder.
En el gobierno están intentando desmantelar el empoderamiento de la sociedad civil, nulificar la división de poderes, preparar la vía armada con el Ejército para permanecer en el poder y debilitar la vía electoral, incluso rompiendo el orden constitucional.
Yo no me puedo meter. Solo puedo orar y orientar. Pero comparto sus angustias.
Sé que el actual gobierno prometió más democracia y libertad; ofreció recuperar la dignidad ciudadana con avance económico, realización de los derechos humanos y progreso para los olvidados y excluidos, pero terminó -como dice el mexicanismo- siendo peor el remedio que la enfermedad, o dicho de otros modos: salió más caro el caldo que las albóndigas o salieron de Guatemala para entrar a guatepior.
Ustedes saben que llevan cinco años viviendo fracasos, pero es que están pagando la penitencia de haber sido negligentes, atentos solo a su vida privada con egoísmo marcado. Y como que ya se acostumbraron a vivir así.
Están en el declive del tobogán de la decadencia. Me gustó esta frase: “están en el declive del tobogán de la decadencia”, así han estado en otros tiempos, recuérdalo, han tenido periodos muy feos, incluso sangrientos y cruentos como las revoluciones de Independencia, la Reforma y la de 1910, y sin embargo nunca habían errado tanto del camino, o como dicen ustedes: nunca se habían orinado tan fuera del bacín, viviendo un periodo tan intolerante, tan escaso de soluciones y de ideas, sin principios ni valores, ahogados en corrupción, mentira tras mentira.
Pero te digo, como que a ustedes les gusta eso.
Por ahí han de tener guardados en un cajón polvoriento los Sentimientos de la Nación del Gran José María Morelos, que si hubiera sido en mi tiempo yo nunca hubiera autorizado su excomunión. Sáquenlos, léanlos, vívanlos. Rebélense con ellos, si fuera menester.
Ahí está su guía, su ruta, su rumbo, déjense de estar importando asesores de otros países.
Otro Gigante de la Humanidad, el Gran Miguel Hidalgo apuntó con su dedo a la realización de la felicidad humana logrando salud, libertad de expresión, seguridad, educación, alimentación y servicios. ¿Cómo los tienen? ¿En los suelos? Es porque se dejan, por apáticos y perezosos para defender su democracia, su justicia social y su Patria.
Y no creas que nada más tú me escribes. A diario me llegan epístolas quejumbrosas de mexicanos. Que si está militarizando el país, que si la delincuencia organizada se mete en las elecciones, que si casi pierden la condición de ciudadanos y hasta de humanos, que los tratan mal acusándolos de lo peor, que…
No vayan a estar como la tamalera del mercado de La Piedad: quéjese y quéjese pero vende y vende, porque, ¿sabes? Yo creo que no todo ha de estar tan mal como dices; algunas cosas estarán bien.
¿O qué peros le pones a la pensión de los adultos mayores que uno de cada cinco hogares recibe?
De los demás subsidios sociales no te digo nada porque los han rebajado. Van ejemplos: solo el 7% de los estudiantes recibe la beca cuyo nombre mejor no pronuncio porque me salen ronchas, bueno sí, Benito Juárez. Y haz de saber que la beca de Prospera en los anteriores gobiernos llegaba a 17% de los jóvenes estudiantes, solo que era menos cacaraqueada.
La beca de Jóvenes Construyendo el Futuro nada más le llega al 0.3% de las familias, o sea que casi ni pinta. (INEGI-Enigh)
Ustedes son un pueblo de cabeza dura, reconócelo. Son como los israelitas que adoraron al becerro de oro enfrente del Sinaí y que a cada rato le reclamaban a Moisés la falta de resultados. Piden sin freno, ¿pero que hacen por ustedes mismos?
Ustedes son muy lentos para aprender de sus experiencias, o como dicen los mexicanos: son burros-macetones. Desdeñan los valores y no los vivencian. Ah, pero cómo los exigen al próximo. Así que de valores democráticos ni saben, por eso cualquiera los tiraniza.
Les gusta vivir en la derrota, incluso en los deportes. Se regodean en el desbarajuste de su país, en su destrucción autorizada, podríase decir en su suicidio colectivo.
Por eso el gobierno en el fondo desprecia al pueblo mexicano, al que quiere esclavizar, no otra motivación orienta sus políticas públicas.
Comprendo, una nación con esos males tiene desconfianza en el diálogo con quien ni siquiera cumple lo que establecen las leyes, que además quiere concentrar todos los poderes y casi todo el dinero.
Mi recomendación es que dialoguen.
No se cansen de intentarlo.
Diálogo viene del latín y antes del griego y significa: dia “a través” y logos “palabra o razón”.
Así que razonen, hablen, acuerden.
El otro día me dijiste que eso no era posible. Yo creo que sí. Siempre hay un rinconcito para el discernimiento.
Te diré la clave: cuando dos o más personas hablan o dialogan es porque todos consideran que los otros también son personas.
Persona viene del latín per-sonare, que significa hacer sonar, de donde se deriva personaje, personalidad, persona humana.
Ahí está el detalle, como dijo Cantinflas.
Empiecen por querer ser personas humanas nuevamente y por ver a los que piensan diferente también como personas.
Suenen todos, háganse escuchar, busquen la armonía y la concordia.
Practíquenlo y luego me cuentas que pasó.
Benedicat Deus populo pietas.