En un movimiento sorprendente, el Ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, designado por el recién asumido presidente Javier Milei, anunció una drástica devaluación de la moneda argentina, llevando el tipo de cambio a cifras sin precedentes.
A partir de este 13 de diciembre, un peso mexicano ahora equivale a 42.36 pesos argentinos, marcando un cambio significativo en la relación monetaria entre ambos países.
Antes de esta decisión, el valor de un peso argentino se situaba en 0.047 pesos mexicanos, mientras que un peso mexicano valía 21.18 pesos argentinos. Esta acción ha generado impacto no solo a nivel local sino también en la esfera internacional, afectando las tasas de cambio globales y desencadenando preocupaciones en las transacciones comerciales internacionales.
Si se observa en términos del dólar estadounidense, el peso argentino antes de la devaluación representaba apenas 0.0027 centavos de la moneda estadounidense, lo que equivaldría a un dólar por 366.50 pesos argentinos. Sin embargo, con la devaluación, ahora un dólar se cotiza a 800 pesos argentinos.
Estas medidas forman parte de un plan de emergencia implementado por el gobierno argentino para hacer frente a la crisis financiera. Luis Caputo justificó estas acciones comentando: «Vamos a estar durante unos meses peor que antes, particularmente en términos de inflación. Si seguimos como estamos, no tengan dudas que vamos a una hiperinflación».
La devaluación también ha impactado directamente en las relaciones comerciales con México, donde ahora un peso mexicano se cambia por 42.36 pesos argentinos, representando un cambio drástico respecto a la situación anterior. La medida, que busca abordar el déficit fiscal, afectará a inversores y comerciantes internacionales que operan en Argentina, marcando un nuevo capítulo en la economía de la región.
