Ciudad del Vaticano.- Durante la misa dedicada a la Palabra de Dios en la basílica de San Pedro este domingo, el Papa Francisco expresó su pesar por la falta de lectura de los Evangelios entre algunos creyentes y alentó a los fieles católicos a llevar siempre consigo la Biblia.
En su homilía, el pontífice cuestionó el lugar que se le da a la Palabra de Dios en la vida cotidiana de los creyentes, preguntándose: «¿Qué puesto reservo yo a la Palabra de Dios en el lugar donde vivo? Allí habrá libros, periódicos, televisores, teléfonos, pero ¿dónde está la Biblia?».
Francisco continuó interrogando a los fieles sobre la presencia del Evangelio en sus vidas diarias: «En mi habitación, ¿tengo el Evangelio al alcance de la mano? ¿Lo leo cada día para orientarme en el camino de la vida?».
El Papa aconsejó llevar siempre consigo el Evangelio, ya sea en el bolsillo, el bolso o el teléfono, destacando que si amamos a Cristo, no deberíamos dejarlo en casa y no llevar con nosotros su Palabra.
«El Evangelio es el libro de la vida, es sencillo y breve», lamentó el Papa, señalando que muchos creyentes nunca han leído uno desde el principio hasta el final. Francisco instó a la comunidad a dejarse conquistar por la belleza que la Palabra de Dios aporta a la vida y a aferrarse a la mansedumbre de la Palabra que salva, especialmente en un mundo donde las palabras violentas se destacan en la sociedad y las redes sociales.
Asimismo, el Papa abordó la tendencia de escuchar la Palabra de Dios sin interiorizarla, destacando la importancia de no solo oírla, sino también escucharla, guardarla y permitirse ser provocados al cambio por ella. Con estas reflexiones, el Papa Francisco busca fortalecer el vínculo de los creyentes con la Sagrada Escritura en su vida diaria.