Dicen Las Malas Lenguas que dentro del Comité Nacional de Morena ya decidieron que en La Piedad la candidatura a la diputación local la encabezará Melba Albavera y que Moisés Rodríguez será el candidato a la presidencia municipal.
Esta versión comenzó a sonar a media semana, después de que Roberto Carlos Ibarra rechazó el ofrecimiento de ser el candidato a la diputación. Él prefirió seguir al frente de la Jurisdicción Sanitaria y atender su negocio, donde ya tiene un buen prestigio y una importante fuente de ingresos.
Sin embargo, ayer viernes, trascendió que el acuerdo está dado y que solo es cuestión de tiempo para que se haga oficial.
La imposición (¿de qué otra manera se le puede llamar?) de Melba Albavera como candidata a diputada local deja muchas fracturas al interior de Morena. ¿Entonces para qué tanto circo con la famosa encuesta? ¿Para qué le dieron alas a Daniel Aranda? Le dijeron que lo apoyaba el grupo de la también candidata a diputada Tere Mora y pues … nada.
El caso es que ni Daniel, ni Jesús Vega, ni Alipio Bribiesca y menos su hermano Rodrigo irán tras esa curul.
En caso de que esto se confirme, que muy probablemente así será, Melba Albavera se enfrentará en la contienda a Vanessa Caratachea. Ambas, llegarían a una elección, en circunstancias muy similares: por imposición, con el descontento de la militancia y el desagrado de los partidos que se dicen sus aliados.
Así es la política.
Dicen las Malas Lenguas que en el tema de la candidatura por la presidencia municipal de Morena, ocurrió el escenario menos probable, pero el más peligroso para los intereses de quienes fundaron este organismo político y sus seguidores.
La designación de Moisés Rodríguez como el abanderado de la coalición conformada por Morena- PVEM – PT “es autoritaria, antidemocrática y va en contra de los principios que hemos defendido”. Así lo han señalado los otros personajes que buscaban contender de una manera transparente, honesta y democrática.
Aunque, debemos decir que tanto Jonathan Bañales, Gabriel Aguirre, Iván Rizo, José Luis Bernal, Esteban Ramírez y demás personajes que se anotaron para contender por dicho cargo pecaron de inocentes al confiar demasiado en una encuesta de la que nadie sabía, sabe o supo cómo se realizó, ni bajo qué método o circunstancia. Da risa cuando uno recuerda que los morenistas no confían en el INE pero sí fincan sus esperanzas en mecanismos de elección tan opacos como los suyos.
Ha trascendido que la designación del candidato tuvo más bien su origen en una negociación de Carlos Torres Piña y la diputada Seyra Alemán con las cúpulas nacionales.
Curiosamente, ese grupo era el que en un principio apoyaba a Gabriel Aguirre, pero algo rompió la relación. ¿Quién traicionó a quién? Eso quizá nunca lo sabremos.
Dicen las Malas Lenguas que, con lo anterior, se vienen grandes confrontaciones y el posible desmoronamiento de Morena en La Piedad. Por lo pronto, ya sabemos que Iván Rizo se va a los tribunales a defender lo que él considera es un atropello a sus derechos y una violación a los estatutos del partido.
A José Luis Bernal, más conocido como el doctor Pepito, ya le ofrecieron ser el candidato del partido “Tiempo X México”, conformado por el dirigente transportista Trinidad Martínez Pasalagua.
El doctor Pepito por sí mismo tienen un nutrido grupo de seguidores y esta sería la tercera ocasión en que Morena lo deja fuera de toda posibilidad bajo circunstancias muy sucias. Por otro lado, el gremio del transporte público, que, en La Piedad, representa Jesús Ramón Soto es también muy nutrido y sin duda a quien más votos le quita es al Partido Acción Nacional y sus aliados (¿?).
Las otras agrupaciones al interior de Morena muy difícilmente se unirán al proyecto de Moisés Rodríguez (ya mencionamos el distanciamiento entre Gabriel Aguirre y Seyra Alemán). La alianza con el Partido Verde tampoco está muy conforme con esta situación, dado que el acuerdo era que ellos, con una candidata mujer, encabezaran la planilla.
A menos que coloquen a Edmy Paz en la primera regiduría (ni la sindicatura le conviene) difícilmente puede haber acuerdos. ¿Y el PT? Sabrá Dios.
Dicen las Malas Lenguas que en el lado de la oposición (ellos dicen llamarse así, pero nunca han fungido como tal) la candidatura del doctor Jesús Infante Ayala ya está en marcha, pero no levanta.
Si bien, tuvo importantes logros en su municipio, estos no llegaron a los oídos de quienes viven más allá de Quiringüicharo. Si a esto le suma usted que en los lugares donde se presenta se hace acompañar de priistas y perredistas impresentables, no hay mucho que hacer.
El discurso de “nos unen las coincidencias y nuestros ideales”, solamente se lo creen Marko Cortés, Alejandro Moreno “Alito” y Jesús Zambrano. La gente de a pie sigue sin entender qué carajos hacen juntos priistas, panistas y perredistas.
Mientras tanto, Miroslava Shember va caminando, sin un cinco para hacer campaña, pero a pasito a pasito, firme.
Dicen las Malas Lenguas que será muy difícil que el PAN vuelva a ganar la diputación local. Aunque ya mencionamos algunos aspectos negativos que puede tener la campaña de Melba Albavera, existen condiciones mucho más complicadas para que Vanessa Caratachea pueda alzarse con la victoria.
Una de ellas, es la falta de trabajo en el distrito y otra, el poco respaldo que tiene dentro de la militancia panista. (En la cúpula estatal es otra cosa, ahí sí la respaldan y por eso la hicieron candidata, pero es un grupo demasiado cerrado al que solo familiares y amigos muy cercanos tienen acceso).
El proyecto de Vanessa parte de una aberración: ser candidata por las dos vías, plurinominal y constitucional sin más mérito que ser amiga de sus amigos. Los propios panistas atribuyen esto a un capricho de Cuquita Cabrera y José Manuel Hinojosa, para bloquear toda posibilidad al grupo de Hugo Anaya. (Ooootra vez Hugo como manzana de discordia).
Si a esto se le agrega que en varios municipios del distrito el PRI decidió ir separado del PAN, difícilmente los militantes tricolores de esos lugares votarán por ella. Misma situación que ocurre con el PRD y sus seguidores.
Pero insisto, ¿para que demonios hacen una alianza estos tres partidos, si al final cada quien hace lo que le da la gana? No me salgan con el cuento, de que eso es la democracia y libertad. Hay un principio fundamental: la lealtad y el respeto. Eso no se logra con líderes sentados desayunando y negociando posiciones mientras el país se cae a pedazos.
Dicen las Malas Lenguas que hasta ahorita Samuel Hidalgo se siente demasiado cómodo con los resultados de su gobierno. Pero es el momento crítico, en el que cualquier error le puede costar caro.
El descontento de los vecinos de Ciudad del Sol por el agujeradero de calles que dejó el Sapas es algo que no está siendo atendido. Lo mismo pasa con los vecinos del barrio del Carmen y todo Mariano Jiménez que despiertan cada fin de semana con un antro nuevo en la esquina de sus casas.
Urge que el Oficial Mayor, Juan Carlos Chávez Rojo se ponga vivo con el personal a su cargo. Que los ponga a trabajar. Ahí dentro del gobierno municipal tienen al personaje que ha estado impulsando, en horario laboral y con recursos públicos a Moisés Rodríguez, el personaje que ahora será el oponente de Samuel en la contienda electoral. Por cierto, ¿Qué dirá de esto el sindicato? ¿A quién le jurará ahora amor eterno?
Esto se pone muy interesante.