El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recomienda a los varones atender en fase temprana la hiperplasia o agrandamiento de la próstata, con el objeto de evitar complicaciones como tumores benignos o malignos, que generen deterioro en su calidad de vida.
El especialista en urología de la Unidad de Medicina de Atención Ambulatoria (UMAA) No. 75 en Morelia, Rafael Bernardo Roa Ortiz, señaló que los primeros signos de alerta son las alteraciones en la micción o al orinar.
Dichas complicaciones comienzan con: anormalidad en el chorro de la orina, como intermitencia o goteo; mayor esfuerzo, irritación y aumento en la frecuencia de ir al baño, sobre todo por las noches; puede existir sangrado e incluso, como indicativo de una mayor complicación, se presenta obstrucción o taponamiento de la vía urinaria, por lo que se hace necesario acudir al servicio de urgencia hospitalaria para la colocación de una sonda.
Sin embargo, estos síntomas no son precisamente indicativos de cáncer de próstata, sino de una hiperplasia benigna, que atendida a tiempo puede evitar complicaciones o derivar en tumores malignos.
Describió que, conforme avanza la edad del varón, aumentan las posibilidades de padecer la hiperplasia prostática, pero que a partir de los 35 años ya se detectan tumores de todos los grados y requiere de atención inmediata.
En el marco del Día del Padre, el especialista del IMSS recomendó a los varones y a su pareja poner atención a esos cambios en la micción, “porque la próstata avisa cuando que hay problema”.
Reseñó que son cambios sutiles a los que el varón se acostumbra, porque piensa que son parte de un proceso de envejecimiento, y cuando de plano no puede orinar o hay sangrado, es cuando ya acude al médico y puede ser en fases tardías. Lo mejor es acudir cuando sólo se hable de un proceso inflamatorio o infeccioso.
Expuso que a partir de los 40 años el varón debe acudir con el médico familiar de su clínica para prevenir y en caso de alguna anormalidad, aquel lo derivará al especialista de Segundo Nivel de Atención, quien realizará diversos estudios como el antígeno prostático específico, ultrasonido o en su caso, el tacto rectal, cuando las complicaciones han avanzado a niveles de taponamiento o sangrado.
Explicó que el ultrasonido de la próstata permite la valoración también de la vejiga, para ver la cantidad de orina que se queda, así como la repercusión o disfunción que originó el problema obstructivo.
En el caso del marcador tumoral con antígeno prostático específico, Roa Ortiz dio comentó que si el resultado se ubica entre 0 y 4 es normal, pero si la numeración va del 4.0 al 10, es un indicativo en fase amarilla, lo que lleva a pensar en un proceso inflamatorio o infeccioso, para lo cual se indica tratamiento médico. En caso de no ser suficiente, se realizan tomas de muestra para análisis, ante sospecha de cáncer de próstata.
Señaló que al igual que las mujeres, que cada año realizan acciones para evitar cáncer mamario y cervicouterino, los hombres deben acudir de manera anual a valoración a través del ultrasonido y antígeno prostático.
Finalmente, indicó que las cuestiones culturales como el machismo, frenan al varón para acudir a revisión de próstata, sobre todo por el tacto rectal, pero éste sólo se realiza en estadios avanzados del problema.