Dicen las Malas Lenguas que hace unos días, el Consejo Estatal del PAN sesionó para definir la estrategia a seguir en el próximo proceso electoral y tomaron la decisión (como si hubieran tenido mejores opciones) de ofrecer su estructura, su militancia, su historia, su legado y su filosofía al mejor postor.
Saben que no tienen un personaje al que lo conozcan más allá de la manzana donde vive y por ello están dispuestos a aliarse con el PRD, PT, PVEM o incluso el PRI. Todo organismo político que tenga más de dos militantes es buen aliado con tal de que no gane Morena, es la lectura que se desprende después de escuchar las entrevistas y declaraciones que han dado Oscar Escobar Ledezma, líder en el papel del Comité Ejecutivo Estatal y a José Manuel Hinojosa (quien realmente decide).
Aquí lo que llama la atención es que el PAN no está buscando ganar una elección, ni siquiera tiene planeado competir, se conforma con que su logo aparezca en las boletas y que algunos de sus consejeros puedan obtener alguna chambita en el gabinete estatal. Realmente, mediocres.
Dicen las Malas Lenguas que lo que realmente tiene a los partidos políticos con las uñas afiladas, fue la decisión del INE con respecto a la equidad de género. Si a muchos les molestó la idea de tener que llevar mujeres encabezando las candidaturas de siete de los 15 gobiernos estatales que deben renovarse en julio de 2021, imaginemos el tremendo lío que se generará por la ordenanza que establece que, en las contiendas locales, cada partido debe llevar una figura de genero distinto al que postularon en el proceso de 2018.
Aterrizando todo esto, debemos recordar que en aquel entonces el PAN, PRD y PVEM se unieron para postular a Alejandro Espinoza; el PRI postuló a Juan Manuel Estrada; Jonathan Bañales encabezó la planilla de Movimiento Ciudadano, mientras que Ramón Maya fue el abanderado de la coalición formada por Morena, Partido del Trabajo y el ahora inexistente Partido Encuentro Social. Gabriel Bernal participó por la vía independiente.
Bajo el criterio mencionado líneas arriba, ninguno de los partidos políticos puede llevar como cabeza principal de su planilla a una figura masculina. De ser así, el PRI tendría que decidir entre Teresita Cano, Alicia Ojeda, Rosenda Rodríguez; por el PAN tendríamos a Brenda Orozco, Vanessa Caratachea o Blanca Iris Espinoza como candidatas a la alcaldía; el PRD podría postular a Tatiana Ayala o Gema Solorio; Morena estaría siendo representado por Melba Albavera; el Partido del Trabajo impulsaría a Marcela Casillas o Nancy Basurto.
De verdad, algunas de las aquí mencionadas tienen una mayor capacidad y honestidad que cualquiera de los varones que pretende el cargo de munícipe.
¿Votaría usted por una mujer?
Dicen las Malas Lenguas que los liderazgos del PAN o lo que queda de este organismo político, argumentan que cada municipio será libre de decidir la ruta que habrá de seguir para definir a sus candidatos, pero lo más seguro que en esas negociaciones irán implícitas la imposición de regidurías.
En La Piedad, ya una vez ocurrió que el inge Juan Manuel Estrada no pudo decir no a la imposición de una regidora del PVEM oriunda de otro municipio, como tristemente fue el caso Sofía Hernández y su gris presencia en el cabildo; tres años después Alejandro Espinoza se tuvo que tragar sus palabras al permitir que el mismo partido le impusiera a Dirvana Aguirre (dicha regiduría fue rechazada por el IEM y la impugnación que hizo Gabriel Bernal dio como resultado que Gloria Rizo se ganara 45 mil pesotes mensuales).
Actualmente, y gracias a los cochupos del panismo estatal, el pueblo piedadense tiene que sufrir la presencia de los supuestos perredistas José Eduardo Torres y Sukey Silva Alvarado en uno de los peores cabildos de la historia de éste municipio.
Ya sé que nadie me preguntó, pero yo pienso que las alianzas, coaliciones, candidaturas comunes, o como le quieran llamar solo sirven para que gane un partido político, aunque el pueblo sea quien tiene que pagar las consecuencias. Asi, pos tá cabrón.
Dicen las Malas Lenguas que varios sectores de la sociedad piedadense piden, exigen, reclaman la destitución de varios directores de área en el Gobierno municipal de La Piedad, mismos que se han dedicado a “nadar de muertito” durante la pandemia.
En una reciente conferencia de prensa, el presidente Alejandro Espinoza y el tesorero Rigoberto Ortiz Sierra revelaron un difícil panorama económico para el municipio, dados los recortes presupuestales a nivel estatal.
Lo que los piedadenses nos quedamos con ganas de escuchar fue la estrategia para enfrentar esta situación: recorte de gastos, desaparición de oficinas inoperantes o la fusión de algunas de ellas.
En los pasillos del palacio municipal ya varias voces le han planteado al alcalde fusionar las coordinaciones de Turismo y Vinculación internacional con Promoción Económica; Ecología, Rastro y Mercados con Servicios Públicos; el Implan con Urbanismo y Obras Públicas; Cultura y Deportes con Educación.
Habrá quien pegue de gritos para defender esas plazas, pero la neta los titulares de esas oficinas no han justificado su razón de existir.
Dicen las Malas Lenguas que en días anteriores se generó una fuerte polémica por el crédito solicitado por el Gobierno de La Piedad para solventar los gastos de fin de año, en una sesión extraordinaria de cabildo celebrada a la media noche.
En esa sesión, se visualizaba que algunos regidores votaran en contra de la propuesta planteada por el presidente Alejandro Espinoza, quien estableció el compromiso de liquidar el préstamo antes del mes de mayo entrante y que el dinero se estaría empleando para el pago de prestaciones laborales.
El caso es que había un “as bajo la manga” en caso de que hubiese oposición: era autorizar la contratación del crédito o que los propios regidores y directores de área dejaran de cobrar su salario hasta que las finanzas municipales se estabilizaran (más o menos como en febrero, cuando comienza la recaudación del impuesto predial).
Al final, el punto se votó por mayoría y aunque hubo algunos que se opusieron, nadie ha querido a hablar públicamente del tema.
Dicen las Malas Lenguas que, en la pasada sesión de la Mesa de Seguridad de Michoacán, algunos de los asistentes le mostraron al Secretario de Gobierno, Carlos Herrera Tello, la edición anterior de Las Malas Lenguas donde hablamos de las carencias que existen en el Centro Estatal de Comando, Comunicaciones, Cómputo, Control, Coordinación e Inteligencia (C5i).
Inmediatamente el funcionario replicó, diciendo que todo se encuentra funcionando perfectamente. Aseguró que en La Piedad operan 336 cámaras de video vigilancia, colocadas en 84 puntos específicos y que solo un poste tiene afectaciones por la falta de pago de energía eléctrica.
Todo está bien, según el funcionario, quien afirmó que las cámaras se monitorean las 24 horas los 365 días del año y la información que de ahí se desprende se canaliza de inmediato a los elementos de la Policía Michoacán, quienes arduos, rápidos y veloces inhiben cualquier situación que pueda poner en riesgo a los ciudadanos o que represente la comisión de un delito.
Días después, la Embajada de Estados Unidos entregó al Gobernador Silvano Aureoles una constancia de la Comisión de Acreditación para Agencias que Aplican la Ley por la calidad de los servicios que presta el C5i de Michoacán.
Entonces, todo está bien. Son figuraciones nuestras y de los ciudadanos aquello de los delitos sin resolver por falta evidencias, de los robos cometidos frente a las cámaras de vigilancia, de los delitos del fuero común que se cometen todas las noches en distintas colonias del municipio, de las emergencias no atendidas por falta de personal paramédico.
Por cierto, el Gobierno del estado ha cortado, desde hace 10 meses, el suministro de combustible de los vehículos destinados a la atención de emergencias. Pero, bueno, ellos tienen otros datos.
Dicen las Malas Lenguas que hay por lo menos 19 aspirantes a ocupar la presidencia municipal el año entrante. Estamos hablando de los panistas Samuel Hidalgo, César Oceguera y Luis Lopez, con la posibilidad de una reelección por parte de Alejandro Espinoza. Están los priistas Hugo Pérez y Rodolfo Chavolla; los morenistas Ramón Maya, Melba Albavera y los perredistas José Eduardo Torres y Sukey Silva (ella dice que es de Morena, pero en ese partido la desconocen).
Esos son los que tienen una reconocida militancia en algún partido político, pero también aspiran a gobernar La Piedad enfundados con la casaca de Morena, personajes como Jorge Valera, José Luis Bernal (el doctor Pepito), Jonathan Bañales y Fernando Arellano.
No podemos omitir, porque luego nos reclaman, a Adolfo Rojas, Iván Rizo, Gabriel Bernal, Erick Ramírez y hasta Hugo Vázquez, quien en algun momento se pensó podría ser el candidato de “México Libre”.
A la mayoría de ellos los vemos muy activos en las redes sociales: algunos presumen trabajos que por responsabilidad tienen qué hacer y otros criticando lo que los primeros han dejado de realizar.
Yo pregunto, ahora que estamos en plena pandemia, con graves desabastos en los servicios de salud, con una enorme crisis económica, con broncas del tamaño del mundo para que los niños puedan estudiar; con amigos, conocidos y familiares muriendo o convaleciendo por el Covid-19, ¿cuál de todos los anteriores ha sido bueno para brindarle una ayuda real a la gente?
Dicen las Malas Lenguas que mientras el pueblo sufre por la pandemia derivada del Covid-19, Josué Ruiz Meza se ha autoproclamando como el “brazo derecho” del jefe la jurisdicción sanitaria 6.
Está bien que tenga una autoestima alta y que crea que su trabajo es importante, porque si se aplica en lo que debe ser realmente puede beneficiar a mucha gente.
A últimas fechas, ha dejado de lado sus conocimientos médicos y dedica la mayoría de su tiempo a las artes audiovisuales y no lo hace tan mal, el problema es que, en lugar de hacer videos de promoción a la salud, anda empleando su tiempo, su esfuerzo y hasta recursos en promover a un candidato de Morena a la presidencia de Numarán. Y mientras, el pueblo que se joda.
Dicen las Malas Lenguas que después de dos años, a la diputada federal Yolanda Guerrero se le prendió el foco y decidió abrir una casa de enlace ciudadano en La Piedad. La mera verdad es que lo hace porque sueña con ser gobernadora de Michoacán.
El pasado fin de semana se anunció la inauguración de la mencionada oficina en un local de la calle General Anaya, pero resulta que cuando fueron llegando los invitados se llevaron la sorpresa de que la legisladora no tuvo tiempo de venir y mandó un representante.
¿Neta? ¿Ni siquiera en esta ocasión dignó a los piedadenses con su magnánima presencia?
Dicen las Malas Lenguas que ya se acabó la corrupción.