Por: Mayra Teresa Gaxiola Soto
No voy a opinar sobre la conveniencia o no de que el Ejército permanezca en las calles haciendo labores de seguridad pública hasta el 2028, pero sí me he sentido asqueada de ver la forma tan asquerosamente vergonzosa como se logró. Pero parece que lo peor está por venir.
Tal vez sean las mismas prácticas de toda la vida amable lector; tal vez sean los mismos protagonistas, pero definitivamente, ahora si estuvimos las últimas semanas constatando que el descaro y desfachatez no tiene fin. Creo que de plano los ciudadanos no vamos a terminar de sorprendernos nunca de la desvergüenza de los políticos.
Estoy segura de que al igual que yo, ustedes se han sentido decepcionados al ver cómo nuestros recintos legislativos se han convertido en un mercado donde se compran y venden votos, insisto, tal vez siempre ha sido así, pero no de una manera tan descarada.
¡LÁSTIMA! PODRÍAN HABER HECHO LA DIFERENCIA
Recuerdo a finales de los ochenta cuando se formó el PRD por políticos inconformes con el PRI o que de plano ya no veían ninguna posibilidad de alcanzar una rebanada de ese pastel, pero que generaron en la población que sufría graves y reiteradas crisis económicas, una gran esperanza de cambio.
¿DEJA VU?
En ese tiempo, gobernando el priista Miguel de La Madrid, se elevaron los índices de pobreza y desigualdad social de tal forma que cuando llegó el PRD, la población lo veía como la única forma, el único camino, la única ruta para vislumbrar un cambio a la situación que vivían miles de familias.
Así que, ya constituido como partido, impulsado por políticos que pasarán a la historia por su congruencia de ideas: Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, el PRD, supo aprovechar el malestar social y con la participación de reconocidos líderes sociales, atrajo la atención e incorporación a sus filas de quienes vislumbraban alcanzar una sociedad más justa e igualitaria.
Claro, como decíamos, también se unieron al PRD quienes sabían que, en el entonces poderoso PRI, ya no tenían futuro y se fusionaron unos 5 partidos de izquierda, más algunas asociaciones y movimientos sociales que lo fortalecieron. Algo muy parecido a lo que ocurrió con el MORENA.
Para nadie es un secreto que la fortaleza del MORENA hace 4 años, fue la inconformidad social. Así ocurrió en 1988 también. La diferencia es que tenían a Cuauhtémoc Cárdenas, un líder responsable y congruente.
El partido del MORENA está conformado en gran parte por gente que estuvo en otros partidos. Así pasó con el PRD. La diferencia podría decirse, es que al PRD no se unieron panistas y ahora el partido guinda alberga a priistas, perredistas antes priistas, petistas, ex blanquiazules descontentos y verde ecologistas. ¡Ah no! Perdón, éstos últimos se acomodan donde les conviene.
El éxito que entonces tuvo el PRD como decíamos, estuvo basado exactamente en lo que ahora fortaleció al MORENA, porque la población estaba ávida de un cambio, de un proyecto alternativo de nación.
Lo malo del MORENA es que ahí se han refugiado personajes de dudosa moral en sus ex partidos, sobre todo ex priistas que ahora practican en la guinda, muchos de los vicios que aprendieron y ejercían cuando tenían el poder. Y lo peor, es que no son capaces de defender la permanencia de las instituciones que ellos mismos crearon y solo porque así conviene ahora a sus intereses, dejan pisotear o eliminar políticas públicas que respondían a grandes problemas nacionales.
Y AHORA ¿QUIÉN PODRÁ DEFENDERNOS?
Hemos estado comparando al MORENA con el PRD, por la manera y razones de coincidencia en su formación, aunque actualmente los amarillos, con todo y su eslogan de que el sol siempre vuelve a salir, están a punto de desaparecer y no se ve ni siquiera un solo personaje que lo haga renacer de entre las cenizas. Como decía, es una lástima, porque es el único que ha logrado las movilizaciones más grandes de las que se tenga memoria para hacer respetar el voto ciudadano y eso, es algo fundamental que está haciendo falta en nuestro país.
Mucho se habló de que hubo diversos fraudes en las últimas elecciones, pero nadie fue capaz de lograr nada. ¿Pruebas? Parecía que tenían de sobra, pero no pasó de ahí, los acusados están ahora gobernando. Y eso, sólo fue una probadita de lo que podría pasar si se aprueban las reformas al Instituto Nacional Electoral.
El PRD solo, hizo mucho más en años anteriores que ahora en coalición con el PRI y el PAN. Pero lo peor, es que varios de sus principales cabezas están en el otro bando, empezando precisamente por quien formó el MORENA y ahora ha olvidado sus raíces, junto con cientos que le siguen la corriente.
Hoy el tema es la defensa del INE, cuando es algo que ni siquiera debería estar en la mesa de discusión. Cualquiera con dos dedos de frente lo sabe, pero así están las cosas. Van a marchar en el DF y otras ciudades del país con esa consigna, pero quién sabe si sirvan de algo esas movilizaciones. Lo primordial es convencer a quienes votarán a favor o en contra de las reformas al árbitro electoral.
Quienes ahora está a favor de lo que propone AMLO, están demostrando que tienen una memoria muy corta. Jamás hemos abordado aquí el tema de que el MORENA está conformado por ex priistas, por experredistas o ex panistas, porque consideramos que es algo natural, es decir, es un partido de reciente creación que obviamente no tenia cuadros propios, formados bajo sus principios e ideología.
Pero ahora, hoy, lo que sí extraña es que esos políticos experimentados, que hicieron su carrera en distintas organizaciones tienen algo en común. Sin importar su formación, todos sin excepción,blucharon por lograr un Instituto Electoral ciudadano que no dependiera de la Secretaría de Gobernación, que fuera un árbitro independiente.
Luego entonces, ¿por qué todos esos políticos de diversos partidos que por conveniencia o por lo que les dé la gana emigraron al MORENA ahora darían un paso atrás? ¿Será que el proyecto de transformación incluye eso? Es pregunta y ojalá me equivoque.