La Piedad, Mich.- El estadio Juan N. López fue testigo de un vergonzoso espectáculo durante el partido entre Petroleros de Salamanca y Reboceros de La Piedad, un incidente que ha generado repudio nacional y podría resultar en consecuencias graves para el inmueble y los equipos involucrados.
El encuentro, válido por la Liga Premier (tercera división), se vio empañado por una batalla campal que estalló en el minuto 70 del juego, dejando a varios futbolistas ensangrentados y forzando la suspensión del partido.
El desencadenante de la trifulca fue un codazo del arquero de Petroleros, Axel Quiroz, hacia un jugador rival, lo que resultó en su expulsión del partido.
Sin embargo, la agresión desató la furia de los jugadores de La Piedad, desencadenando una pelea masiva en la cancha del estadio Juan N. López. La violencia se extendió a las gradas, donde los aficionados también se vieron involucrados, lanzando objetos al campo.
El portero agredido, Axel Quiroz, terminó siendo atendido en la ambulancia del estadio debido a que sangraba profusamente por la posible fractura del tabique nasal.
Además del escándalo en el terreno de juego, el partido también marcó la eliminación de la liguilla del conjunto rebocero, un golpe adicional para el equipo en medio de la crisis generada por el incidente.
El árbitro central decidió suspender el encuentro debido a la falta de garantías en el campo, dejando en el aire el resultado del partido y las acciones que tomará la Liga Premier al respecto.
La Federación Mexicana de Fútbol está considerando imponer un posible veto al estadio Juan N. López como consecuencia de este vergonzoso incidente, lo que agregaría otro golpe al prestigio del inmueble y del fútbol mexicano en general.
