Por Mayra Teresa Gaxiola Soto
La gran vergüenza que debe haber pasado el perredista Rafael Ayala luego de las múltiples adulaciones públicas que hizo al panista Samuel Hidalgo como si fuera su ídolo, se disipó un poco con la estrepitosa derrota de su partido. ‘cuando menos no fue de balde tanto ridículo’.
Pero pasado el proceso electoral (que formalmente sería hasta septiembre con la resolución de la última impugnación), viene la renovación de los partidos políticos.
En el PRI el ingeniero José Mena, no quiere queso sino salir de la ratonera. Sólo está esperando el momento de pasar la estafeta y retirarse de nuevo de la vida política.
Pero en lo que llegan los tiempos, se define el método, sale la convocatoria y se da la elección, ya empiezan a ‘sonar’ algunos nombres de los ‘posibles’ políticos ‘gerber’ para liderear el tricolor, como los regidores electos Jesús Rodríguez y Gabriela Meza, así como Rodolfo Chavolla. Ya veremos llegado el momento. Lo que sí es un hecho es que ‘los dinos’ pasaron a la historia.
En tanto, el desdibujado PRD trata de justificarse en sus redes sociales con mensajes que nomás no convencen a sus militantes porque cuando dicen que el partido no hace culto a la personalidad de nadie, sólo se lee ‘Explicación no pedida…. Acusación manifiesta’.
Y el que emigró antes de que el barco sufragara fue su exdirigente y actual regidor José Eduardo Torres, quien hizo campaña para Movimiento Ciudadano en Guadalajara, con tal tino que ‘su gallo’ Pablo Lemus ganó y ya prepara maletas para buscar chamba en la perla tapatía en cuanto termine el trienio aquí.
En el PAN, su dirigente Rodolfo Ramírez -quien conoce los más recónditos secretos de Alejandro Espinoza-, sigue tranquilo en su cargo pues su período termina hasta el año que entra, pero, además, no fue electo en Asamblea y sabe que, si continúa portándose bien como hasta ahora, se mantendrá en la Presidencia.
De hecho, en el PAN no sólo de La Piedad, sino a nivel nacional, son muy protectores entre correligionarios y hacen acuerdos que se respetan para asignar cargos o rolárselos. Eso lo vemos constantemente y en la próxima administración lo constataremos de nuevo.
Ese tipo de ‘cobijo’ se hace con la máxima de que ‘vivir fuera del presupuesto es vivir en el error’.
Pero no es una práctica sólo de los panistas. Eso lo vemos en gente de todos los partidos, que una vez que prueban las mieles no sólo del poder, sino del dinero fácil, qué difícil es que quieran dejarlo. Se olvidan de ejercer las profesiones para las que estudiaron y empiezan a ‘prepararse para el servicio público de carrera’.
Así tenemos que por ejemplo Rigoberto Ortiz es el eterno tesorero con administraciones panistas. La excepción fue Ricardo Guzmán quien tenía una forma diferente de hacer gobierno por lo que se ganó múltiples enemigos dentro del PAN, pero trabajó en bien del pueblo, no de intereses partidistas.
Actualmente ‘los duros’ dentro del PAN son Alejandro Espinoza, Samuel Hidalgo y Ricardo Calderón. Este último con cargos de poca trascendencia.
A Arturo Torres ‘le hacen creer’ que lo toman en cuenta, pero saben que no tiene ya posibilidades y lo harán a un lado como ha ocurrido con muchos otros que ahora ya ni se arriman al Partido de sus amores.
Donde van con todo rumbo al 2024 es en Morena y el primer paso es sacar a los Albavera. Para ello, crearán el Comité Municipal sin nadie que lleve este apellido. ¿Y quién creen que están al frente de este proyecto? Adivinó: Iván Rizo y Ramón Maya Morales a quienes se unieron un montón que siempre han estado inconformes con el profesor y su forma de hacer política.
En este proyecto municipal, llevarían como candidato al doctor Gabriel Aguirre de La Paz, pero téngalo usted por seguro que, llegados los tiempos, Ramón Maya querrá ser ¡otra vez! Candidato a alcalde y se enfrentará en la interna al mismo Iván Rizo.
Pero mientras en La Piedad no lo quieren ver ‘ni en pintura’ José Albavera, sigue teniendo la sartén por el mango a nivel estatal bueno, al menos en el papel, porque en los hechos Raúl Morón impone su propia ley y sin ser militante de Morena es el dirigente estatal.
Pero mientras ‘sus correligionarios’ -por llamarlos de alguna manera- se desgarran las vestiduras para que su familia no tenga el control de Morena en La Piedad, la maestra Melba Albavera, va en caballo de hacienda para ocupar un cargo estatal en el nuevo gobierno.