Por: Mayra Teresa Gaxiola Soto
Buen domingo apreciable lector y muchas gracias por otro día más en que juntos podemos intercambiar impresiones sobre lo ocurrido los últimos días, como por ejemplo el «déjà vu» que vivimos el fin de semana pasado en el proceso electoral interno del MORENA al puro estilo de la época hegemónica del viejo PRI que nos dejó la sensación de que ‘esta película ya la vimos’.
El proceso que realizaron fue para ‘elegir’ a los congresistas y consejeros que integrarán el ‘cuerpo elector’ de MORENA, mismo que ‘elegirá’ a los delegados que nombrarán a los candidatos para las próximas elecciones, así más o menos está ese galimatías.
Oficialmente el asunto estuvo planeado así: En cada uno de los 300 distritos electorales federales elegirían a 10 morenistas, (3 mil en total) mitad mujeres y mitad hombres, que conformarán el Congreso Nacional de Morena, máxima autoridad del partido.
Luego, esos 3 mil congresistas sesionarán el 17 y 18 de septiembre para elegir a 300 morenistas que integran su Consejo Nacional, el cual designará a los integrantes de la dirigencia -excepto presidencia y secretaria general-. Dicho órgano legitimará las principales decisiones cupulares de la elección presidencial y gubernaturas.
Pero, además, para que entienda porqué fue tan peleada dicha elección, ese Congreso también modificará en esas fechas los estatutos del partido y se ratificará el método para elegir al candidato presidencial.
Bueno, pues según las denuncias de los testigos de primera mano, entre ellos reconocidos y honorables miembros del mismo partido MORENA, los vicios, trampas de todo tipo, coacción al voto, acarreo, voto obligado de funcionarios públicos y demás chanchullos, son exactamente los que se encontraban en el catálogo de trampas electorales en los tiempos del viejo PRI, sólo que, para estar ‘a doc’ ahora se suman otros más de moda, como el vandalismo al quemar las urnas y agarrarse no sólo a golpes sino hasta a batazos, cosas que antes no veíamos y que en las últimas elecciones (internas o constitucionales) son escenas comunes e impunes.
Fue una gran cantidad y variedad de irregularidades denunciadas por los mismos morenistas, algunas, como decíamos comunes o conocidas, pero en Villahermosa Tabasco, por ejemplo, estuvo más grave el asunto, porque además de que hubo saqueo de urnas y quema de boletas, se dieron enfrentamientos a golpes. Aunque la que se llevó las palmas fue Claudia Sheinbaum, en la Ciudad de México porque le descubrieron que junto con su secretario de «Cultura» Eduardo Rojo armaron un esquema de acarreo y de INSTRUCCIÓN de cómo votar.
Dicho INSTRUCTIVO, tenía los nombres de los «ganadores» ya escritos en un papel, para evitar cualquier tipo de error de quiénes deben ser los delegados que nombrarán a los candidatos para las próximas elecciones. O sea, igualito a lo que hacía el PRI para disimular ‘el dedazo’.
A nivel nacional todos los liderazgos compitieron con uñas y dientes por acaparar lugares, pues los congresistas se convertirán en consejeros estatales, quienes influirán en la definición de candidatos a gobernadores, diputados y alcaldes en el 2024, además de elegir -13 y 14 de agosto- a las dirigencias estatales.
Ya dentro de los órganos de dirección, los liderazgos se reagruparán para impulsar a alguno de los aspirantes a la candidatura presidencial. ¿Ya entendió? Bueno, pues en proporción de la importancia, fueron los madrazos que se dieron.
‘NOMÁS TANTITO’
¿Recuerdan al exalcalde panista de San Blas en Nayarit, Hilario Ramírez Villanueva que se hizo famoso en redes cuando admitió en un evento público que sí había robado en la presidencia, pero nomás poquito, porque sus antecesores agarraron más? Pues así se vio el presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando admitió que en el proceso interno de Morena hubo un cochinero ‘pero nomás tantito’: “No es nada comparado con lo que ha hecho la oposición”, dijo.
AMLO resaltó que era más importante la cantidad de votantes que participaron que las anomalías. Y bueno, en esto último tiene razón pues no hay duda de la capacidad de convocatoria que demostró Morena. Que hayan participado más de 2 millones y medio de personas en su elección interna no es cualquier cosa y según dijeron, muchos que no eran militantes se inscribieron.
Es más, si hacemos un análisis, el propio partido Morena ha tenido un éxito descomunal, porque apenas obtuvo su registro en el 2014 y 4 años después ya había ganado la Presidencia de la República, la mayoría en las dos cámaras y desde entonces a la fecha, pues hemos visto como gana presidencias municipales, diputaciones locales y gubernaturas, al grado de que se ha convertido en el partido más fuerte desde que el PRI perdió su predominio en 1997.
Y con esa fuerza que demuestra MORENA, pese a todos sus pleitos internos, hay miles de militantes de diversos partidos aquí mismo en La Piedad, a nivel Distrital, Estatal y Nacional, que se le van sumando porque así conviene a sus propios intereses; ahí es donde tienen la posibilidad de alcanzar un hueso.
DERECHO AL PRECIPICIO
Al comentar todos los incidentes que se dieron en el proceso electoral interno de Morena, no significa que estemos en contra de este tipo de ejercicios democráticos, porque deberían practicarse en todos los partidos políticos, aunque de manera limpia y transparente. Claro, eso es mucho pedir, porque empezando por sus propios líderes, cada uno sólo busca llevar agua a su molino y perjudican con su pésima actuación a personajes que podrían hacer un buen papel como opositores.
Ahí tenemos por ejemplo a Alito Moreno del PRI, Marko Cortes del PAN y Jesús Zambrano del PRD que francamente no sólo dan lastima, sino que están lastimando a sus propios partidos, a su militancia y nadie se explica cómo es que aún permanecen al frente si han demostrado que son unos fracasados, que se han ganado el apodo de ‘los tres mosqueteros del desastre’.
La alianza opositora debe desligarse de este trío y organizar un proceso interno, pero ‘de a deveras’, ejemplar, para la selección de candidatos tanto para ‘la grande’, como el resto del país, porque de lo contrario nada podrán hacer en contra de ‘la aplanadora’ de MORENA e irán directo al precipicio.