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Doce deseos para construir un México mejor en 2025, según la Iglesia Católica

La Iglesia Católica de México, a través de la Arquidiócesis de México, hizo un llamado este domingo a toda la sociedad para trabajar en conjunto hacia la construcción de un país más justo, seguro y solidario en el nuevo año.

En su editorial dominical Desde la Fe, presentó 12 deseos que abarcan temas clave para el desarrollo del país, exhortando a poner en manos de Dios los proyectos personales y los anhelos colectivos.


El primer deseo de la lista es la paz en México, con la aspiración de que las familias puedan vivir sin miedo, que los espacios públicos sean seguros y que las instituciones encargadas de la seguridad trabajen en estrategias efectivas para prevenir la violencia.

El segundo deseo se centra en un sistema de salud accesible y digno, con atención integral, incluyendo la salud mental, mejoras en los hospitales y solidaridad hacia los enfermos.

El tercero aboga por un sistema de justicia imparcial, ágil y responsable, donde las leyes se apliquen de manera justa y los ciudadanos actúen con honestidad.

La unidad social fue el cuarto anhelo, con la intención de transformar divisiones en puentes de entendimiento y colaboración.

La Iglesia también destacó la importancia de la familia como núcleo de la sociedad, instando a su fortalecimiento a través de lazos afectivos, respeto y solidaridad.

Otro de los deseos fue fomentar la caridad hacia los más necesitados, promoviendo la empatía y el apoyo a quienes enfrentan situaciones adversas.

En el séptimo lugar, pidió un trato digno y respetuoso hacia los migrantes, llamando a México a ser un país sensible a su sufrimiento y dispuesto a reconocerlos como hermanos.

El cuidado de la niñez ocupó el octavo lugar, buscando que todos los niños tengan acceso a educación, salud, desarrollo integral y espacios seguros para su crecimiento.

La Iglesia también expresó su deseo de acompañar a las víctimas de la violencia, con énfasis en el apoyo integral a familiares de desaparecidos, tanto emocional como jurídico.

La equidad entre hombres y mujeres fue el décimo deseo, promoviendo el reconocimiento del aporte de las mujeres y la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos.

El penúltimo deseo fue el respeto a la vida humana, valorando su dignidad desde la concepción hasta la muerte natural.

Finalmente, se pidió un México responsable en materia medioambiental, enfocado en la protección de recursos naturales y el fomento de políticas públicas y acciones individuales para cuidar el planeta.

Estos deseos, subrayó la Arquidiócesis, representan una guía para la acción colectiva, reiterando que la transformación del país depende de la participación activa de toda la sociedad.