El ajolote mexicano se encuentra ya dentro de las especies animales en peligro de extinción, confirmó un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Y es que, la población de este animal (Ambystoma mexicanum), endémico de los lagos del Valle de México y residente en los canales de Xochimilco, ha experimentado una dramática disminución en menos de dos décadas, pasando de 6,000 a tan solo 36 por kilómetro cuadrado en estado silvestre.
Este preocupante declive ha llevado a los expertos a declarar que la especie está al borde de la extinción.
El alerta fue emitido por el investigador Luis Zambrano González del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien destacó la urgencia de abordar la conservación del ajolote como una responsabilidad que compete a toda la sociedad.
En una conferencia de prensa, Zambrano González informó que el último censo, realizado en 2014, reveló la alarmante reducción de la población. Señaló que factores como la contaminación, urbanización e introducción de especies ajenas en el hábitat natural del ajolote han contribuido significativamente a su declive.
ACCIONES PARA PROTEGERLO
Para contrarrestar esta amenaza, el Laboratorio de Restauración Ecológica, bajo la dirección de Zambrano González, ha implementado diversas acciones.
Estas incluyen la creación de colonias de ajolotes, la rehabilitación de chinampas (islotes artificiales flotantes), la instalación de biofiltros para mejorar la calidad del agua y la puesta en marcha de la campaña AdoptAxolotl.
Diana Laura Vázquez, coordinadora de AdoptAxolotl, detalló que la campaña busca recaudar hasta un millón de pesos en 2024 para financiar programas de preservación, rehabilitación de chinampas y creación de refugios.
APOYO INTERNACIONAL
Hasta septiembre de 2023, la campaña ya ha recaudado más de 456,000 pesos con la participación de escuelas, empresas, sociedad civil, universidades y la embajada británica.
Vázquez enfatizó que los fondos se destinan al mantenimiento de una colonia experimental de 120 ajolotes, asegurando su alimentación, salud y variables hidrológicas. Además, se apoya económicamente a los productores que participan en el programa de chinampa refugio.
Conservation International México se ha sumado a este esfuerzo, comprometiéndose a contribuir en la evaluación de la calidad del agua durante ocho años. La colaboración de diversas entidades destaca la necesidad de un compromiso a largo plazo para la preservación del hábitat del ajolote y la recuperación de su población.
