Un estudio realizado por la Universidad de California, Berkeley, sugiere que el chisme puede ayudar a reducir los niveles de ansiedad y el estrés al que suelen verse expuestas las personas.
Además, permite fomentar la conexión social y la confianza entre los individuos, siempre y cuando se practique lejos del objetivo de perjudicar a alguien.
Participar en conversaciones sobre la vida de otros puede crear un sentido de pertenencia, lo que contribuye a un ambiente social más saludable.
Además, hablar sobre los problemas de los demás puede servir como un mecanismo de liberación emocional, permitiendo que las personas expresen sus propias frustraciones y ansiedades.
CHISME BENIGNO Y CHISME MALIGNO
La psicóloga Paulina González, especialista en relaciones interpersonales y salud mental, explica que «el chisme benigno puede ser una forma de fortalecer los lazos sociales y, al mismo tiempo, aliviar el estrés, ya que se comparte un espacio común de conversación y empatía».
Según ella, la oxitocina, una hormona relacionada con la vinculación social, se libera durante estas interacciones, contribuyendo a un sentido de bienestar general
Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todos los tipos de chisme son positivos. El chisme dañino, que incluye la difusión de información negativa o perjudicial, puede dañar relaciones y crear un ambiente tóxico. Por lo tanto, es crucial diferenciar entre el chisme benigno y el dañino.
En conclusión, aunque el chisme ha sido estigmatizado, los estudios sugieren que puede tener efectos positivos en la salud mental cuando se utiliza de manera constructiva. Promover el chisme benigno podría ser una forma efectiva de fomentar la conexión social y la empatía entre las personas.
BENEFICIOS DEL CHISME:
De acuerdo con algunas investigaciones, el chisme puede tener beneficios para la salud mental y emocional, como:
- Reducir el estrés: El chisme puede ayudar a disminuir el estrés y aumentar la felicidad.
- Regular las emociones: La oxitocina, que se libera al chismear, ayuda a relajarse y a disminuir la ansiedad.
- Promover comportamientos sociales positivos: La oxitocina también puede promover la empatía y la generosidad.
- Acercarse a otras personas: El chisme puede ayudar a crear una comunidad y a saber cómo actuar dentro de un grupo.
- Prevenir la mala conducta: El chisme puede ayudar a prevenir la mala conducta y a fortalecer amistades.
- Difundir información importante: El chisme puede ayudar a difundir información importante que no se podría encontrar en otro lugar.
- Evitar a personas egoístas: El chisme puede ayudar a conectarse con personas cooperativas y a evitar a las egoístas.
Sin embargo, el chisme también puede tener consecuencias negativas, como: Transmitir información falsa o no comprobable, Afectar el clima laboral, Generar distancia con las personas, Dañar la dignidad o la reputación de alguien.