Zináparo, Mich.- Más de 500 hectáreas de matorrales, pastizales y terrenos de agostadero han sido devastadas por el incendio que se registra en el Cerro del Águila desde los primeros días de esta semana.
El fuego, que comenzó en territorio del municipio de Zináparo ha alcanzado ya las tierras pertenecientes a la municipalidad de Churíntzio, sin que pueda ser controlado por parte del personal de las brigadas que trabajan en la zona.
Y es que, desde el lunes pasado los brigadistas que atendieron el siniestro y las autoridades municipales solicitaron del Gobierno estatal las aeronaves que se tienen destinadas para este tipo de contingencias, pero hasta el momento no se ha contado con ninguna de ellas.
Se tiene conocimiento que el Gobierno municipal de Zináparo envió una solicitud de apoyo en ese sentido al Secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña, pero solamente se obtuvo como respuesta el argumento de que “no se cuenta ya con horas de vuelo disponibles por parte de los helibaldes asignados para este tipo de actividades”.
Ayer jueves, se integraron al equipo que intenta sofocar el fuego 20 brigadistas de la Comisión Nacional Forestal, 20 elementos de la Comisión Forestal de Michoacán, 15 elementos y voluntarios del municipio de Zináparo, 6 agentes de Seguridad Pública y 5 paramédicos de la Unidad Estatal de Protección Civil delegación La Piedad.
A este personal, este viernes se les sumaron elementos del Ejercito Mexicano, quienes también participan en las tareas de extinción.
Sin embargo, la falta de herramientas y equipo adecuado han sido determinante para que la conflagración siga expandiéndose cada vez que sopla el viento, poniendo en riesgo la integridad de los brigadistas que luchan por sofocar las llamas.
La tarea es agobiante: los brigadistas tienen que caminar dos horas aproximadamente para llegar hasta el sitio de las llamas y ahí, luchan contra el fuego durante ocho horas con los pocos recursos que tienen a su alcance. Luego, descienden para descansar y regresar al dia siguiente. Las 16 horas restantes, el incendio crece y crece.