La Piedad, Mich.- A un gran sector de los mexicanos les gusta tronar cuetes por todo y donde sea. Se usan en eventos cívicos, festividades religiosas, eventos sociales, eventos deportivos, en funerales y hasta por puro gusto.
Pero no solo cuetes, también hacen estallar palomitas, barrenos, cebollitas, buscapiés, toritos y otros artefactos pirotécnicos. Para muchos, el éxito de una fiesta patronal o evento político depende del tamaño del castillo que se queme.
En el municipio de La Piedad, Michoacán, y en Pénjamo, Guanajuato, las festividades decembrinas y eventos religiosos traen consigo una atmósfera de alegría y tradición, pero también un aumento en los incidentes relacionados con el uso de pirotecnia.
Durante los últimos cinco años, ambas comunidades han experimentado situaciones que han resultado en lesiones, daños materiales e incluso la pérdida de vidas humanas.
Un vistazo a los incidentes recientes en La Piedad
Durante el mes de diciembre de 2023 los hospitales de La Piedad recibieron a 17 personas lesionadas al estallarles algún artefacto explosivo.
Entre los sucesos más destacados se recuerda:
- El 23 de diciembre, una persona con quemaduras en el rostro provocadas por un artefacto pirotécnico. Esto, ocurrió en la colonia La Providencia.
- El 24 de diciembre, un menor, vecino de la colonia Vasco de Quiroga, sufrió graves quemaduras en las manos, al estallarle un cohetón.
- La noche del 30 de diciembre, un hombre vecino de Santa Ana Pacueco sufrió la amputación de dos de sus dedos cuando un barreno le estalló en la mano.
- En 2022, una explosión en la iglesia de la comunidad de Los Ayala causó daños estructurales, aunque afortunadamente no se reportaron heridos.
- Los bomberos atendieron un promedio de 4 incendios diarios (entre pastizales y domicilios particulares) derivados de la quema de pirotecnia.
- Un niño de 12 años perdió una mano al manipular un barreno en la comunidad de Santa Ana Pacueco.
- En 2024, hace apenas unos días, un cohetón causó la explosión de una camioneta en la comunidad de Tacubaya, resultando en una muerte y tres heridos.
Adicionalmente, cada año se reportan lesiones menores y daños materiales en diversas comunidades del municipio, especialmente durante las fiestas patrias y decembrinas.
El impacto de artefactos comunes
Los artefactos pirotécnicos más comunes han sido responsables de múltiples daños:
- Palomitas: Causan quemaduras leves y accidentes en manos de menores.
- Barrenos: Provocan amputaciones y daños estructurales por su alta potencia.
- Cebollitas: Generan incendios al entrar en contacto con materiales inflamables.
- Cohetones: Responsables de lesiones graves y daños materiales significativos.
Los principales afectados por accidentes de pirotecnia son menores de edad, quienes suelen manipular estos artefactos sin supervisión.
Las quemaduras y amputaciones requieren tratamientos médicos prolongados y costosos, mientras que los incendios representan una amenaza para la seguridad de los hogares y espacios públicos.
Rubén Vázquez, paramédico voluntario de La Piedad, comenta: «Es muy triste ver cómo algo que debería ser motivo de alegría termina en tragedia. En muchos casos, los niños no tienen la supervisión adecuada y terminan manipulando cohetes peligrosos».
Recomendaciones y medidas preventivas
Las autoridades locales y estatales han intensificado las campañas de concienciación para reducir los incidentes relacionados con la pirotecnia. Entre las principales recomendaciones están:
- Evitar el uso de pirotecnia: Se insta a las familias a optar por alternativas seguras para celebrar.
- Supervisión adulta: En caso de utilizar fuegos artificiales, los adultos deben estar presentes y seguir las medidas de seguridad.
- Denunciar venta clandestina: La población puede reportar la distribución ilegal de pirotecnia para evitar tragedias.
La responsabilidad colectiva
La pirotecnia forma parte de las tradiciones culturales de Michoacán y Guanajuato, pero también representa un riesgo significativo.
En La Piedad y Pénjamo, el reto está en equilibrar las costumbres con la seguridad de la población. Adoptar medidas preventivas y fomentar la educación en la comunidad son pasos clave para garantizar celebraciones más seguras y responsables.
Reflexionar sobre cómo nuestras acciones pueden prevenir daños y proteger la vida de quienes nos rodean es fundamental. En este sentido, cada habitante tiene un papel importante que desempeñar en la construcción de un entorno más seguro para todos.