El Senado de la República aprobó reformas constitucionales que prohíben la producción, distribución y comercialización de cigarrillos electrónicos, vapeadores y dispositivos similares. Además, se sanciona el uso ilícito de fentanilo, junto con la producción y distribución de precursores químicos y otras drogas sintéticas no autorizadas.
Con 110 votos a favor, cinco en contra y dos abstenciones, el Pleno del Senado dio luz verde a estas modificaciones, que ahora serán remitidas a las legislaturas estatales para su ratificación. Estas reformas añaden un párrafo al artículo 4º de la Constitución, en el que se establece que, para garantizar el derecho a la protección de la salud, estas actividades serán prohibidas y sancionadas.
Durante el debate, legisladores de diversas bancadas expresaron puntos de vista contrapuestos. Algunos advirtieron que la prohibición podría fomentar el mercado negro y fortalecer al crimen organizado, proponiendo en su lugar una regulación más adecuada. Sin embargo, otros defendieron las reformas como medidas esenciales para proteger la salud pública y combatir la crisis de seguridad relacionada con el fentanilo.
Esta decisión también se enmarca en los esfuerzos del Congreso por abordar problemas de salud y seguridad antes de concluir el actual periodo legislativo. La atención ahora está centrada en la discusión del presupuesto de egresos para 2025, estimado en 9.3 billones de pesos.
Las medidas aprobadas representan un paso significativo en la lucha contra el consumo de sustancias nocivas y el tráfico de drogas sintéticas. Sin embargo, su implementación y éxito dependerán de la colaboración entre autoridades, sociedad y sectores involucrados en la aplicación de la ley.