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EMPRESARIOS PIEDADENSES, PÓNGANSE LAS PILAS

Por: Rafael Ayala Villalobos

¡Ya regresó doña Meche!. Viene chifladora, muy bronceadita y repuesta. Estuvo en Semana Santa en Concordia, Sinaloa, visitando a su ahijada Diosmina, michoacana que radica allá porque se casó con un corcondiense.


–Y yo yendo allí me tocó ir allá a una comida de políticos –abrió fuego-porque fue el gobernador. El marido de mi ahijada, Rupertino, la giró de mesero; yo les ayudé en las tortillas de comal porque había un titipuchal de barberos. Dieron de comer lo de allá: nacatamales, güiritas, indio viejo, diezmillo asado, frijoles molidos, bacanora y harta cerveza Tecate.

-¿Hubo mucha gente del pueblo? -le pregunto como quien mete cordón para sacar listón-.
-Casi no, más bien parientes de los que trabajan en el gobierno –responde luego de una carraspeada y cinco escobazos con los que me empolvó todo-.
-Fíjese que al gobernador como que no lo quieren -asegura doña Meche-.
-¿Porqué? -busco saber-.
–Tal como lo oye usted –contesta-, porque no cumple, era del PRI y se pasó a Morena y los narcos le ayudaron a ganar –dice-.

Me platica que Ruperto, esposo de su ahijada fue presidente de la casilla de La Nopalera en las elecciones del 2021 y que un grupo de matones llegaron a la casilla, corrieron a la gente de la fila para votar y apuntándoles con armas ordenaron a los de la casilla cruzar todas las boletas en favor de Morena para la gubernatura. Y que cuentan en voz baja que en todo el estado así estuvo la cosa.

“Por eso –me platica doña Meche- cuando Raúl Díaz entró a la presidencia municipal de Concordia, que ganó por el PAS, prontito renunció a ese partido y se metió de morenista jurando y perjurando lealtad al nuevo gobernador para no tener problemas y poder pedirle apoyos”, según dice doña Meche que le dijeron que dijo.

A doña Meche le llamó la atención que en la comida estaba la crema y nata de los más ricos de la región y reconocidos empresarios. “Ahí estaban come y come arranados a dos nalgas, como si nada, brindando con el gober Rubén Rocha, sin importarles que ganó con trampa y con violencia”, por eso estamos como estamos, ¿no cree?”, me pregunta.

Doña Meche me dejó pensando que el empresariado de las grandes y pequeñas ciudades del país carece de liderazgos morales y carismáticos ante la embestida autoritaria y grosera que el presidente viene haciendo contra ellos, contra la propiedad privada, contra la unidad nacional, contra el Estado de derecho, contra la libre empresa y contra la democracia. ¿O será que los empresarios se atienen a los partidos de oposición? De ser así, se están orinando fuera del mingitorio.

Las cámaras empresariales, silentes, se acobardaron creyendo erróneamente que así salvarían el pellejo. Nada más falso, como lo están comprobando con el ataque al INE, al Instituto Nacional de Acceso a la Información, a la Comisión Federal de Competencias, a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, entre otros, y por estos días con el hostigamiento por parte de Hacienda, además del intento de limitar las facultades del Tribunal Electoral Federal. Por si fuera poco, con las iniciativas de reformas legislativas que acaba de enviar al Congreso el presidente López para acotar o sobre-regular la actividad empresarial.

Al presidente le vale un cacahuate perjudicar a la población. Por ejemplo, cuando el presidente combate al INAI, cuando lo descalifica y evita que se le nombren los consejeros faltantes para que pueda sesionar, ocasiona que haya más de 2 mil 133 recursos de revisión de solicitudes que están pendientes, tales como peticiones de personas sobre horas cotizadas en el IMSS para tramitar pensiones y jubilaciones, obtención de expedientes clínicos y judiciales, estatus de trámites burocráticos o corrección de datos en documentos de identificación, entre muchos otros que perjudican a la población. ¿Y la voz empresarial, apá?

El del palacio quiere destruir al INAI no porque quiera ahorrar dinero. Eso ya nadie se lo cree. Lo quiere inactivo porque gracias al INAI se conoció la información de las tranzas de su prima Felipa, las de Bartlett y su hijo, el grandísimo desfalco en Segalmex, que triplica el monto de la Estafa Maestra y otras más.

Por eso dice “Al diablo con las instituciones”. Y como el diablo es él, pues él se las deja y las hace como le da su gana.

Las tres maléficas iniciativas presidenciales en materia de aviación, de minería y sobre todo la de materia administrativa, son parte del andamiaje jurídico endiablado que permitirá al presidente y a su corcholata sucesora, si es gana, la expropiación exenta de indemnización justa, dejando en indefensión a los ciudadanos y a las personas afectadas.

Se trata de una nueva agresión al orden jurídico y al derecho humano a la propiedad privada, lo que en su momento la Suprema Corte tendrá que discutir si es inconstitucional o no.

¿Porqué injustas? Porque los empresarios quedan en la indefensión jurídica, por ejemplo, al cancelarse así nada más como así contratos gubernamentales, licitaciones o concesiones.

,No soy experto en estas materias y no es este el espacio para mayor abundamiento, pero por ejemplo, eso de que luego de haber coscorroneado a la industria eléctrica para beneficiar el monopolio de la CFE, ahora en la Ley Minera reduzca de 50 a 15 años las concesiones, o que la Ley de Aviación Civil permita la competencia desventajosa de aerolíneas extranjeras al interior del país, reducirá drásticamente la inversión privada tanto nacional como la inversión extranjera directa (IED) y como consecuencia crecerá la deuda pública. O sea: menos inversión, menos empleo y más endeudamiento.

¿Qué no es cierto? Miren: el dinero con que el Fondín subsidiará a una entidad privada para que ésta le pague 6 mil millones de dólares a Iberdrola por las plantas viejas y obsoletas de electricidad, compradas hace algunos días, hecho anunciado mentirosamente como “expropiación” por el presidente, lo van a tener que conseguir prestado mediante emisión de bonos de deuda pública externa pagaderos al 2027 porque el Fondín ya no tiene, ya lo quebraron.

¿O no es injusto y arbitrario eso de que en materia administrativa la iniciativa presidencial considere causales caprichosas para revocar concesiones, permisos, autorizaciones o licencias, sin pagar compensación alguna, invocando el interés público sin precisarlo ni justificarlo?

¿O no es injusto por ejemplo, que alegando sin pruebas, que una concesión provoca desequilibrio económico, social o ambiental, a criterio del gobernante y en cualquier momento, de pie a que se la quiten y no lo indemnicen?.

Esto provoca no otra cosa sino incertidumbre jurídica. Es lo mismito que hicieron en Venezuela y Nicaragua.
Al pan, pan y al vino, vino: se trata de expropiaciones arbitrarias e injustas.

Ayer me dijo un empresario gasero que qué bueno que no se dedicaba ni a la aviación ni a la minería, qué él es apolítico y apartidista y que se dedica nada más “a lo suyo”. De pronto se calló y abrió los ojos, porque comprendió que la de su empresa es una concesión para distribuir el gas doméstico y que por lo tanto corre riesgo igual que los bancos, las cajas populares, los transportes, los trenes, las comunicaciones electrónicas, las constructoras que consiguen obra pública y, por supuesto, la educación privada, entre otras actividades.

Las empresas no podrán ni reclamar lo invertido ni acudir a tribunales debido a la llamada “cláusula exorbitante” mediante la cual el gobierno puede en cualquier momento terminar anticipadamente cualquier contrato de compra u obra, nada más alegando el interés público.

Otra agresión al emprendimiento privado es que la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, buscará preferentemente dizque mejores precios y calidad en el extranjero, como ya lo hizo el gobierno lopista violando la ley en la compra de medicamentos en otros países que resultaron malísimos en su calidad, carísimos en su precio y retrasadísimos en su entrega, esto en perjuicio de las farmacéuticas nacionales, de miles de empleos y de la población necesitada de atender su salud.

Otro error de las iniciativas del presidente es que ahora será la Secretaría de la Función Pública la que realice las compras consolidadas, sin licitaciones públicas, lo que dará pie a que la corrupción imperante se ponga peor.

¿Porqué el presidente lanza esas iniciativas cuando le faltan 14 meses para irse? Porque ha violado consuetudinariamente la ley en más de una ocasión alegando que “no somos iguales” o “que no me vengan con que la ley es la ley”, entonces, simplemente modifica a su antojo la ley, y punto.

Con el paquete de reformas lopistas el gobierno ya podrá iniciar obras sin previos estudios de factibilidad o ambientales, sin proyecto ejecutivo ni previo pago de terrenos afectados o derechos de vía, por poner un ejemplo. Iniciarán la obra al estilo villista: “Mátenlos en caliente, después virigüan”.

¿Porqué el presidente hace esto machistamente con la mano en la cintura y sin rubor alguno? Porque el empresariado no solo está doblado sino que anda de lambiscón, y porque el presidente para estas modificaciones tiene la mayoría simple de sus diputados borregos.

Pero no vayamos tan lejos, no vayamos a Concordia, Sinaloa, para ver a los empresarios atemorizados como los vió doña Meche, sin saber qué hacer, modositos con el gobernador.

Aquí mismo en La Piedad, más de uno traiciona sus propios valores, ya no digamos a su propio partido, cuando lo tienen, reduciéndose a aplaudidores vergonzantes de quien surge de elecciones amañadas y se presta con ruindad a incubar el huevo de la serpiente del autoritarismo cuando antepone el interés personal al colectivo.

Los empresarios piedadenses deben identificar a quienes desde sus mismas filas los traicionan.
Y aclaro: empresarios no solo son los grandes, sino cualquiera que emprende: el taquero y el herrero, el de la tiendita de abarrotes de la esquina y el médico, el comunicador independiente y el dueño de una escuela primaria y hasta la dueña del téibol ése que está de moda y que es muy divertido (dicen).

Claro que no todos, la gran mayoría de los emprendedores llevan la cuenta regresiva de este gobierno rogando que ya se acabe, además como ciudadanos se han sumado al resto de la ciudadanía en defensa de la democracia y tienen lista su credencial para votar.

Pero eso no es suficiente.

Conviene que participen más, que se fajen el pantalón, que pasen a la acción prudente pero comprometida, que apoyen a quienes están activos dando la cara y no los dejen solos.

Vivimos un momento de esos en los que la política necesita gente que no necesite a la política.
Estamos en la hora en que La Piedad y México necesita empresarios más políticos y políticos más empresarios.

Hay que recordar que el capital es trabajo humano ahorrado; que la riqueza para fines prácticos es socialmente producida pero que para fines administrativos es privadamente gestionada; y que quien la maneja tiene una responsabilidad social.

El empresario entonces tiene la obligación moral de defender el capital producido colectivamente, de cuidar el clima social y político que favorezca a la empresa y al avance en el destino universal de los bienes, que incluso encuentra respaldo en el Génesis, en la Biblia.

Un empresario que no ve por sus colaboradores ante un mal gobierno, los traiciona.

Y así como no le gusta que sus colaboradores lo traicionen, el empresario debe entender que en la empresa el factor trabajo está arriba del capital, ya que el trabajo humano es causa primaria y cierta de la actividad económica, en tanto que el capital entendido como dinero y medios de producción, es nada más instrumento en manos de la persona humana que realiza el trabajo.

Por eso la persona no debe ser considerada “recurso humano”, sino colaborador de la empresa. Esto no lo va a entender el presidente corrupto que nunca ha administrado ni doce gallinas.

Pero el empresario está éticamente obligado a comprenderlo y a practicarlo.

Empresario que no defiende el entorno de su empresa, creyendo que ésta es una isla y por ello sólo se dedica “a lo suyo”, comportándose erróneamente como “apolítico”, se equivoca.

Además eso de “apolítico” no existe porque todos hacemos política.

No “hacer política” es hacerla de la peor forma.
Platón dijo: “La consecuencia de no participar en la política es estar gobernados por los peores hombres”.

La empresa es pieza fundamental y eficiente para cumplir el destino universal de los bienes mediante su función social, practicando la solidaridad interna y externa, así como manteniendo una relación con la sociedad que propicie la igualdad; y con el gobierno para ayudarlo al cumplimiento de los fines del Estado, pero cuando no lo hace, tomando las medidas y las acciones pertinentes que eviten el daño a la sociedad, a la empresa, a las libertades, a la legalidad, a la democracia, en suma, a la dignidad de la persona humana, falla. Falla a él mismo, a su familia y a sus colaboradores.

Suspendo la redacción de mi artículo. Voy al baño a efectuar una micción y cuando regreso descubro a doña Meche de metiche leyéndolo a hurtadillas.

-Ah, que usté, no le digo que escribe bien enredoso y largo como la cuaresma –me reprocha y aconseja-: usté nomás póngale: “Al que más se agacha más se lo ven”.

-Tiene razón, doña Meche –le digo-.

En eso toca a la puerta el señor que nos trae crema y queso de Tlazazalca los jueves. Doña Meche se quita el mandil, se acomoda el pelo y va abrirle menéandose toda coqueta, como adolescente tardía.

Sean felices.