Washington D.C.- La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) confirmó que la exención del arancel de 25% a las autopartes provenientes de México y Canadá será temporal, limitada a un periodo mínimo de 90 días, mientras se define un proceso específico para aplicar tarifas únicamente al contenido no estadounidense.
La medida, en vigor desde el 3 de mayo, forma parte de la implementación de la nueva política arancelaria bajo la Sección 232, anunciada por el presidente Donald Trump el pasado 29 de abril, y busca fortalecer la producción nacional de autopartes. Sin embargo, los productos automotrices que cumplan con las reglas de origen del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) estarán exentos de este gravamen durante el periodo transitorio.
La CBP aclaró que esta exención no es indefinida, como podría haberse interpretado a partir de la proclamación presidencial. Por el contrario, su vigencia estará sujeta al establecimiento de un mecanismo que permita diferenciar el contenido regional del que no lo es, a fin de aplicar el arancel solo a componentes que no cumplan con las disposiciones del T-MEC.
La Secretaría de Economía de México celebró la medida al considerar que otorga un trato preferencial a los exportadores mexicanos, beneficiando a productos como motores, arneses y suspensiones destinados al ensamblaje de vehículos ligeros en EE.UU.
En 2024, México exportó autopartes a Estados Unidos por un valor de 82,456 millones de dólares, lo que representó el 42.9% del total de importaciones estadounidenses en este rubro, según datos del Departamento de Comercio.
La nueva política también especifica que el arancel del 25% se aplicará a partes de vehículos de pasajeros —incluidos sedanes, SUV, crossover, mini vans y furgonetas— así como a ciertos componentes de camiones ligeros, provenientes de países fuera del T-MEC.
El gobierno estadounidense complementó la medida con un nuevo Programa de Compensación de Importaciones y una Orden Ejecutiva que impide la acumulación de aranceles bajo diferentes leyes comerciales, limitando su aplicación a un solo régimen en cada caso.
La industria automotriz regional seguirá atenta al desarrollo de este proceso, mientras continúan las negociaciones para garantizar un entorno comercial equilibrado en América del Norte.