Estados Unidos anunció la aplicación de un arancel del 50 % a las importaciones de acero y aluminio provenientes de México y Canadá. La medida, impulsada por el presidente Donald Trump, entrará en vigor el 12 de marzo de 2025 y tiene como objetivo fortalecer la industria manufacturera estadounidense.
Este incremento en los aranceles, que suma un 25 % adicional a las tarifas ya existentes, ha generado preocupación en diversos sectores, pues podría elevar los costos de producción en industrias clave como la automotriz y la construcción, afectando tanto a consumidores como a empresas en Estados Unidos y México.
Ante esta situación, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha optado por la vía diplomática para intentar frenar la medida. Según informó el gobierno mexicano, Sheinbaum enviará una carta al presidente Trump exponiendo los efectos negativos que esta política podría tener en ambas economías. Además, el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, tienen previsto reunirse con funcionarios estadounidenses para buscar una solución.
Expertos advierten que la imposición de estos aranceles podría tensar las relaciones comerciales entre ambos países y afectar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). A su vez, el gobierno mexicano ya ha implementado medidas para proteger su economía, como el reciente arancel del 35 % a las mercancías textiles importadas, con el fin de fortalecer la industria nacional.
La decisión de Estados Unidos se da en un contexto de creciente proteccionismo comercial y podría tener consecuencias a largo plazo en la economía de la región. En las próximas semanas, se espera que ambas naciones continúen el diálogo para mitigar el impacto de esta política arancelaria.