El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, confirmó el estado de guerra en su primera intervención pública tras el sorpresivo ataque por tierra, mar y aire de milicianos palestinos contra Israel desde la Franja de Gaza.
“Ciudadanos de Israel, estamos en guerra. No en una operación, no son rondas de combates, es una guerra”, indicó Netanyahu en un video difundido en sus redes sociales.
“Estamos en guerra y la ganaremos”, recalcó, horas después del inicio del ataque de Hamás, considerado un grupo terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea.
“Ordené, en primer lugar, que se desalojaran las comunidades en las que se habían infiltrado terroristas. Esto actualmente se está llevando a cabo. Al mismo tiempo, he ordenado una amplia movilización de reservas y que devolvamos el fuego de una magnitud que el enemigo no ha conocido. El enemigo pagará un precio sin precedentes”, añadió.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden reiteró su apoyo a Israel ante el conflicto desatado por el grupo Hamás.
En un mensaje ofrecido desde la Casa Blanca, el mandatario estadounidense fue enfático en señalar que su gobierno apoyará a Israel y le garantizó lo que requiera para su defensa.
“En este momento de tragedia, quiero decir al mundo y a los terroristas que Estados Unidos está con Israel. Nunca dejaremos de respaldarlos”, aseguró.
El ataque a gran escala de Hamás contra Israel derivó en una nueva guerra en Gaza.
El presidente estadounidense calificó de “espantosas” las imágenes de miles de cohetes lanzados desde la Franja de Gaza contra poblaciones de Israel, matando “no solo a soldados israelíes sino también a civiles inocentes”.
Israel bombardeó por aire varias instalaciones de Hamás en la Franja de Gaza como inicio de su operación “Espadas de hierro”, en respuesta al ataque sorpresa que el grupo islamista lanzó esta mañana hacia territorio israelí bajo el nombre de operación “Tormenta de Al Aqsa”, y que ha incluido el lanzamiento de miles de cohetes y la incursión de milicianos armados por tierra, mar y aire dentro de territorio israelí.
En Jerusalén, las calles están desiertas de civiles, muchos de ellos resguardados en refugios blindados, mientras numerosas tropas de policías patrullan e inspeccionan minuciosamente las calles, parques y estacionamientos de centros comerciales.