Morelia, Mich.- Considerada por los mexicas como un símbolo de vida y muerte, la flor de cempasúchil es un elemento indispensable en la conmemoración del Día de Muertos en México, país del que es originaria.
Producida en Michoacán, desde los últimos días de octubre ya se percibe su olor que inunda los campos, mercados y plazas principales del estado; sus habitantes se preparan para utilizarla como el principal elemento de altares de muerto y decoración emblemática.
Además de ser parte del acervo cultural, para los productores michoacanos representa una fuente importante de ingresos y un trabajo que se ha compartido de generación en generación.
En esta región de Michoacán, los campos de la comunidad de Río Grande, en el municipio de La Piedad, se visten cada año del amarillo de las flores de cempasuchil.
Aunque también se cultiva aquí la «mota de obispo», esa flor de color morado con que se adornan las tumbas o coronas de muerto. Asi mismo, crece la flor de «nube», utilizada para adornar los ramos.
En Michoacán, la producción total de cempasúchil es de de 559 mil 390 manojos con una venta de 19 millones 903 mil 650 pesos en todo el estado y un valor de producción de 47 millones 335 mil 650 el año pasado, de acuerdo con información de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
De esta colorida flor amarilla y aroma intenso, que proliferan por estas fechas en panteones, hogares, escuelas, oficinas y espacios públicos, se registran 58 especies en el continente americano; en nuestro país se estima que hay 35 de esas especies, que únicamente florecen después de la época de lluvia, según refiere el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), que destaca a los estados de México, Guanajuato, Hidalgo y Michoacán como los que tienen condiciones óptimas de suelo y clima para su producción.
En el caso de Michoacán, aparte de La Piedad, el cempasúchil se produce en campos de los municipios de Erongarícuaro, Pátzcuaro, Quiroga, Tzintzuntzan, Salvador Escalante, Lagunillas, Huiramba, Tarímbaro, Copándaro, Huetamo, San Lucas, Nocupétaro, Carácuaro, Turicato, Tacámbaro, Madero, Zacapu, José Sixto Verduzo, Irimbo, Áporo y Tuxpan, en una superficie total de 430 hectáreas.
Además de ser protagonista importante en la conmemoración de Noche de Muertos, el SIAP refiere que la flor de cempasúchil es utilizada para darle color a textiles, elaborar insecticidas y hasta como medicamento. Nuestros antepasados la usaban para aminorar los malestares del vómito, la indigestión y diarrea.