Las instituciones de salud del Gobierno federal reaccionaron tarde, compraron mal y de manera opaca equipos e insumos médicos para atender la emergencia sanitaria provocada por el SARS-Cov-2, consideró el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Al presentar los resultados del estudio «Un año de compras de emergencia en México: seis propuestas para mejorar», la organización ciudadana consideró que los dos meses que el país tuvo de ventaja al inicio de la pandemia no fueron aprovechados por las autoridades para prever la adquisición de los insumos necesarios.
Ese error, afirmó Pablo Montes, coordinador de Anticorrupción en el Instituto, lo volvieron a cometer durante la segunda ola de saturación hospitalaria, pues, pese a la experiencia previa, realizaron compras apresuradas y sin garantizar los mejores precios y condiciones para el Estado.
«Un año después del inicio de la pandemia el Gobierno federal no ha desarrollado mecanismos especiales para comprar en tiempos de emergencia, entendiendo que para atender una emergencia es necesario hacerlo de manera rápida, coordinada y eficiente», aseveró.
«Pero, así como se ha comentado mucho de que la pandemia llegó a México con un sistema de salud deficiente, pues también llegó con un sistema de compras públicos defectuoso y no ha habido esfuerzos para corregirlo. Esto ha ocasionado que las compras para atender la pandemia sean opacas, tardías y con irregularidades».
El estudio, explicó Fernanda Avendaño, investigadora del Instituto, es resultado de una revisión hecha a la plataforma de Compranet de las compras realizadas para atender la pandemia.
Sin embargo, dijo, encontraron que existen muchas inconsistencias en la información subida a la plataforma y hay compras por 4 mil millones de pesos de las que no se conoce ningún detalle debido a que las instituciones compradoras no aportaron datos.
«Además de la calidad de la información y muchas veces la inexistencia de la misma, hay un problema en la publicación de esta información, casi una de cada dos compras para atender el Covid-19 fueron publicadas entre uno y 327 días después de la fecha de inicio del contrato», añadió.
También, comentó, detectaron el caso de empresas todólogas, es decir, que prestan distinto tipo de bienes y servicios no relacionados entre sí y que proporcionaron insumos médicos a precios que generalmente estuvieron por encima del promedio
Por ejemplo, en el caso de la Secretaría de la Defensa Nacional, compró medicamentos para atender la pandemia a una empresa dedicada a la venta de muebles.
Valeria Moy, directora del Instituto, lamentó que después de un año, las autoridades de salud federales no hayan corregido la manera en la que realizan las adquisiciones para atender la emergencia.
«Vimos que pasó exactamente lo mismo en diciembre, cuando ya todo mundo sabía que vendría otra ola. Se habla ya de una tercera ola derivada del relajamiento de las medidas de Semana Santa. ¿Nos estamos preparando para esa tercera ola? ¿No nos estamos preparando? Yo creo que hay muchas lecciones que aprender», consideró.