Inicio Destacados Hace 98 años, así se vivió la Guerra Cristera en La Piedad

Hace 98 años, así se vivió la Guerra Cristera en La Piedad

La Piedad, Mich.- Este mes de julio se están cumpliendo 98 años de que la Guerra Cristera comenzó a tener efectos entre los pobladores de esta ciudad.

Y es que, fue precisamente un 15 de julio de 1926 cuando los templos y santuarios de esta ciudad quedaron cerrados al público.


Los feligreses tenían miedo de ser capturados y asesinados como ocurrió con una gran cantidad de personas originarias de los municipios aledaños de Jalisco y Guanajuato.

El «puente de fierro», por donde el tren cruza el río Lerma, situado a 500 metros de la estación del ferrocarril, en el viejo Potrerillos fue escenario de la ejecución de sacerdotes, sacristanes y personas ligadas a la religión católica, refieren algunos piedadenses que recogieron esas historias de voz de sus padres o abuelos.

Una Guerra del gobierno contra su pueblo

La Guerra Cristera, también conocida como Cristiada, fue un conflicto civil en México que duró de 1926 a 1929, enfrentando al gobierno y a milicias de católicos que se opusieron a la Ley promulgada por el presidente Plutarco Elías Calles, la cual restringía el culto católico.

La Constitución de 1917 ya había limitado severamente la influencia de las iglesias, y la Ley Calles buscaba intensificar estos controles. Este enfrentamiento resultó en un alto número de muertos, con estimaciones que alcanzan hasta 250 mil personas, incluyendo civiles y combatientes de ambos bandos.

La tensión entre el Estado y la Iglesia se intensificó con el atentado a la Basílica de Guadalupe en 1920 y la creación de la Iglesia Católica Apostólica Mexicana en 1925, que buscaba romper lazos con el Vaticano. La Ley Calles, promulgada por el presidente Plutarco Elías Calles en 1926, restringía aún más las manifestaciones religiosas y el rol del clero en la vida pública, lo que llevó a un boicot económico por parte de los católicos.

La resistencia se intensificó en varias regiones de México, principalmente en estados como Jalisco, Guanajuato y Michoacán, donde surgieron guerrillas armadas conocidas como cristeros, quienes defendían su derecho a la libertad de culto. El conflicto adquirió un carácter rural, aunque la dirección del movimiento provenía de entornos urbanos.

Cronología de Sucesos en La Piedad

1926

  • Inicio de la Persecución: La implementación de la Ley Calles provoca que la gente en La Piedad deje de participar en celebraciones religiosas en templos y lugares públicos, buscando proteger su fe ante la creciente represión.
  • El 30 de julio de este año es nombrado director de la Escuela Normal del Estado de Michoacán, el maestro Romero Flores, dando inicio a la Guerra Cristera.

1927

  • Asalto del Tren de Guadalajara: En Yurécuaro, cerca de La Piedad, cristeros asaltan el tren de Guadalajara a siete kilómetros de La Barca, Jalisco.
  • Muerte de Anacleto González Flores: El cristero y líder moral Anacleto González Flores es aprehendido y fusilado en Guadalajara. Conocido como el «Gandhi mexicano», su resistencia pacífica y firmeza de fe lo convierten en un mártir del movimiento cristero.

1928

  • 10 de Enero: El diputado Pedro Chavolla muere al perseguir a una partida de cristeros en «La Barranca» en el Estado de Guanajuato.
  • 24 de Marzo: una explosión por un polvorín provoca un incendio en la administración de rentas que termina por destruir archivos y documentos importantes de aquella época.
  • Vecinos de La Piedad en Persecución de Cristeros: Durante este año, vecinos de La Piedad salen en persecución de cristeros, resultando en la muerte de Rafael Guzmán, cuyo cadáver es traído para darle cristiana sepultura, esto ocurrió un 14 de mayo del año en mención.

1929

  • Por un arreglo que se establece entre el gobierno federal y la Iglesia Católica de México, se reanudan los cultos en la República Mexicana. En este día, se oficia la primera misa en el Santuario de Guadalupe de La Piedad, a cargo del presbítero don Refugio López de la Fuente.
  • 23 de Agosto:Ante el presidente municipal José Chavolla, se registra el Gran Partido de Obreros y Campesinos Piedadenses, compuesto por Daniel Aceves Peredo, presidente; José Heredia Trillo, vicepresidente; Amado Romero, secretario; Eduardo Montejano, pro secretario; Daniel Romero, tesorero; Miguel Romero, primer vocal; Tranquilino García, segundo vocal; e Ignacio Guerra, tercer vocal.

1930

  • Después de seis años, La Piedad vuelve a ser visitada por un obispo, siendo el clérigo Leopoldo Lara y Torres quien hace confirmaciones en el Santuario de Guadalupe. La anterior visita de una autoridad eclesiástica había sido en el mes de abril de 1924 por lo que en esta ocasión, el numero de confirmados es numeroso. En esta misma fecha, el escritor Mariano Silva y Aceves funda la Escuela Secundaria “Juana de Ibarbourou”, que es dirigida por el profesor Samuel Mercado Gutiérrez.

1931

  • 8 de Marzo: Se registra el Nuevo Partido Radical Mexicano Piedadense, con José P. Velázquez como presidente; José Villegas, vicepresidente; y Amado Romero, secretario.

1932

  • El Partido Nacional Revolucionario postula como candidatos propietario y suplente para diputados federales, por el Distrito de La Piedad, a los ciudadanos general Enrique Ramírez Aviña y Ramón Ángel.

1933

  • 15 de Diciembre: El general Lázaro Cárdenas del Río inicia en La Piedad su campaña por la Presidencia de la República, siendo recibido con plácemes.

1935

  • 5 de Enero: En la esquina de Matamoros y Galeana se produce una balacera entre un grupo de cristeros y el Destacamento Militar de la Plaza.

La Segunda Cristiada

Bajo la intensa presión del gobierno de Estados Unidos, influenciado por obispos y laicos católicos, el presidente Portes Gil anunció que la Iglesia católica se sometería a la ley sin modificar la Constitución. A partir de este anuncio, México entró en un periodo de «relaciones nicodémicas» o «modus vivendi», donde el Estado no aplicaba estrictamente la ley y la Iglesia no exigía sus derechos.

Este equilibrio se puso a prueba con el «Grito de Guadalajara» el 21 de julio de 1934, pronunciado por Plutarco Elías Calles. En este discurso, Calles instó a que la Revolución, ya triunfante en lo militar, se trasladara a la educación y la conciencia, especialmente la de los niños. Esto dio inicio a una serie de reformas educativas culminando en la «educación socialista».

La tensión resultante llevó a movilizaciones conocidas como la «Segunda Cristiada». En este periodo, el papa Pío XI, alarmado por la situación, emitió las encíclicas Acerba animi y Firmissimam constantiam, condenando las políticas del gobierno mexicano. Estas encíclicas se suman a otras críticas del papa hacia los gobiernos de la Alemania Nazi y la Italia de Mussolini por sus políticas anticatólicas.

La Cristiada en Michoacán

En el Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe, de Zamora, aun se conserva el muro donde fueron fusilados varios personajes defensores de la Iglesia Católica.

Michoacán fue uno de los estados donde la llamada “Ley Calles” comenzó a aplicarse con el cierre de escuelas y conventos, así como los seminarios que funcionaban en Zamora, Morelia y Tacámbaro.

El cierre del Seminario Conciliar de Zamora en marzo de 1926, orilló a que una veintena de jóvenes de San José de Gracia regresaran a su terruño en la puerta de la serranía que une y divide a Michoacán y Jalisco, sembrando la semilla de la insurrección de fe en la zona Sierra Sureste y Ciénega de Chapala.

Entre esos combatientes se encontraba el sacerdote Federico González Cárdenas, considerado el líder moral de la resistencia contra las políticas religiosas del gobierno de Plutarco Elías Calles.

La Guerra Cristera dejó una profunda huella en La Piedad, Michoacán, y sus alrededores.

Los sacrificios y la resistencia de sus habitantes, simbolizados por figuras como Anacleto González Flores y José Sánchez del Río, resaltan la complejidad y el fervor de un conflicto que definió las relaciones entre la Iglesia y el Estado en México. La memoria de estos eventos sigue viva, recordándonos la importancia de la libertad de culto y la lucha por los derechos fundamentales.