Morelia, Mich.- En virtud de que la temporada de lluvias es propicia para las picaduras de alacrán, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a través del programa IMSS-Bienestar, recomienda extremar los cuidados para evitar intoxicaciones por el veneno de este arácnido.
El gerente estatal de IMSS-Bienestar en Michoacán, Abraham Tzintzún Flores, dijo que de 12 mil 899 picaduras de alacrán que se registraron en el año 2018, se incrementó a 13 mil 560 en el 2019, por lo que se reforzarán las acciones entre la población bienestarhabiente de la entidad.
Del periodo de enero a lo que va de julio de 2020, se tienen contabilizadas 3 mil 228 picaduras, que han requerido atención médica en salas de urgencias de clínicas y hospitales del IMSS.
Tzintzún Flores aseguró que la disminución en el primer semestre de este año tiene que ver con la sana distancia, el aumento de permanencia en casa y las labores domésticas que hacen que se tenga más limpio y cuidado el entorno, ante la emergencia sanitaria.
Dio a conocer que las regiones de mayor presencia del arácnido son: Huetamo, Buenavista Tomatlán, Coalcoman y Ario de Rosales.
Al mismo tiempo, convocó a la población del área rural, indígena y urbano marginada de la entidad, a reforzar las medidas de prevención, tales como: encalamiento de paredes interiores y exteriores de viviendas; limpieza de ropa en camas, salas, patios y cuartos; realizar la actividad agrícola con guantes, de preferencia, y revisión de calzado y ropa cuando se proceda a vestirse, entre otras.
Tzintzún Flores informó que los grupos de mayor cuidado, respecto a las picaduras del arácnido, son los adultos mayores y los menores de edad.
Dio a conocer que aunque no ha habido muertes por intoxicación de este veneno en años anteriores ni en el actual, se continúa con la vigilancia epidemiológica en las zonas de las 337 Unidades Médicas Rurales (UMR) y los siete Hospitales Rurales (HR).
Finalmente, aseguró que el programa cuenta con el abasto suficiente de suero antialacránico a través de dos remesas al año, por lo que hasta 20 mil sueros se consumen en forma anual en Michoacán, dado que algunos pacientes en ocasiones requieren hasta dos o tres dosis, mientras que otros sólo necesitan analgésicos y vigilancia.
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