En un hecho sin precedentes en la lucha contra la delincuencia en México, dos miembros del Cártel del Golfo, Christian Josué Galván Hernández y Santiago Betancourt Mora, han sido condenados a una pena de prisión histórica de 1,650 años cada uno.
El fallo fue emitido por el Juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales en Tamaulipas, con residencia en Matamoros.
Los sentenciados enfrentaron acusaciones de secuestro agravado, portación ilegal de armas de fuego y narcotráfico, en relación con un perturbador caso ocurrido en septiembre de 2015.
Durante ese período, fuerzas de seguridad detuvieron a Galván Hernández y Betancourt Mora mientras mantenían a 66 personas cautivas en una casa de seguridad en la Colonia Las Fuentes, en Reynosa, Tamaulipas.
La operación de rescate llevada a cabo por las extintas fuerzas federales resultó en el salvamento de 32 hombres y cinco mujeres de nacionalidad mexicana, además de diez mujeres hondureñas, 12 hombres guatemaltecos y mujeres guatemaltecas, así como tres salvadoreños. Entre las víctimas, se encontraban seis menores de edad.
Las víctimas, al dar su testimonio, identificaron a Christian Josué y Santiago como los responsables de su secuestro.
Según las investigaciones y los testimonios, los secuestradores habían interceptado a sus víctimas mientras viajaban en autobuses y las llevaron a la casa de seguridad, donde fueron retenidas durante cuatro meses.
El arresto de los secuestradores se produjo cuando las autoridades observaron que portaban armas de fuego, lo que llevó al seguimiento hasta el lugar donde se encontraban detenidos los rehenes. Durante el operativo de rescate, se incautó narcótico y armamento.
El Juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales en Tamaulipas, con sede en Matamoros, emitió la histórica sentencia condenatoria, imponiendo una multa que equivale a 1,650 años de prisión a cada uno de los acusados, además de días multa equivalentes a 132,250 y 132,650 días, respectivamente.
Esta sentencia marca un hito en la procuración de justicia federal en México, siendo la condena de prisión más alta jamás lograda, después de la sentencia de 2,555 años de prisión impuesta a dos personas en abril del mismo año.
Actualmente, los condenados cumplen su pena en el Centro Federal de Readaptación Social Número Catorce «CPS-Durango», ubicado en Gómez Palacio, Durango. La administración de la Fiscalía General de la República ha logrado un logro significativo en su compromiso de combatir el crimen organizado en el país.