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La corcholata favorita

“El poder es como un explosivo: o se maneja con cuidado, o estalla”, Enrique Tierno Galván.

Ni más ni menos, es certísimo lo que se dicta en este refrán; estoy convencido que la política es el arte del engaño, de la simulación y de la persuasión. Un político es una persona que debería representar los intereses de una población determinada, haciendo todo lo posible por materializar las promesas que realizó
en su campaña política con la finalidad de ser electo, todo en beneficio directo para los ciudadanos.


Ya lo mencioné en uno de mis artículos anteriores, que fui un firme creyente en las promesas que nos hizo AMLO cuando por tercera ocasión se postuló para la Presidencia de la República en el 2018. Fuimos 30 millones de mexicanos los que votamos por él y lo ayudamos a que ganara lo que durante tantos años había
buscado.

Un servidor daba por descontado que México con AMLO al frente entraría en una de sus etapas más importantes una vez que se empezara a combatir la corrupción que nos ahogaba, como él nos lo prometió. Durante los primeros 5 años de gobierno “El Peje” se dedicó a polarizar al país.

En el 2021 la situación política se le empezó a hacer engrudo y el domingo 6 de junio de ese año perdió 8 alcaldías en lo que todos conocíamos como el bastión izquierdista del país, la ciudad de México, es decir empezó a perder fuerza en donde habían ganado durante casi los últimos 27 años, desde que asumió el poder Cuauhtémoc Cárdenas el 5 de junio de 1997.

Pero todo tiene un límite y el inquilino del palacio ya llegó a él. El mes pasado, específicamente el 5 de febrero, en vez de honrar a la Constitución, AMLO honró la destrucción cuando anunció el lanzamiento de 20 iniciativas de ley, seis de las cuales solo agitan la convivencia política, social y económica del país, pues las
posibilidades de llevar a buen término tales reformas no existen más que en su cabeza… y su estado fantasioso de la realidad.

Eso no puede suceder y desde mi perspectiva se le volteó el chirrión por el palito y esa ventaja que llevaba en las predilecciones del electorado han ido para abajo y ya las encuestas, al día de hoy, indican que el margen solo es de 1 dígito, entre su “corcholata” favorita y su contrincante Xóchitl Gálvez. De tal manera que los morenistas pueden irse despidiendo por lo pronto de obtener la mayoría calificada en el Congreso y por lo tanto, sus iniciativas, de seguir así, quedarán como un sueño guajiro.

Claudia Sheinbaum, fiel a su costumbre, sigue convirtiéndose en el monigote preferido del inquilino del palacio haciendo todo lo que éste le propone y yo me pregunto: ¿entonces para qué le cedió el bastón de mando? Esa ceremonia se celebró en un restaurante en el Centro Histórico de la Ciudad de México, donde
se montó una ridícula obra que nos puso a reír a más de dos.
Yo estoy convencido, como ya lo dije, que el manejo electoral de la política es el arte del engaño, de la simulación o del convencimiento. AMLO, podemos observar, que a diario en su “mañanera” le está haciendo la campaña a su favorita que como
dicen por ahí, nada de muertito creyendo que ya la hizo. “Peccata minuta”, que gran error, por eso, en los alrededores del palacio y también en el ámbito interno de MORENA están con el alma en un hilo porque no son tontos y saben que la trucha se les está saliendo del agua dulce en la que pernocta.

Es inconcebible que dicha presentación de las iniciativas, el presidente las proponga como si estuviera en su primer año de gobierno, eso da margen a pensar que sus designios serán acatados por la fiel Claudia. Vaya forma de darnos a entender que en verdad AMLO es un autoritario y que en su farándula política se hace lo que él dictamina. Pobre Sheinbaum, tan lejos de Dios y tan cerca del Mesías aspirante a dictador.

Qué fácil es utilizar el descontento de la gente con respecto de la procuración e impartición de justicia para proponer en una de sus iniciativas, que los jueces, magistrados y ministros sean elegidos por voto popular. En vez de limpiar y mejorar el trabajo de los ministerios públicos y las policías de investigación que son de su
responsabilidad, AMLO opta por lo de siempre con su filosofía populista. ¿Qué fácil no?

Vemos también con indignación lo fácil que le es aprovecharse de la ignorancia de la población respecto de los legisladores plurinominales y proponer su eliminación en aras de un ahorro pésimamente entendido. Todos sabemos que la idea de que
cuando se nombraron a los diputados plurinominales era permitir que las minorías tuvieran voto en el Congreso de la Unión y que el partido dominante no pretendiera arrollar otras voces con una mayoría calificada artificial.

Qué inverosímil es darse cuenta que lo que pretenden AMLO y sus huestes es borrar al Instituto Nacional Electoral (INE) para apropiarse del control de las elecciones, a fin de tener también el control del padrón electoral y a partir de ahí manejar a su gustillo los comicios electorales.

Qué inentendible es solicitar la desaparición de los organismos autónomos bajo el supuesto de que son una burocracia dorada, no entendiendo que éstos son cuerpos estrictamente técnicos cuya tarea es evitar los vaivenes dislocados de un gobernante, lo mismo que la falta de transparencia de la que mucho nos quejamos constantemente.

Efectivamente, “la corcholata” Claudia está atrapada y secuestrada por las decisiones de AMLO, quien ya le impuso la narrativa de su campaña, so pena de que éste, en junio del 2027, pudiera salir de su guarida en el rancho de Palenque para encabezar un movimiento para imponerle la revocación de mandato a su consentida y de esa manera sumirla en lo profundo del precipicio.

El Ejército y la Marina tienen más visibilidad que nunca en las últimas décadas porque el presidente las ha involucrado en asuntos que nada tienen que ver con la defensa de la integridad, ni de la seguridad nacionales. Al mismo tiempo el gobierno todo, y las Fuerzas Armadas de manera peculiar, incumplen con
fundamentales obligaciones de transparencia y rendición de cuentas.

Simplemente te pido amigo lector que hagas una reflexión del porqué sus “obras majestuosas” como lo son la refinería de dos bocas en Tabasco, el aeropuerto de Santa Lucía conocido como AIFA, el Tren Maya, entre otras, fueron declaradas obras “de seguridad nacional” por lo que los ciudadanos mexicanos estamos
imposibilitados para conocer oficialmente los montos de dinero que se han invertido en ellas y esto da a que pensar. Por eso el dicho “el que nada debe, nada teme”.

¿Cierto o no? Esto es el gobierno que impulsa su filosofía de no robar, no mentir y no traicionar. ¿Increíble verdad?
Creo que muy importante será el miércoles 17 de abril del año en curso, ya que en esa fecha se verán las caras en el primer debate Xóchitl y Claudia y ahí nos daremos cuenta de que cuero salen más correas. Seguro estoy que ese día el pueblo mexicano “pensante” y no fanatizado, después de escucharlas debatir,
deberá ir tomando decisiones trascendentales donde tendremos la oportunidad de escuchar de viva voz las propuestas de gobierno que ambas hagan y donde tendrán que responderse mutuamente las dudas en las preguntas directas que queremos que contesten para así empezar a fundamentar nuestra decisión que inclinará la balanza a un lado o a otro.

Gracias amigos lectores y espero contar con sus amables opiniones recordándoles que los artistas viven de los aplausos y los columnistas como yo vivimos de sus comentarios.