México se encuentra azotado por la sequía, un fenómeno cada vez más recurrente al pasar de los años. El 83% del territorio sufre sequía en diferentes intensidades, agravada por la falta de lluvia y las pocas precipitaciones que se ha tenido en los últimos años.
La localización y su clima hacen a México especialmente vulnerable de tener épocas de escasez de lluvias y épocas húmedas. Sobrevivir a la temporada seca depende de la cantidad de agua que consiga acumular los meses que llueve. Durante 2020, las precipitaciones no consiguieron abastecer del todo al conjunto de presas del sistema y ahora, en consecuencia, de las 210 presas más importantes de México, más de la mitad están por debajo del 50% de su capacidad. Además, 61 de ellas están en estado crítico con menos de un 25% de agua, especialmente en el norte y centro del país.
Lo mucho que llueve o deja de llover así como la duración de las sequías, depende de un complejo sistema atmosférico y la relación entre el fenómeno del Niño y la Niña. Cuando el agua superficial del Pacífico oriental, la que envuelve las costas de México se enfría no hay lluvias en el continente, como ocurre ahora mismo. Este fenómeno se conoce como Niña. Tendremos que esperar a que las masas de agua caliente de Indonesia se desplacen hasta llegar al otro lado del océano, calienten la superficie de las costas y con el agua evaporada se formen las lluvias y los huracanes. Ahora mismo la Niña está remitiendo y en las próximas semanas la superficie del agua se calentará y empezará a llover.
Las sequías siempre han estado ahí, pero la acción del hombre ha agravado sus consecuencias y empeorado la disponibilidad del agua. La deforestación, la extensión de las superficies urbanizadas y la transformación de terrenos como bosques o humedales en campos, han dificultado la capacidad de retención de agua. “Cuando cortas un árbol, te estás llevando la mitad de su peso en agua que tenía ese ecosistema”, sin vegetación el agua no se infiltra en los suelos y se evapora más rápido.
Con el aumento de las temperaturas de los últimos años (en 1985 la temperatura media anual era de 20,4 grados, en 2019 fue de 22,4), el fenómeno se acelera. En consecuencia, los suelos se secan más rápido y se desatan los incendios que arrasan con la vegetación y la biodiversidad.
La CONAGUA a través del Monitor de Sequía en México (MSM) otorgó una clasificación a la sequía prevaleciente, en donde se comunicó la situación puntual en los municipios del Estado de Michoacán, con la finalidad de que se apliquen las recomendaciones en cuanto a las medidas preventivas y de mitigación.
De acuerdo al MSM, La Piedad se encuentra en semáforo rojo, en donde la intensidad de la sequía está clasificada como D3 (Sequía Extrema), por lo que de acuerdo con esto la recomendación es de obtener una reducción de la demanda de agua de hasta un 40%, además de aplicar las recomendaciones del “Acuerdo de carácter general de inicio de emergencia por ocurrencia de sequía severa, extrema o excepcional en cuencas para el año 2020” publicado en el Diario Oficial de la Federación el día 9 de abril del 2020, así como las sugeridas en los Lineamientos a que establecen los criterios y mecanismos para emitir acuerdos de carácter general en situaciones de emergencia por la ocurrencia de sequía, así como las medidas preventivas y de mitigación, que podrán implementar los usuarios de las aguas nacionales para lograr un uso eficiente del agua durante sequía, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 22 de noviembre del 2012.
De los 113 municipios que tiene el estado de Michoacán el 97% se encuentra en semáforo naranja y el 3% en rojo, cabe mencionar que es extensa la zona que se encuentra en D3 (sequía extrema) aledaños a la ciudad, loa municipios que están considerados en la misma situación de alerta son Numarán, Yurécuaro, Churintzio, Ecuandureo y Zamora, por mencionar algunos.
Por lo que se recomienda a la población hacer un uso consiente y reutilizar el agua en los servicios del hogar, oficina, trabajo, etc., es muy importante tomar en cuenta todas las recomendaciones que se nos informen para ayudar a frenar la sequía que se vive en México y el mundo, sólo de esta manera podremos garantizar un futuro con agua potable.