1.- Sea como sea, pero que haya trabajo
Dicen las Malas Lenguas que el anhelado y multi cacaraqueado Parque Industrial que por años ha sido promovido y presumido por diferentes personajes de la política local, está a punto de ser una realidad en La Piedad.
Sí, aquel proyecto que presumió en su momento Hugo Anaya está en vías de desarrollo, pero por parte de la iniciativa privada.
Se trata de un proyecto encabezado por el Grupo Nu3 que contará con 100 hectáreas con ventajas como conexión a la autopista de Occidente, ferrocarril, mano de obra calificada, y energía eléctrica suficiente, por mencionar algunas.
Nos guste o no, los empresarios son quienes tienen que realizar este tipo de inversiones que terminan por detonar la economía de la región y así parece que lo ha entendido la Secretaría de Economía del Gobierno del estado.
Claudio Méndez Fernández, titular de la dependencia estatal ha estado impulsando dicho proyecto además de invitar a otros empresarios de la entidad a sumarse a la promoción de la oferta de Michoacán como Eleva Park, Parque Bajío, y el puerto de Lázaro Cárdenas.
Muy bien por él. Pero ¿no es esto una política neoliberal?
2.- El sombrero del gobernador
Dicen las Malas Lenguas que el Gobernador Alfredo Ramírez Bedolla no se ha cansado de presumir en cada una de sus conferencias de prensa de los lunes, cada uno de los avances físicos que registra la reconstrucción, ampliación y modernización del tramo carretero La Piedad- Ecuandureo.
Y es que, sin ser expertos en construcción, podemos decir que es una de esas obras que hacía muchísimos años que no se desarrollaba en esta región y que agilizará el tráfico vehicular entre ambos municipios, además de que disminuirá los índices de siniestralidad. Esto sin mencionar el potencial económico que representa por la ubicación geográfica en que se encuentra.
La obra está muy bien, el desarrollo que traerá para la región es excelente y la derrama económica que se ha generado en el municipio por la cantidad de empleos directos e indirectos es por demás importante.
Todo muy bien, sí. Solo un pequeñísimo, casi imperceptible detalle: Ni el Gobierno de Michoacán ni la Federación invierten un solo centavo en esa obra.
Por tanto, señor gobernador, no se cuelgue usted milagros ajenos. ¿o eran sombreros?
3.- De la boca a la sopa…
Dicen Las Malas Lenguas que están por cumplirse dos años del Gobierno de Samuel Hidalgo y ya se prepara todo para que rinda su Segundo Informe de Actividades. No sabemos aún qué es lo que pueda decir en el evento ni cuál será su estrategia de difusión (aún circulan microbuses con tremendas calcomanías que tienen su cara y la de algunos directores mal encarados presumiendo los logros del año pasado).
Puede haber logros, puede haber errores. De eso ya se encargarán de hacerlo notar los regidores de oposición (permítanme 20 segundos para reírme …………………………………………………………… ¿Ya lo hizo usted también? Bueno, continuamos). El caso es que yo por lo menos sí sé de algo que no ha cumplido: Correr a los directores que no cumplan con los objetivos.
¿O dígame usted qué hacen en el INJUP? ¿En el Instituto de la Mujer? ¿En la Dirección de Reglamentos? ¿Qué resultado se obtuvo de la eliminación o fusión de la coordinación de Ecología? ¿Quién se comió a quién? ¿Turismo a Promoción Económica o al revés?
El alcalde dijo durante su toma de posesión, hace ya dos años: “No tengo compromiso con nadie. Todos los directores deben saber que tienen un contrato por solamente seis meses y que después de ese periodo el que no cumpla se va”.
¿Y luego?
4.- El nuevo elefante blanco
Dicen las Malas Lenguas que ya se van a cumplir también dos años del Gobierno de Alfredo Ramírez Bedolla y nadie ha podido resolver qué pasa con el Cuartel Policial que quedó terminado al 100 por ciento, pero no se utiliza.
La edificación corrió a cargo del Gobierno de Silvano Aureoles, a quien se le acusa de haber “inflado” el precio de los terrenos de este y otros cuarteles policiales de la entidad. Supuestamente hay irregularidades por muchos millones de pesos y eso es asunto que ya nadie toca.
El caso es que mientras el inmueble permanece intacto, nuevecito, destruyéndose solo con el paso del tiempo, los policías estatales habitan cuartos llenos de chinches en el Mercado Mixto. Carecen de espacios para sus entrenamientos, capacitaciones y hasta para “depositar” a los infractores de la ley.
Yo pregunto, ¿Por qué no utilizar esas instalaciones y ya después se hacen bolas con el asunto de la lana y las demandas?
La otra pregunta es: Si Silvano se robó tanto dinero como dicen los morenistas ¿por qué no está en la cárcel? ¿Entonces para qué aquella Consulta Ciudadana donde se le preguntó al pueblo bueno y sabio si se castigaba o no a los funcionarios del pasado que hicieran mal uso del dinero público?
Ahí síganle.
5.- ¿MC, una opción que ya no está?
Dicen las Malas Lenguas que no podemos estar al pendiente de todo lo que pasa en el pueblo, pero sí de pronto consulto con ustedes, apreciables lectores, cuestionamientos como este:
¿Ha visto usted a alguien buscando ser candidato de Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal de La Piedad? Pos ni yo.
Y eso que apenas hace un par de años, ese partido era considerado por miles de piedadenses como una opción seria y confiable para cambiar el rumbo de La Piedad. Llegaron a obtener más de 9 mil votos en una contienda.
Fue un espejismo. Ahora, el único regidor que tienen se volvió panista y sabrá Dios si es que existe algún liderazgo en su Comité Municipal o Distrital o lo que sea.
Cuando Jonathan Bañales dejó de ser el que dictaba ordenes en ese partido, nadie más se hizo cargo de la responsabilidad. Tal vez, desde antes, nunca nadie lo hizo.
El caso es que, en La Piedad Movimiento Ciudadano perdió mucho al no tener ya a Jonathan Bañales, pero parece que Jonathan Bañales perdió mucho más al no ser parte ya de Movimiemto Ciudadano.
¿Quién más salió perdiendo?
6.- Entre perros y gatos
Dicen las Malas Lenguas que en nuestro pueblo hay dos clases de políticos nada más: los que son como gatos corrientes y los que parecen perros café.
Le explico: los gatos corrientes se acercan a la gente y por muy arrabaleros que sean, casi nunca huelen mal. Ronronean, maúllan y cuando uno se descuida ya están acomodados en el regazo de cualquier señora o enrozcados entre las piernas del más rudo varón. Si usted los avienta, los desprecia, los agarra de las cuatro patas y los tira boca arriba siempre caen bien parados.
¿Cuántos funcionarios conoce usted vinculados a los partidos que siempre pierden, pero que elección tras elección terminan acomodados (caen bien parados) en oficinas o dependencias del gobierno estatal o federal? No importa que tan corrientes sean, siempre ahí están, acurrucados entre las piernas del que manda.
Los perros cafés todos los hemos visto en las plazas públicas, mercados o jardines. Andan en fiestas patronales, actos cívicos y hasta en velorios haciéndose los desentendidos, pasando desapercibidos, pero parando oreja en todas partes. Llevan y traen basura, van de vez en cuando a recoger las migajas o sobras de algún personaje poderoso. Eso sí, comen vidrios, los atropellan, los maltratan, pero no se enferman. No cambian su modo de vida pase lo que pase. Sin dignidad, siguen ahí, esperando quien les lance el siguiente hueso.
Sonría usted y mándeme un mensaje diciendo de quién se acordó.
7.- Bonitos y gorditos
Dicen las Malas Lenguas que ya que estamos hablando de animales sin dignidad, en los ayuntamientos también suele aparecer otra especie, aunque silvestre pero más fina: Los Pingüinos de Madagascar.
Cobran entre 40 y 50 mil pesotes al mes. Su ejercicio público es una mezcla de sus colores blanco y negro: gris. Están en lo más alto del barco, sin las agallas necesarias para tomar el timón.
A veces se reúnen a comer y ya con eso cumplieron. Con eso se conforman, saben que jamás podrán volar.
Ser Pingüino de Madagascar tiene su chiste. Tener ese status es el sueño más anhelado de los gatos corrientes y los perros café. Pero hay que ser “gorditos y bonitos”. Reciben solo dos indicaciones de su jefe: “sonrían y saluden”.
La gente malvada les llama regidores,
Si usted no entendió la referencia, vaya más seguido al cine.
8.- Hoy son diputados, vienen por otra oportunidad
Dicen las Malas Lenguas que, por primera vez en la historia, los piedadenes tenemos tres diputados locales que nos representan: el panista Hugo Anaya Ávila, la priista Adriana Hernández Iñiguez y la morenista Seyra Alemán Sierra.
Ahí, llevan ya casi dos años en el Congreso de Michoacán, velando por los intereses de los piedadenses y el bienestar de los michoacanos (eh, ya te digo).
Sabemos que Adriana buscará una Senaduría de la República, Hugo Anaya está entre la diputación federal y una pluri local. Seyra está trabajando en el proyecto de convertir en senador a Carlos Torres Piña y acomodarse en alguna chambita de esas de gran sueldo y poca relevancia.
Están en su derecho. Yo solo pregunto ¿Los vio usted protestando por el reemplacamiento vehicular obligatorio? ¿Los escuchó usted reclamando por las obras inconclusas que dejó el gobierno de Silvano Aureoles? ¿Los ha visto decir algo sobre el carísimo Libramiento Martí- Mercado?
¿Sintió usted respaldo de alguno de ellos ante alguna situación derivada de la falta de oportunidades, de la inseguridad, del desempleo?
Ah bueno, le aviso. Hay vienen de regreso a ofrecer todo eso y más.
9.- Sin lana no hay informe
Dicen las Malas Lenguas que durante los días comprendidos entre el 1 y el 15 de agosto, los alcaldes de Michoacán están obligados a rendir su Segundo Informe de Actividades ante el pueblo que representan.
Sabemos de muchos de casos en que se reúnen el secretario, el director de comunicación y a veces el tesorero o tesorera con el presidente municipal para revisar los avances del escrito que habrán de presentar ante el Congreso de Michocán.
En estos documentos hay información técnica que de cajón se debe insertar, son como 10 cuartillas. Pues bien, los funcionarios llevan casi 22 días revisando comas, acentos y posibles errores de sintaxis en el texto que copiaron del informe anterior y que su vez fue plagiado del anterior y del anterior y del anterior.
Tooooodos, sin excepción, van en la parte que dice: Ciudadanos y ciudadanas…
No es burla, ni es invento mío. Lo que sucede es que con excepción de La Piedad, en los demás municipios de la región: Numarán, Zináparo, Penjamillo, Churíntzio, Yurécuaro, Tanhuato, Ecuandureo e Ixtlán los recursos para obra fueron sumamente limitados.
Por mucho, los alcaldes pudieron hacer una obra de drenaje, ponerle un poquito de chapopote a los baches de la calle principal y párele de contar.
Los presupuestos asignados para obra en estos municipios son para llorar, en algunos casos no llegan a los 800 mil pesos por año. ¿Qué carajos alcanza con eso?
10.- No me fusilen, ambientalistas
Dicen las Malas Lenguas que para la realización de este escrito que pretende ser columna de opinión ningún gato, perro o pingüino fueron lastimados.
PD: Ni se molesten en llamar para reclamar diciendo “Yo no soy Pingüino de Madagascar”, como ya lo hizo hace unos años algún regidor panista, porque entonces les diré lo mismo que contesté aquel día: “busca, entonces, tu lugar en la fila de los gatos corrientes o los perros cafés”.