La propuesta de reforma judicial en México, impulsada por Morena, ha desatado una intensa controversia en el Senado y la sociedad.
Esta reforma busca modificar la estructura y funciones del Poder Judicial con el fin de ampliar el acceso a la justicia y democratizar la elección de jueces y magistrados a través del voto ciudadano.
Aunque sus defensores, como la senadora Ernestina Godoy, afirman que estos cambios son necesarios para corregir las fallas históricas del sistema judicial, la iniciativa ha enfrentado una feroz oposición de partidos como el PAN y el PRI, quienes acusan que la medida pone en peligro la independencia judicial y favorece la centralización del poder en manos del gobierno federal.
Tensión en el Senado y protestas
Este martes, en pleno debate legislativo, las tensiones llegaron a un punto crítico cuando manifestantes, principalmente trabajadores del Poder Judicial, irrumpieron en el salón del Senado al grito de consignas en contra de la reforma.
Esta movilización obligó a las autoridades a suspender la sesión y trasladarla a una sede alterna más segura. El PAN, liderado por figuras como Ricardo Anaya, advirtió que la reforma tiene como objetivo que Morena controle la designación de jueces y magistrados, lo que ven como una amenaza directa a la división de poderes.
Defensores y detractores
Mientras los opositores temen un debilitamiento del sistema judicial, los defensores de la reforma aseguran que se trata de una transformación necesaria para garantizar que la justicia esté al alcance de todos.
La bancada de Morena, con mayoría en el Senado, ha afirmado contar con los votos suficientes para aprobar la reforma, pese a las protestas tanto dentro como fuera del recinto legislativo.
Yunes y Barreda en el centro del debate
En este contexto, la figura de Miguel Ángel Yunes Márquez, del PAN, se ha convertido en un punto de controversia. Yunes solicitó licencia para ausentarse del Senado en medio de rumores de que podría votar a favor de la reforma, lo que desató duras críticas desde su propio partido.
Fue sustituido por su padre, Miguel Ángel Yunes Linares, lo que incrementó las especulaciones de un posible acuerdo con Morena para favorecer intereses personales. Esta situación provocó que el líder del PAN, Marko Cortés, lo calificara de «traidor», especialmente en un momento crucial para la oposición.
Por otro lado, Daniel Barreda, senador de Movimiento Ciudadano, inicialmente se mostró ambiguo sobre su postura, pero luego declaró que votaría en contra de la reforma. Sin embargo, ha sido objeto de presiones mediáticas por investigaciones de su pasado político, lo que ha complicado su participación en el proceso legislativo.
Un Senado dividido
La discusión en el Senado ha reflejado las profundas divisiones políticas del país. La reforma judicial, que propone la elección directa de jueces y magistrados, ha polarizado el debate y dejado a varios legisladores en una encrucijada.
Tanto Yunes como Barreda son piezas clave para la votación de una iniciativa que podría redefinir el sistema judicial mexicano en los próximos años.
La confrontación entre los partidos políticos continúa, con un resultado incierto que no solo afectará al Poder Judicial, sino también a la relación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo en México.