Ciudad de México.- En una de las extradiciones más significativas de los últimos años, el gobierno de México entregó a las autoridades de Estados Unidos a 29 personas vinculadas al narcotráfico, entre ellas Rafael Caro Quintero, exlíder del Cártel de Guadalajara y responsable del asesinato del agente de la DEA Enrique «Kiki» Camarena en 1985.
Caro Quintero, quien fue detenido en 2022 en Sinaloa tras años de estar prófugo, enfrentará cargos en una corte federal de Nueva York por delitos relacionados con el tráfico de drogas y el homicidio de Camarena.
Junto con él, fueron extraditados otros importantes capos del crimen organizado, como Antonio Oseguera Cervantes, hermano del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, y los hermanos Miguel Ángel y Óscar Omar Treviño Morales, exlíderes de Los Zetas, conocidos por su violencia extrema.
La medida ocurre en un contexto de presión política y económica por parte del gobierno de Estados Unidos, que había advertido sobre la posibilidad de imponer aranceles a las exportaciones mexicanas si no se intensificaban los esfuerzos para combatir el tráfico de fentanilo y otras drogas hacia territorio estadounidense.
Analistas consideran que esta extradición masiva es un gesto de cooperación de México con el gobierno de Joe Biden en materia de seguridad y combate al crimen organizado, además de una estrategia para evitar sanciones comerciales que afectarían la economía mexicana.
Las autoridades estadounidenses han señalado que los extraditados serán procesados conforme a las leyes del país y podrían enfrentar penas de cadena perpetua.