Cientos de migrantes, en su mayoría de Venezuela, Cuba y países de Centroamérica, se aglomeraron este lunes frente a las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) en Tapachula, en la frontera sur de México. Esto se debe a las nuevas medidas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que les impedirían avanzar a ese país.
Las mujeres cubanas y venezolanas improvisaron camas con sábanas sobre el suelo, mientras que otros migrantes expresaron su deseo de quedarse en México ante las medidas de Trump, como deportaciones masivas y despliegue de miles de militares en la frontera.
La situación se volvió tensa, con empujones y gritos, lo que llevó a la llegada de efectivos de la Guardia Nacional (GN) con equipos antidisturbios. La Comar atiende a cerca de un centenar de personas a diario, pero la gran afluencia de migrantes ha saturado las instalaciones.
Las medidas de Trump, incluyendo la eliminación de la aplicación CBP One, que permitía solicitar asilo desde territorio mexicano, han generado incertidumbre y miedo entre los migrantes. Ahora, muchos de ellos buscan el «sueño mexicano» como alternativa al «sueño americano».¹