Conocido como»Il Maestro» el autor de al menos 500 bandas sonoras Ennio Morricone, nacido en 1928, falleció hoy a sus 91 años, tras sufrir un caída, de acuerdo con medios italianos y este día estaría cumpliendo sus 92 años.
El cine del siglo XX no se puede entender sin la participación directa de Ennio Morricone, quien con su genio y talento ayudó a crear mundos a través de su música que incluso llegó a convertirse en personaje principal de las cintas en las que participó, tal es el caso de aquellas que realizó para Quentin Tarantino, en «Bastardos sin gloria», «Dyango sin cadenas» o «Los 8 más odiados».
Creó la atmósfera del llamado nuevo western de la mano de Sergio Leone y Clint Eastwood, en el «El bueno, el malo y el feo» construyó la epopeya épica de obras como La Misión, aludiendo en una entrevista que: “He sufrido haciendo cine, porque tenía que escribir música que estuviera bien para mí, para el filme, el público, el director y el productor. Es un ejercicio de una dificultad tremenda, mis obras tenían que mantener la dignidad”.
Hombre de carácter fuerte, al que las bandas sonoras lo eran todo, componiendo desde los 12 años dedicó prácticamente toda su vida a esta labor, al lado de su esposa con quien se casó en 1956, y quien a pesar de no tener formación musical, era pieza esencial en la creación de cada pieza, por ello le dedicaba cada premio ganado, incluido el «Oscar» que le entregaron en el 2016, por la banda sonora de la película «Los 8 más odiados».
Además del medio millar de bandas sonoras, Morricone, también ha compuesto más de un centenar de piezas clásicas. Por eso solía recordar a Bach, Vivaldi o Mozart como sus ídolos, entre los que también cuenta a Goffredo Petrassi, su maestro, al que le gustaba dedicar sus creaciones.
“Cada vez que compongo siento una gran responsabilidad, porque quiero probar algo completamente original y que a la vez sea entendido”… “Esa es mi firma, mi meta, mi principal deseo”, decía el gran maestro que hoy ha dejado de existir dejando el pentagrama sin la siguiente nota de la última composición que ahora dejó inconclusa.