Por Mayra Teresa Gaxiola Soto
Tanto que le ha gustado figurar en todo a la maestra Melba Albavera, que a veces parece que quiere emular a su ídolo AMLO quien toda la vida ha estado en campaña y ahora que tuvo la oportunidad de sobresalir por una buena causa, pues simplemente desaprovechó la oportunidad.
Seguramente la morenista quien, aunque perdió la elección a la presidencia, alcanzó como premio de consolación la jefatura de la Unidad Regional de Servicios Educativos, sabe que no tiene ninguna posibilidad de ser candidata ‘a algo’ en el 2024, porque, aunque está de por medio la integridad de 140 niños, simplemente no le importó apoyarlos ahora que su escuela está a punto de caerles encima luego del temblor del 19 de septiembre.
Así lo denunció la maestra Kenia Solorio Alvarado directora de la escuela primaria federal José María Morelos, ubicada en la comunidad de Guanajuatillo, quien lamentó que ninguna autoridad les haga caso, pese al peligro en el que están día a día.
LO VAN A EMPPEZAR A EXTRAÑAR
El profesor Horacio Sánchez Molina, está demasiado ocupado para atender ‘esas nimiedades’, porque dice la maestra Kenia que ni siquiera ha tenido tiempo de visitar la escuela y constatar la gravedad del problema, pese a que se le planteó desde el trienio anterior.
Sánchez Molina, está repitiendo cargo y así como el resto de los funcionarios municipales, no sólo los que fueron ratificados, están advertidos desde el primer día que tomó posesión el alcalde Samuel Hidalgo, que cumplen o ‘los empezarán a extrañar’ (traducción: ‘cumplen o se van’).
Y es que el asunto de la escuela primaria federal José María Morelos, de Guanajuatillo, no es un problema menor, ni tampoco data del 19 de septiembre pasado que tembló hacia acá. Ese tiene años y ninguna autoridad se hace responsable.
Esta escuela tiene 140 alumnos de 6 a 12 años, de primero a sexto, con salones con el piso levantado, paredes sin enjarre y llenas de grietas y obvio, techos a punto de caerse.
VUELVEN A SUS CASAS POR EL PELIGRO
Al ver que ninguna autoridad se interesa por apoyarles, pese al hecho de que Protección Civil Municipal, dictaminó el riesgo en que se encuentran tanto niños como maestros, decidieron volver a las clases en línea con un grupo del salón más dañado.
Aun cuando toda la escuela está cayéndose, se dictaminó que a uno de los salones de plano no pueden entrar, pero en el resto, muchos de los papás prefieren no mandarlos por miedo a que les caiga el techo o paredes encima. Así de grave está el asunto.
MÍNIMO GESTIÓN.
Aquí en este caso, la jefa de la Unidad Regional de Servicios Educativos, se supone que para eso está, que es una de sus labores principales. Obviamente Melba Albavera no tiene recursos para arreglar la escuela, pero sí debe saber qué puertas tocar, dónde debe reportar ese grave problema y gestionar el billete para que se hagan otros salones, otra escuela pues, porque toda la estructura está mal.
Llevan años arreglando una cosa cuando ya otra está mal, pues es una construcción vieja de más de 50 años y sigue en pie porque nunca se había sentido en esta zona los movimientos telúricos como ocurrió hace unos días.
Pero también tienen años gestionando ayuda de algún nivel de gobierno, sin respuesta. Lástima que no aprovecharan la campaña de la maestra Melba el año pasado. Y si vuelve a temblar de aquí al 2024, pues ya no tendrán escuela.
Al profesor Sánchez Molina, ya ni lo molesten porque ahí menos obtendrán ayuda. En primer lugar, dirá que no es un asunto municipal y pues prefiere evitarse la fatiga de ir ¡hasta allá!
Y como el director de educación municipal no tiene aspiraciones políticas, pues menos pueden esperar algo. Él seguirá nadando de a muertito, al fin que ya vio que el alcalde Samuel Hidalgo tampoco cumple…sus amenazas, no sean mal pensados, no estamos hablando de sus promesas.
¿NO ACANZARA ESTA ESCUELA ‘ALGO’ DE LOS DIPUTADOS?
La Piedad tiene 2 diputados locales, Adriana Hernández y Hugo Anaya, si pusieran ‘micha y micha’ de los 2 millones 525 mil pesos que cada uno recibe como ‘prerrogativa extraordinaria’ hasta sobrarían recursos para material escolar si tuvieran voluntad de ayudar a esta escuela.
Claro que dirán en primer lugar, igual que el Municipio, que es una obra que no les corresponde. Argumentarán también que son cientos las necesidades y muchos más municipios, además de La Piedad a los que tienen que apoyar. Pero ¿acaso no es una de sus funciones la gestión para resolver estos problemas?
Con cuando menos una parte de toda la billetiza que reciben como ‘prerrogativa extraordinaria” que se supone es para atender las necesidades de los ciudadanos que acuden a las oficinas de enlace para solicitar apoyos, más lo que logren gestionar ante la dependencia que corresponda, pueden salvar a estos 140 niños el grave peligro en que se encuentran.
Tela de donde cortar hay mucha, sólo falta voluntad para que alguien, sea quien sea, voltee los ojos a este grave problema y conjuntando esfuerzos se resuelva. No quieran tapar el pozo después.