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Numarán, de manteles largos por las fiestas del Santo Niño

Numarán, Mich.- Numarán se encuentra de manteles largos por las fiestas en honor al Santo Niño, imagen que es venerada cada 25 de enero, aunque con diferentes restricciones por motivo de la pandemia por Covid19.

Y es que, el pasado fin de semana el presidente municipal José Díaz Camarena exhortó a los ciudadanos a preservar las medidas de sanidad establecidas en el Decreto Oficial emitido por el Gobernador Alfredo Ramírez Bedolla que prohíben la realización de eventos masivos.


Aún así, las celebraciones eclesiásticas se llevan a cabo de manera habitual solo que con los protocolos sanitarios de prevención.

Antes de la pandemia, la plaza principal de Numarán, durante 10 días, se convertía en un centro de reunión de miles de familias que viajaban desde diversos lugares del país para reencontrarse con sus seres queridos.

El comercio, los juegos mecánicos, los antojitos mexicanos, las artesanías, eran ofertadas al público en general, en la calle Zaragoza, que en esos días se cierra al tráfico vehicular para alojar a miles de personas.

Aunque casi siempre coincide con la salida a San Juan de los Lagos, otra tradición de gran arraigo entre la feligresía el norte de Michoacán, las fiestas en honor a Santo Niño de Numarán siempre se desarrollan en un marco de familiaridad, hospitalidad y fe que muestran los numarenses radicados aquí y en los Estados Unidos.

Esto ocurre cada 25 de enero, solemne fiesta en conmemoración al Santo Niño en que en otros tiempos se acostumbraba realizar una verbena popular.

El templo de Santo Santiago o del Santo Niño de Numarán, se encuentra situado en la plaza principal de la cabecera de dicho municipio, siendo uno de los principales atractivos que ofrece esta población.

La parroquia de Santo Santiago Apóstol de Numarán, fue construida durante los siglos XVII y XVIII, lugar religioso y muy querido por toda la población, en el se guarda al Santo Niño, patrón del municipio. A él se le venera con una de las tradiciones importantes de la localidad, la fiesta del 25 de enero.

Se dice que en el año de 1529 el conquistador Nuño de Guzmán, se detuvo en Numarán a su paso en la conquista de nueva Galicia, hoy Jalisco. Al consolidarse el gobierno español, en 1562, Numarán recibe el título de pueblo, otorgado por don Luis de Velasco, segundo virrey de la nueva España y le asignan, además, la advocación de Santiago.

Por muchos años, fue vicaría fija del curato de Pénjamo, pero el señor Portugal lo segregó de este curato y lo agregó al de la piedad, por las dificultades que «ocasionaba a los feligreses la creciente del río para la cómoda administración de los sacramentos”.

Cuando se celebran las fiestas patronales en honor al Santo Niño de Numarán, no cabe un alma en la plaza principal. Vienen los que se encuentran en “el otro lado” y el ambiente se llena de fiesta durante varios días.