Un derrumbe en el techo de un gimnasio en una escuela secundaria en el noreste de China, específicamente en la lejana ciudad de Qiqihar, provocó la muerte de once personas, de acuerdo con los reportes oficiales del lunes.
El suceso tuvo lugar el domingo y el rescate de la última víctima entre los escombros se realizó la mañana del lunes. La agencia de noticias oficial Xinhua sugirió que la causa posible fue la ejecución de obras de construcción en la escuela, durante las cuales se habían apilado en el techo del gimnasio materiales que retuvieron agua de la lluvia.
Al producirse el desplome, se encontraban 19 individuos en el gimnasio de la Escuela Intermedia Número 34, así lo reportó Xinhua, aunque no se especificó cuántos eran estudiantes. Imágenes de padres airados reclamando una aparente falta de información por parte de las autoridades se difundieron en las redes sociales y en el sitio de noticias Baidu.
Estos actos suelen ser suprimidos rápidamente por la policía y las divisiones gubernamentales para evitar la disconformidad social. El Partido Comunista, a cargo del gobierno del país, no permite amenazas a su poder y pretende mantener una gestión total sobre los medios y las redes sociales.
Los accidentes relacionados con la industria y la construcción son frecuentes en China, debido principalmente a que las empresas hacen caso omiso a las regulaciones de seguridad, y a la corrupción o la negligencia por parte de los gobiernos locales.
Estas dificultades son particularmente agudas en ciudades de segundo o tercer nivel como Qiqihar, situada en la provincia industrial de Heilongjiang, fronteriza con Rusia. En los últimos años, esta región ha enfrentado una considerable caída económica y la migración de sus habitantes.