La reciente desaparición de Ovidio Guzmán, uno de los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán, ha generado un intenso debate y preocupación tanto en el ámbito del crimen organizado como en las autoridades de seguridad en México. Ovidio, conocido como «El Ratón,» había sido capturado y luego extraditado a Estados Unidos, pero su paradero actual es desconocido, desatando rumores y especulaciones sobre las causas y posibles responsables de su desaparición.
Uno de los focos de estas especulaciones se centra en la relación de Ovidio con Ismael «El Mayo» Zambada, líder del Cártel de Sinaloa y una figura clave en el narcotráfico mexicano. Zambada, quien ha evadido la captura durante décadas, ha sido históricamente visto como un aliado y, al mismo tiempo, un rival silencioso de la familia Guzmán. Las tensiones internas dentro del Cártel de Sinaloa, especialmente entre las facciones leales a «El Mayo» y los hijos de «El Chapo,» conocidos como «Los Chapitos,» han sido una constante en la narrativa del crimen organizado en México.
Analistas sugieren que la desaparición de Ovidio podría estar relacionada con una lucha interna por el control del cártel. La posibilidad de que «El Mayo» Zambada esté implicado en la desaparición de Ovidio, ya sea directamente o indirectamente, ha sido motivo de debate entre expertos. Algunos argumentan que Zambada podría estar buscando consolidar su poder eliminando posibles amenazas dentro de la organización, mientras que otros sugieren que Ovidio podría haber sido objeto de una operación orquestada por fuerzas externas que buscan desestabilizar la estructura del cártel.
La desaparición de una figura tan prominente como Ovidio Guzmán no solo tiene implicaciones dentro del mundo del narcotráfico, sino que también podría tener repercusiones en la seguridad nacional y en las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos. Las autoridades están en alerta máxima, y se espera que los próximos días arrojen más luz sobre el destino de Ovidio y las posibles conexiones con «El Mayo» Zambada.
Mientras tanto, la incertidumbre persiste, y los rumores sobre una posible guerra interna dentro del Cártel de Sinaloa continúan creciendo. Las autoridades mexicanas y estadounidenses están trabajando en conjunto para desentrañar los hechos detrás de esta desaparición que podría reconfigurar el panorama del narcotráfico en México.