CDMX.- En medio de una situación de contingencia sanitaria provocada por el coronavirus COVID-19, el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, rindió su informe trimestral de actividades calificando esta pandemia como una crisis pasajera y transitoria que no cambiará los planes de la transformación que se lleva cabo en el país.
En ese sentido refirió que la manera de recuperar la aceleración económica de México será por medio de: «Inversión pública dirigida a creación de empleos en pequeñas empresas familiares y a quien se busca la vida día con día»
Agregó que para ello se estarán utilizando ahorros del fondo de estabilización de ingresos y recursos que se mantenían guardados en fideicomisos, además se pretende echar mano de la banca de desarrollo, para seguir con la misma política de liberar recursos, porque continuará incluso con mayor rigor el plan de austeridad, planteado desde el inicio de esta administración.
López Obrador, mencionó en su informe que en estos momentos es el gobierno el que debe apretarse el cinturón, para borrar y desaparecer la corrupción y seguir regenerando la vida pública, dentro de lo que llamó: «Crisis transitoria» en la que a cada quien le toca hacer su parte. «De manera específica informo que se hizo una consulta y hay consenso para bajar los suelos de los altos funcionarios y eliminarán los aguinaldos desde subdirectores hasta el presidente de la república».
También advirtió que se reducirá el gasto de publicidad del gobierno, así como la partida de viáticos y gastos de operación y se ahorrará más compras a proveedores y costos de obra pública con empresas constructora o de servicios, especificando en el caso de los tiempos de radio y televisión que pertenecen al gobierno, desaparecerán pues esta administración informa a diario y no son necesarios estos espacios.
Anunció que se estarán obteniendo recursos adicionales, porque: «Se enajenará bienes a delincuencia común y cuello blanco, que se venderán mediante subasta o rifa mediante el Instituto Para Devolver al Pueblo lo Robado».
A los funcionarios públicos en todos los niveles, se les demandará mayor eficacia y entrega con espíritu de servicio, con mayor austeridad y honestidad total en sus labores.
Celebró dentro de este informe que ahora: «Se cuenta con el apoyo y colaboración del sector privado nacional, la próxima semana se dará a conocer un programa de inversión pública privada y social, para el sector energético de 339 mil millones de pesos».
Reconoció lo que hicieron los banqueros, que decidieron dar una prórroga de 6 meses en el pago de sus clientes de créditos a pequeñas empresas y familias, ademá de agradecer a los empresarios que acataron voluntariamente las indicaciones por la emergencia sanitaria de parar sus actividades económicas no esenciales, manteniendo el empleo, sueldos y prestaciones a los trabajadores, demostrando humanismo y dimensión social.
Fue enfático al decir que: «No se detendrá la transformación de México, son más las fortalezas que las debilidades y son más lo ciudadanos que buscan el cambio verdadero que quienes apuestan al retroceso. Esta crisis es pasajera y transitoria. Pronto regresará la normalidad venceremos al coronavirus, reactivaremos la economía y México seguirá de pie mostrando al mundo su gloria y su grandeza.
Señaló directamente a sus adversarios y conservadores que: «Durante mucho tiempo aplicaron la política de privatizar ganancias y socializar pérdidas, no compartan nuestra visión de desarrollo con justicia y democracia, pero a nadie engañamos hay constancia de ello, lo que estamos haciendo es lo que hemos propuesto, en forma pública y abierta desde hace años en la lucha diaria en campañas políticas, es también por lo que votaron millones de mexicanos.
Una vez terminado su discurso de informe trimestral el presidente de México, abandonó su lugar en el patio de palacio nacional para entonar el himno nacional y concluir con esta ceremonia.