Sé que es muy difícil encontrar quien emita una declaración en éste sentido, por que de inmediato caerían sobre ellos las represalias para cortarles los suministros de combustible, de material médico y hasta de los «apoyos» para los encargados de atender emergencias; por esa razón, éste que debiera ser un reportaje se realiza a manera de artículo de opinión, debidamente sustentado con fuentes confiables.
Y es que éste fin de semana, nos sorprendió el fallecimiento de una persona joven, activa y que se desempeñaba en el área de atención a víctimas de accidentes o de algún padecimiento súbito. Se trata del enfermero y paramédico René Alejandro Caballero, quien murió al ser contagiado por el coronavirus.
El suceso es lamentable en todos los sentidos. No hay palabras para poder imaginar siquiera la angustia, impotencia y dolor que pueda sentir su familia. Pero toma mayor relevancia cuando se considera el desdén de los ciudadanos hacia las medidas de sanidad, el desinterés de las autoridades de los tres niveles de gobierno por procurar la atención de los ciudadanos ante cualquier emergencia.
Es lamentable como se pisotea la Ley General de Salud, como las autoridades se pasan por el arco del triunfo la Ley General de Protección Civil y hasta la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
En estos documentos se establece que todos los mexicanos tenemos derecho a la salud y a ser protegidos de cualquier situación que pueda poner en riesgo la salud publica, la integridad de las personas, sus bienes materiales y el entorno ecológico.
No hay diputado, senador, regidor o funcionario electo por voluntad popular que diga algo al respecto. Casi todos andan ocupados en campañas de autopromoción con miras a las elecciones venideras.
El caso es que desde que inició la pandemia del coronavirus, en La Piedad Michoacán, tres médicos han fallecido y una gran cantidad de ellos se han enfermado. Pero hasta en eso las autoridades sanitarias, tanto estatales como federales tienen la instrucción de ocultar este tipo de información.
El Gobierno municipal, asi como todos y cada uno de los integrantes del Comité Municipal de Salud han decidido cerrar la boca y han dejado de prevenir a los ciudadanos sobre la sindemia que ataca la ciudad (pandemia por Covid-19, dengue, influenza y enfermedad de tipo mental derivadas del estrés por el confinamiento y desempleo).
Prefieren conservar intacta su imagen ante el costo político que implica el aplicar las medidas que las propias autoridades de salud, a nivel mundial, federal y estatal recomiendan.
En el área prehospitalaria, un paramédico ha fallecido y nueve más han sido contagiados por el virus SARS-CoV2, todos ellos pertenecientes a corporaciones de emergencia que prestan sus servicios de manera voluntaria y altruista a quien lo requiere.
La falta de equipamiento adecuado para la autoprotección del personal operativo ha sido evidente desde el inicio de la pandemia, cuando el Gobierno municipal de La Piedad entregó a los comandantes de las respectivas corporaciones unos cuantos cubrebocas y 10 overoles tivek desechables, que se agotaron en el primer mes de atención, según han informado los representantes de las principales corporaciones de auxilio de la localidad.
Integrantes de la Asociación de Bomberos y Paramédicos de La Piedad (ABOPARE) dieron a conocer que, desde el mes de julio, los directivos de las diferentes corporaciones de emergencia de La Piedad hablaron con su personal liberándolos de la responsabilidad de acudir a cubrir sus guardias voluntarias, por lo que más del 80 por ciento de los voluntarios decidieron permanecer en casa y no exponerse más en el servicio de ambulancias.
Aun así, en Protección Civil fueron tres los paramédicos que se contagiaron de esta enfermedad a mediados del mes de junio; en el cuerpo de Bomberos, dos elementos más estuvieron convalecientes por más de 22 días a causa del Covid-19 y en Radio Auxilio, cuatro paramédicos han tenido que permanecer en confinamiento y uno en hospitalización tras contagiarse de coronavirus.
Directivos de la Cruz Roja señalaron que a la fecha no han tenido contagios entre su personal operativo, pero también esto se debe a que han reducido significativamente el traslado de pacientes y a la par se han asumido medidas estrictas de sanidad.
Se intentó conocer la situación que viven los paramédicos de Rescate pero no hubo respuesta alguna por parte de sus representantes.
Desde el mes de julio, los representantes de los cuerpos de emergencia se reunieron con las autoridades municipales y de la Jurisdicción Sanitaria para informar sobre la reducción del personal operativo y por ende, que se están limitando la atención de los servicios de emergencia.
Han ocurrido ya accidentes automovilísticos, reportes de personas enfermas, lesionados por caída a los que no ha sido posible enviar una ambulancia, debido a la falta de personal paramédico voluntario.
Este fin de semana, René Alejandro, un elemento que se desempeñaba como enfermero e instructor voluntario en Radio Auxilio perdió la vida tras haberse contagiado de Covid-19, consternando a la sociedad médica que permanece al frente de la lucha contra esta pandemia.
Los hospitales públicos de la localidad cuentan con ambulancias que las mantienen varadas para no exponer a su personal, aunque hay que reconocer que las unidades no cuentan con las adecuaciones necesarias que marcan los protocolos para el manejo de pacientes sospechosos o confirmados de Covid-19.
En meses anteriores, tres empresas de la localidad se organizaron para donar tres camillas encapsuladas que fueron entregadas a la clínica del ISSSTE, la Jurisdicción Sanitaria y el Hospital Regional de La Piedad, ante la carencia de éste equipo. A la fecha, ninguna de estas instituciones ha dado reporte alguno de cómo está movilizando los pacientes atendidos por enfermedades respiratorias.
En éste sentido, y a pesar de que no ha aportado un solo peso para la atención de las emergencias citadinas, el Gobierno de Michoacán emitió un comunicado el pasado seis de octubre en el que se argumenta que “Más de 32 mil traslados prehospitalarios terrestres, aéreos, regulaciones médicas y especiales ha realizado la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM) en lo que va del año a través del Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM), de manera oportuna y segura.
“Del total de traslados, 5 mil 317 han sido vía terrestre, por vía aérea 46, 24 mil 540 han sido servicios Sumich realizados a través de las 113 ambulancias de los Ayuntamientos, así como 2 mil 877 regulaciones médicas; además se llevaron a cabo 3 mil 691 capacitaciones.
“Durante esta contingencia sanitaria por COVID-19, personal del CRUM utiliza equipo de protección personal y una cápsula de aislamiento, lo que reduce al mínimo el contacto con el paciente. Al llegar al hospital de destino, la cápsula es intercambiada por una completamente limpia y desinfectada, lista para ser utilizada para brindar otro servicio”, señala el comunicado.
Así laa cosas, entre simulación, omisión y negligencia los casos de Covid-19 han llegado ya a 666 en La Piedad este domingo, según el reporte del Comité Estatal de Seguridad en Salud.
Que Dios nos ampare.
