La Piedad, Mich.- Para éste viernes, en que se conmemora el Día de la Lucha contra el Maltrato Infantil, te recomendamos la película: «Una Infancia Pérdida», la cual está disponible en la plataforma de Netflix.
Beasts Of No Nation
Director: Cary Fukunaga
Año: 2020
Cruda y trepidante resulta esta película que enmarca una triste realidad que sufren miles de niños en el África de nuestros días y que viven bajo los estragos de una guerra civil que no tiene cuartel, haciendo un bosquejo de la injusticia que recorre a todos los países de dicho continente.
Agu (Abraham Attah) pierde a su familia en una ataque del ejército y logra escapar para mas tarde ser capturado por un grupo de guerrilleros que bajo su guardia es instruido en medio de la brutalidad para según formarlo como un gran soldado.
La cinta avanza en escenas (una mas cruel que la otra) bajo una filosofía de odio irracional, pues ni siquiera su comandante (personaje interpretado magistralmente por el actor Idris Elba) sabe a ciencia cierta la razón de su lucha.
En la cinta los niños son obligados a masacrar personas, ingerir drogas y cometer un sin fin de atrocidades.
Fuerte sí, pero lo rescatable está en que el director fue mesurado y no muestra gráficamente mucho, sólo lo necesario para entender la trama y así no terminar haciendo un escándalo visual.
Beasts of No Nation (Las bestias sin nación) hace par con una realidad que viven muchos niños latinoamericanos cuyas infancias han sido arrebatadas por el crimen organizado.
Lo cierto es que África está sumergida en una incesante guerra que aplasta los derechos humanos pues en sus tierras se encuentran minerales que en los últimos treinta años han tomado interés de países que ejercen su poder a través de la tecnología, un ejemplo es la guerra del Coltán una roca compuesta por columbita y tantalio; éste último fundamental en el desarrollo de condensadores de equipos electrónicos que permite que los aparatos sean cada vez más pequeños.
Se dice que en África se encuentra el 80% de las reservas de éste mineral que ha desatado conflictos geopolíticos principalmente en la República Democrática del Congo, por tal razón ésta película es un retrato vivo de esa realidad que pisotea la integridad humana a costa del poder y el dinero.
Más que una película, es una protesta llevada cabo con magistral arte.