Por: Mayra Teresa Gaxiola Soto
Se terminan las vacaciones y volvemos hoy, un domingo muy especial porque es el primero del 2022, un año en el que les deseo lo mejor junto a sus familias y aprovecho para agradecer que me permitan esa convivencia que genera el comentar, coincidir o disentir sobre lo que acontece en nuestro Municipio, la región, el Estado o el país.
Y lamentablemente, iniciamos el nuevo año sin poder eludir la vergüenza que provoca nuestra principal avenida y acceso a la ciudad.
Interiormente, tenía la ilusión de regresar y hallar una nueva imagen, pero cuando escuchaba los comentarios de ‘Camino a la Chamba’ se desvanecía toda esperanza, máximo tomando en cuenta que el gobernador de plano minimiza la importancia de que se concluya la obra que es estatal y que, aunque se muera de vergüenza el alcalde al ver cómo lo ignoran no puede hacer nada, aun se necesitan muchos billetes para concluir tanto ese tramo, como los complementos. Los últimos días se empezó a ver algo de movimiento en el área, esperemos que no paren de nuevo. Sólo queda rezar para que así sea, que cuando menos aplaquen el polvo.
Y lo peor es que pese a todo, tanto el alcalde saliente como el actual, en lugar de mantener un perfil bajo, de mostrar cuando menos vergüenza por el estado en que se encuentra la ciudad, andan trabajando en pos de la próxima candidatura a la Diputación Local.
Aquí no se trata se echar culpas o quitarse responsabilidades, ya basta de estar aventando la bolita unos a otros en el asunto de la obra inconclusa del bulevar.
Alejandro Espinoza no tuvo las agallas o el interés de exigir al Estado. Claro, no le convenía, iban en alianza electoral PAN Y PRD y ni modo de echarse tierra.
La obra no es municipal, repitió una y otra vez Alejandro Espinoza cuando empezaron los retrasos, pero si la arrancó con bombo y platillo. Lo mismo hizo cuando terminaron un lado. Recibió los vítores y felicitaciones.
Silvano Aureoles ya se iba, lo mismo que Alejandro Espinoza y ambos les valió m… Llegan el nuevo gobernador Alfredo Bedolla y Samuel Hidalgo, también con la misma cantaleta: “No es nuestra culpa ese asuntillo”.
¡Ah! Pero lo más increíble es que tanto Alejandro Espinoza como Samuel Hidalgo, ya estén viendo por sus propios intereses y trabajando electoralmente.
A Samuel Hidalgo ya le dijeron que ni se apunte para repetir en la Presidencia Municipal, esa candidatura está ‘apartada’ para un empresario, así que volteó los ojos a la diputación local, donde lástima Margarito, también hay dos más por delante, así que desde ahora no puede conciliar el sueño pensando qué hará…
MEJOR QUE CUALQUIERA
Los jóvenes que no hacen nada (ninis pues), tienen más apoyo que los propios estudiantes sobresalientes, esos que reciben una beca por su esfuerzo académico, pero de ellos mismos depende aprovechar la oportunidad.
Este año, recibirán cada uno de esos jóvenes ‘construyendo el futuro’, 5 mil 258 pesos mensuales.
El programa consiste en que cada uno de esos jóvenes sea capacitado en alguna empresa, taller, institución o negocio y además del apoyo económico cuentan con un seguro médico del IMSS por enfermedad, maternidad o accidentes por 12 meses. Viéndolo de esa manera, suena fabuloso, porque se implementó para que puedan adquirir experiencia, autoemplearse o conseguir un trabajo formal, pero el problema es que se presta para muchas trampas.
En primer lugar, no tiene mecanismos operativos, instrumentos metodológicos, ni personal, para determinar si está siendo efectiva la capacitación laboral, por lo que miles de esos jóvenes pasado ese año de recibir la beca, salen igual, sin cambio alguno en sus capacidades o habilidades laborales y lo que es peor, mal acostumbrados a recibir dinero sin estudiar ni trabajar.
No obstante, si es bien aplicado el programa y aprovechado por el becado, los negocios de todo tipo y tamaño pueden resultar beneficiados, máximo tomando en cuenta que el Presupuesto de Egresos de 2022 eliminó por completo los apoyos para las pequeñas y medianas empresas (Pymes),
El propósito del programa ‘jóvenes construyendo el futuro’ es capacitar a los beneficiarios en cualquiera de las áreas que ofrece (administrativas, artes y deportes, oficios, industrial y electricidad, agropecuarios, ventas) en un periodo de doce meses para que posterior a ese tiempo sean contratados por quien los capacita, a los que se les conoce en el programa como tutores, que suelen ser comerciantes, dueños de talleres o empresarios.
Como sabemos, el Presupuesto de Egresos de 2022 eliminó por completo los apoyos para las Pymes. El programa de apoyo financiero a microempresas familiares que prestaba 25 mil pesos, en 2020 tuvo un presupuesto de 36 mil 754 millones de pesos, en 2021 de mil 600 millones, y en 2022 desapareció aun cuando todavía estamos en pandemia y urge ayuda para reactivar la economía.
Así que la única esperanza para las pequeñas y medianas empresas sería este año contar con el apoyo de al menos un joven entre 18 y 29 años que realmente se comprometa con la labor que desempeñe, se interese por aprender el oficio y se quede de planta a laborar, pasados esos 12 meses de aprendizaje.
HONOR A QUIEN HONOR MERECE
Hay personas que se distinguen en la vida por su buena crianza, su amabilidad genuina y su actuar honorable sin esperar una recompensa a cambio. Y pese al poco trato personal que he tenido a lo largo de más de 30 años viviendo y trabajando día a día en esta ciudad, esa es la impresión que me causa siempre el arquitecto Luis David de la Paz Yoseff, así que sentí un gusto enorme por el merecido reconocimiento que le otorgaron sus amigos y compañeros de profesión, miembros del Colegio de Arquitectos de La Piedad, organismo que él mismo fundó.
Lleva ya 5 décadas dedicado al diseño y construcción de todo tipo de obras, viviendas, bodegas, edificios, naves industriales, un rastro, un centro de inseminación artificial, etcétera, etcétera y docenas de etcéteras más porque hasta a él se le escapan de la memoria todo lo que ha hecho a lo largo de 50 años de hacer historia no sólo en La Piedad sino en toda la región.
Y el arquitecto Luis David de la Paz Yoseff, no se limita únicamente a ejercer su profesión, sino que colabora activa y altruistamente en diversas organizaciones y proyectos que benefician a la sociedad en general en todos los ámbitos. El más reciente en el que lo hemos visto es en la elaboración del rebozo más grande del mundo que pretende obtener el récord Guinness. Usted dirá; ¿qué tiene que ver un arquitecto en esa labor?, pues, tampoco tendría que ver en el Patronato por los 250 años del Santuario Diocesano del Señor de La Piedad o en la Liga Piedadense de Futbol, pero a quien le gusta apoyar donde hace falta, no necesita ser experto, sino tener la voluntad de hacerlo y es lo que en esos y otros múltiples casos lo hemos visto.
No fueron las autoridades quienes le otorgaron ese reconocimiento, pero ¿quién lo conoce mejor que sus propios amigos y compañeros de profesión de más de 50 años? ¡Enhorabuena!