La digitalización de los servicios municipales, que ofrece Hugo Pérez para su gobierno, podría ser muy útil para el combate a la corrupción, así como creación de una app que elimine el contacto directo con funcionarios públicos.
Así coinciden en comentar diversos vecinos del fraccionamiento San José, que consideran la situación en que actualmente se encuentran en su colonia, es producto de algún soborno con el que autorizaron su construcción y tal vez esas situaciones podrían evitarse en el futuro o ser menos frecuentes con un gobierno electrónico.
Dicen que viven en un riesgo latente porque además de las piedras y lodo que baja del cerro, hay un arroyo que atraviesa las dos etapas de la colonia y ambas situaciones pueden causar una tragedia, pero hasta ahora ni los constructores ni las autoridades han atendido esta situación.
Incluso, ahí mismo, entre las dos etapas de este fraccionamiento, está construido el COBAEM (Colegio de Bachilleres del Estado de Michoacán).
Los vecinos de la primera etapa pidieron al candidato priista y todos los miembros de la planilla a la Presidencia Municipal, que los acompañaran a hacer un recorrido por los diversos puntos que son un riesgo latente para los vecinos que, además, no cuenta ni con un solo acceso a esta zona habitacional.
Llegan a sus viviendas porque colindan con la colonia Banquetes, pero el fraccionamiento San José no tiene acceso. La razón de esta anomalía, según les explicaron los constructores, es que el dueño del terreno donde harían el acceso, no les quiso vender esa parte de terreno.
“Qué antes de construir no debieron prever ese tipo de situaciones? Se quejaban los vecinos de la primera etapa de este fraccionamiento, cuando de pronto se sumaron al recorrido, los habitantes de la segunda etapa, quienes explicaron el proyecto que les presentaron para convencerlos de comprar.
Según las quejas vecinales, la constructora de la que solo saben se llama Valladolid y es de Morelia, pero donde ni siquiera les contestan las llamadas, les ofreció no sólo hacer el acceso de la primera etapa, sino construir uno más que saldría al OXO de la carretera a Numarán, ubicado al costado de una empresa refresquera.
No obstante, el argumento para no hacer este otro acceso es exactamente el mismo: que el dueño no quiere venderles el terreno.
“Somos los ciudadanos una burla para quienes están aún construyendo aquí y esto no se concibe que esté ocurriendo sin el apoyo de las autoridades. Ignoramos quiénes son los responsables, pero obviamente tuvo que haber sobornos y muy grandes de por medio”, dijo una de las abogadas, vecinas del lugar.
La mayoría de los vecinos compraron sus viviendas con créditos de Infonavit, convencidos de que este Instituto antes de hacer convenio investigaba qué tipo de viviendas adquieren, cómo y dónde se construyen. Ya comprobaron que no es así.
“Estamos en un problema tremendo, no sabemos a quién recurrir o qué debemos hacer, ya vienen las lluvias que causaron problemas el año pasado y ahora serán más, pero nadie nos atiende”, se quejaban arrebatándose la palabra unos a otros, porque todos los presentes, sin excepción, se mostraban desesperados.
Tanto Hugo Pérez como todos los miembros de la planilla, explicaban a la gente que será una de las prioridades a atender y se comprometieron a regresar para conformar el comité de vecinos debidamente constituido para que tengan una representación legal que junto con el Gobierno Municipal obliguen a la constructora moreliana, no sólo a cumplir los acuerdos pactados antes de vender, sino resolver los inminentes peligros en los que se encuentran tanto los habitantes como en un momento dado los alumnos del COBAEM.
