Por Sergio Armando García Jiménez
«La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados».
Quiero iniciar, el día de hoy, ésta, que espero sea una columna de trascendencia política, porque justamente será escrita por un servidor, amigo de ustedes, Checo García; y no porque sea un perito en la materia, sino porque lo haré sin ningún ánimo partidista y bajo mi particular criterio. No estará exenta de errores (seguramente así será), pero eso sí, poniendo en mis escritos la realidad política que YO veo. Espero que compartan mis ideas y lo que crean que no está bien, de acuerdo al criterio de ustedes, simplemente júzguenme y retroaliméntenme
con su opinión, porque lo que en realidad persigo es ayudar con mis conceptos a las personas que me sigan. Créanme sinceramente que no tengo otro objetivo en mente, solo ayudar y si se puede ilustrar que bueno.
Siempre incursioné, hasta ahora, en el mundo del comentario deportivo y en el fabuloso mundo de la docencia. Treinta y siete años se dicen fácil, pero es el tiempo en el que creo me llevó conocer profundamente la mentalidad de los jóvenes de este nivel educativo medio superior y superior.
Siempre he visto con tristeza la indiferencia de estos muchachos en torno a las lides políticas y es en este momento crítico que vive nuestra nación cuando justamente creo se necesitaría la poderosa energía de los chavalos, pero en contra de los que muchos piensan, estoy convencido de que seguirá su incredulidad porque también han sido testigos del desmadre del mundo politiquero en donde la deshonestidad y la avaricia es el común denominador de “los políticos”.
Yo debo confesar que en el año 2000 me uní al voto de castigo que la gran mayoría del pueblo le dimos a los que gobernaron el país durante, hasta ese entonces, 70 largos años, a los aprovechados tricolores y que en base a sus corruptelas mañosas se apoderaron social y económicamente de nuestro país y no me explico cómo pueden ser tan aventurados como para seguir
perteneciendo a un Partido que tiene tan decepcionada a la comunidad mexicana.
Fui testigo fiel de la forma tan descarada con que esos priístas se heredaban la magia del poder y se enriquecían a costa del erario nacional y, como bien ha dicho Andrés Manuel, todavía desvergonzadamente se jactaban de ello.
El pueblo mexicano se volcó en apoyo a la figura de Vicente Fox Quezada y pasó exactamente lo mismo, el régimen de privilegios continuó y se cumplió el adagio de que el poder cuando no mancha, tizna.
Transcurrieron unos años más y viene al poder en el 2006 otro panista de nombre Felipe Calderón Hinojosa, michoacano, solo por casualidad, porque en el tiempo en el que gobernó no hizo absolutamente nada por mejorar la economía de su Estado natal, pero eso sí, hizo justamente lo mismo que Fox: enriquecerse de la magia del poder y poniendo como despiste la bandera de los
programas “estratégicos” como el Programa de Apoyos para el Campo (PROCAMPO), Programa de Abasto Rural (DICONSA), Programa de Desarrollo Humano y Oportunidades, Programa de Apoyo Alimentario (PAL) LICONSA y otros de menor importancia, todos ellos favoreciendo a la élite económica que SIEMPRE ha obtenido los mayores beneficios económicos y sociales dictados
desde, en aquel entonces, de la residencia de los Pinos, beneficiándose en realidad, repito, sólo los agricultores, ganaderos y porcicultores de gran escala ($) y a quienes supuestamente van dirigidos los programas sociales, como es la
minoría, se quedan como los chinitos “nomás milando” y recibiendo las migajas de la voluntad presidencial.
Luego, válgame Dios, en el 2012 llega, desde mi particular punto de vista, el peor de todos, Enrique Peña Nieto, exgobernador del Estado de México y perteneciente el famoso Grupo Atlacomulco, que FUE, una agrupación de políticos mexicanos miembros del PRI, que tenían su campo de acción en ese poderoso estado, llegando en su lugar una de las hijas predilectas de AMLO, la
maestra Delfina Gómez Álvarez con la complacencia del hasta entonces gobernador Alfredo del Mazo Maza quien al igual que al joven Enriquito traicionó a su partido de origen no sólo de él, sino también de su padre y abuelo del mismo nombre y primer apellido, quienes también habían sido gobernadores del segundo Estado más fuerte económicamente de nuestra hermosa República Mexicana, siendo tan cínico este Alfredito del Mazito que como por arte de magia ¿qué creen? Ya pertenece súbitamente al Partido en el poder, porque así lo pactó con el Todopoderoso. Ya ven como las cosas se arreglan políticamente
bien fácil, basta con decir, SÍ SEÑOR y asunto arreglado. Por eso estamos como estamos y por eso nunca…
El dueño de la gaviota mexicana, instituyó los Programas sociales de Desarrollo Humano y Oportunidades. Programa de Apoyo Alimentario (PAL), Programa de estancias infantiles para apoyar a las madres trabajadoras, y luego el famosísimo Programa de Pensión para Adultos Mayores (Ojo en realidad el Peñita fue el primer Presidente que instauró el Programa, en aquel entonces conocido como “70 y más”, hoy de 65, porque el buenazo de
AMLO le redujo 5 años y así se está llevando los honores) vivillo desde chiquillo el inquilino del Palacio. ¿O no amigo lector?
En cuanto al gobierno actual empezaré a opinar en el próximo escrito que publique.
Se va a poner bueno, te lo prometo. Gracias a la Redacción y
específicamente a mi amigo Lalo Ruiz por la invitación que me hizo a participar en este hermoso arte del escribir…Saludos…
